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Jornada para generar instancias de networking entre las alumnas, académicas y científicas de UCN.

El Eje de Liderazgo y Participación Femenina (LPF) de la Universidad Católica del Norte realizó su primer Encuentro de Mujeres en Ciencias InspiraTé: mujeres que transforman con ciencia e innovación, que tuvo como expositoras a las científicas Dra. Lorena Escudero (CICITEM), Dra. Pamela Chávez (Demolif SPA) y Dra. Claudia Nuñez (Innova Match Sens).

Exposiciones

La Dra. Lorena Escudero, Investigadora titular de Medio Ambiente del Centro de Investigación Científico Tecnológico para la Minería (CICITEM) expuso sobre la investigación de microorganismos, cómo las propiedades y cualidades de ciertas bacterias se pueden aplicar en la industria minera.

Por otro lado, Dra. Claudia Nuñez, académica de la Universidad Católica del Norte y CEO de Innova Match Sens, habló sobre la importancia de desarrollar ciencia con perspectiva de género, debido a que en muchas ocasiones las mujeres son mal diagnosticadas, como en el caso de la endometriosis, provocando que enfermedades como estas avancen exponencialmente en el sistema. Por ello, es que desarrolló un método, a través de sensores, para monitorear el ciclo hormonal y detectar a tiempo estas enfermedades.

Y finalmente, la Dra. Pamela Chávez, CEO de Demolif SPA, habló sobre el uso de la biología en la tecnología como definición principal para la Biotecnología, además, relató cómo los productos innovadores que desarrolla en su empresa se aplican en la minería para optimizar procesos, reducir costos y riesgos.

Impresiones

Al respecto, la gestora del Eje LPF, Valentina Muñoz, comentó que “en este encuentro tuvimos el privilegio de contar con tres expositoras, todas referentes científicas de la Región de Antofagasta. Cada expositora presentó un objeto que la identificaba, lo que permitió que pudiésemos conocer a la mujer que está detrás de esa exitosa científica, que con sus ideas y motivaciones transforman el mundo con su proyectos innovadores  que han desarrollado a lo largo de su trayectoria”.

Así mismo, expresó su contento en relación a la alta convocatoria, lo cual da cuenta del interés que tienen las científicas en compartir sus trayectorias e historias, así también, las ganas de las alumnas, egresadas y académicas de compartir en estos espacios de networking.

Por otro lado, la Project Manager del Consorcio en la UCN, Pilar Gómez, enfatizó  “ estos encuentros son muy necesarios ya que es una excelente oportunidad de conocer cómo la ciencia es aplicada y que sea a través de mujeres destacadas, referentes de la Región de Antofagasta, nos empuja a seguir trabajando en potenciar y fortalecer el posicionamiento de nuestras estudiantes de ciencias en el desarrollo de nuestro Norte”.

“El ambiente de la universidad ayuda mucho a generar nuevas rutas para llegar a un resultado” Gabriela Nuñez, tesista QyF UCN.

Gabriela Núñez, alumna de la carrera de Química y Farmacia de la UCN, realizó una visita al laboratorio de Drug Delivery de la Facultad de Ciencias Químicas y Farmacéuticas de la Universidad de Chile, el pasado 24 y 25 de julio, junto a sus profesores Dr. Wai-Houng Chou y Viviana Vera, en el marco de la pasantía “Explora Más Allá de Tus Fronteras” del Consorcio Science Up.

Esta visita fue el pie inicial de la pasantía de investigación mencionada, adjudicada por los docentes y la alumna, con la finalidad de realizar su tesis de pregrado en la Universidad de Chile para consolidar la investigación y estrechar la colaboración entre los docentes y sus unidades académicas.

Al respecto, la tesista comentó que las oportunidades que ofrece el Consorcio Science Up para los alumnos son de suma importancia para generar conexiones con otras entidades académicas, profesores y estudiantes del área.

“Gracias a la pasantía tengo la posibilidad de adquirir más conocimientos, herramientas y capacidades para realizar mi tesis. El ambiente de la universidad ayuda mucho a generar nuevas rutas para llegar a un resultado, y aunque sé que todo esto requiere de un sacrificio, trabajo y una gran responsabilidad de mi parte, vivirlo en primera persona es sin duda alguna una de las experiencias más enriquecedoras” agregó.

El profesor acompañante, Dr. Wai-Houng Chou, por su parte, aseguró que las pasantías e intercambios estudiantiles son instancias muy enriquecedoras para los estudiantes y profesores. Más aún, cuando involucran actividades de investigación y que contribuyen al trabajo de titulación de los mismos estudiantes.

“En esta instancia, gracias a la adjudicación del Concurso “Explora más allá de tus fronteras” del Consorcio Science Up, posibilitó que Gabriela pudiese viajar a realizar su pasantía de investigación asociada con su tesis de pregrado. Esto, sin duda, nos permite generar la colaboración entre los distintos docentes involucrados y, más importante aún, permitirá a Gabriela conocer las realidades e interactuar con estudiantes y profesores de otros laboratorios y universidades, como también, ampliar su conocimiento y permitir que se empape de lo que se está haciendo actualmente en las Ciencias Farmacéuticas”, agregó.

Esta pasantía se efectuará durante los meses de julio a septiembre y se desarrollará en el marco de la Tecnología Farmacéutica, aplicando nuevas estrategias de elaboración de formas farmacéuticas para la disposición de antibióticos de uso tópico, a través de nanopartículas lipídicas, películas poliméricas híbridas y estrategias de impresión 2D.

El pasado 26 de julio, la organización Comunidad Mujer dictó el primer taller tendiente a constituir una Red de Mentoras impulsada por el Consorcio Science Up.

El objetivo del encuentro fue capacitar y orientar a académicas/os y profesionales del Eje de Liderazgo y Participación Femenina (LPF) del Consorcio, respecto a cómo se debe conformar una Red de Mentoras y cuáles son los lineamientos que se deben seguir para lograr una red exitosa, entre otros puntos relevantes.

Al encuentro online acudieron las profesionales del Eje LPF: Natalia Aguayo de USACH, Vania Riquelme de PUCV y Valentina Muñoz de UCN. Además, estuvieron presentes la Project Manager de UCN, Pilar Gómez; la coordinadora general de Science Up, María José Henríquez y las académicas del Eje; Claudia Ortiz y Carla Hernández de USACH, Liey-si Wong-Pinto y Sabina Montoya de UCN, y Paulina Schmitt de PUCV.

Por su parte, Jessica Mahan, Directora del Centro de Liderazgo de Comunidad Mujer y quien dictó este taller, comenzó el encuentro realizando un recorrido por las universidades de Berlín, Bristol, Waseda, Oslo, entregando una mirada global de cómo se han abordado las redes de mentoras en otras casas de estudios a lo largo del tiempo y de manera exitosa.

Además, se profundizó en el concepto de modelo de mentoría y se generó una instancia de diálogo y debate respecto al público objetivo y al “match” que se debe producir entre mentoras y mentoriadas para que esta red sea efectiva.

Reflexiones de académicas y profesionales LPF

Sobre esta capacitación, Valentina Muñoz, profesional del Eje LPF de UCN, destacó que “esperamos poder entender mejor los procesos del desarrollo de la formación de la red de mentoras (…) y saber cómo se han formado anteriormente las redes de mentoras en otros países”.

Además, Natalia Aguayo, profesional LPF de USACH, espera que a partir de este taller y el próximo, ” podamos plantear un objetivo general de lo que será la red de mentoras, esto nos permitirá poder consolidar una red que tenga lineamientos y tenga un fin común entre las tres universidades, robusteciendo lo que se espera de las mentorías”.

La profesional de USACH también enfatizó que la principal enseñanza que rescató del taller va relacionada a los desafíos que el Consorcio tiene por delante, “en relación a la disminución de brechas de género, y de plantearnos cómo generar oportunidades y abrir caminos a más mujeres”.

En tanto, Vania Riquelme, profesional del Eje LPF PUCV, indicó que “una de las principales lecciones que nos deja este taller es conocer que pueden existir tantos proyectos de mentorías como espacios académicos. Existe a lo largo del mundo una diversidad de objetivos y de públicos a los que puede aspirar una red de mentoras, dependiendo de cuáles serían aquellas brechas que concretamente buscamos acortar”.

Continuó agregando que “el desafío para nuestro Consorcio es poder estructurar una red teniendo como foco cuáles serían aquellos elementos que buscamos impactar concretamente en el ecosistema de I+D+i+e+tt”.

Finalmente, a través de la plataforma online Mentimeter, las académicas y profesionales reflexionaron en torno a la pregunta: “¿Cuál es el objetivo de la mentoría del Consorcio?”, a partir de la cual pudieron llegar a algunas conclusiones y puntos de encuentro. Próximamente, se dictarán otros talleres, en los cuales se espera responder a esta interrogante.

Por Camila Retamal Contreras

Esta columna de opinión nace en el marco del curso electivo dictado en la Facultad de Ciencia y en la Facultad de Química y Biología: “Comunicación de la ciencia para público no científico”.

“Mujeres en la Ciencia” (Picture a Scientist) es un documental que expone a la luz los desafíos y obstáculos que se enfrentan las mujeres en el campo de la ciencia y su lucha constante por la equidad de género en este espacio. Por lo cual, esta obra cinematográfica, dirigida por Sharon Shattuck e Ian Cheney, tiene como principal propósito comunicar a través de experiencias las barreras sistemáticas y culturales que han limitado el avance de las mujeres en la ciencia.

Quizás para muchas personas la posibilidad de que las mujeres reciban menos reconocimiento por sus contribuciones científicas no sea tan relevante, ya que es muy difícil para muchos imaginarse a una mujer con un delantal blanco trabajando en un laboratorio y, de hecho, está demostrado que cuando se le ha pedido a un niño representar a una persona que se dedica en el campo de la ciencia, la mayoría de las representaciones son hombres.

Y en verdad no es culpa de la infancia tener estas concepciones sobre los científicos, los estereotipos de género en los medios de comunicación perpetúan la vista tradicional de las mujeres, y esto puede influir en las percepciones de los niños sobre nosotras, y es una de las reflexiones más importantes que suscita este documental, que es la persistencia de estas problemáticas en base al prejuicio y estereotipos arraigados en la sociedad, que influyen en la forma en que las mujeres son percibidas y valoradas en el ámbito científico, tecnológico, matemático, etc. Hemos vivido por siglos en un sistema donde el hombre ha sido el principal protagonista de los cambios y la evolución.

Un ejemplo canónico es el de Rosalind Franklin, su contribución fue fundamental para el descubrimiento de la estructura del ADN, pero en su momento no fue reconocida por tal hecho, después de su muerte la comunidad científica recién se había dado cuenta de que se le negó injustamente la autoría del artículo original de Crick y Watson. Aunque ella no fue la primera ni la última en atravesar este tipo de discriminación.

Pero, por otra parte, “Mujeres en la Ciencia” les demuestra a otras mujeres la importancia de la representación y el poder del modelo femenino, porque cuando las mujeres vemos a otras mujeres siendo exitosas en la ciencia, se crea una percepción de que nosotras podemos llegar a ser exitosas, alcanzar logros y por sobre todo desafiar estereotipos.

Me impresionó ver la resiliencia y la determinación de las científicas entrevistadas, ya que, a pesar de los desafíos y los obstáculos que enfrentaron, siguieron adelante con su trabajo científico y abriendo camino para las generaciones futuras, para hombres y mujeres, porque si bien la iniciativa es hacernos notar en este campo, tampoco es mirar en menos al otro, hay que lograr una verdadera igualdad de oportunidades y de género.

Todos somos parte del cambio, en construir entornos inclusivos y seguros, es de suma urgencia tratar estos temas y es un recordatorio poderoso del cual todavía hay mucho trabajo por hacer y lograr. La comunicación de estos problemas y la visibilización de estas barreras permiten generar cambios en las políticas, ya que se evidencian las consecuencias.

Gracias a esto se pueden sentar bases y medidas concretas para la construcción de una comunidad científica más equitativa, en términos de género, raza y origen étnico. Es importante tener una visión reveladora, porque nos incita a reflexionar sobre nuestras propias percepciones y acciones, y nos impulsa a trabajar juntos para un futuro más equitativo y justo.

Entrevista serie “Mujeres líderes en la academia”

La actual Coordinadora del Eje de Armonización Curricular del Consorcio Science Up para la Facultad de Química y Biología de la Usach, analizó su trayectoria académica para encontrar los elementos que la llevaron a transformarse en una líder en ciencias.

En la actualidad, el cuestionamiento de sí el género es determinante para ser o no líder, cada vez es más obsoleto. No obstante, el dilema de si se nace o se hace se mantiene. Frente a esto, la Vicedecana de Docencia y Extensión de la Facultad de Química y Biología de la Universidad de Santiago de Chile, Dra. Brenda Modak Canobra, plantea otra arista: si la motivación es lo suficientemente fuerte para asumir los sacrificios que implica ser líder.

“Ha significado no poder darle todo el tiempo que yo quisiera a mi investigación, eso para mí ha sido una complicación. Sin embargo, no es que una ande buscando un puesto administrativo, porque podrían ofrecerte uno y decir ‘no, muchas gracias’. En mi caso la respuesta también pasa por el querer a la facultad”, destaca.

Su historia comienza en la infancia. Desde pequeña la química se le daba sin esfuerzo, lo que disfrutaba. Sus estudios los desarrolló en la Usach, primero en Pedagogía en Química y Biología, luego el Magíster y Doctorado en Química. En esta misma universidad comenzó su carrera académica y al poco andar su carrera administrativa. 

La motivación para asumir cargos de liderazgo se asocia a un sentimiento de pertenencia con la facultad. Sin embargo, el cómo construyó el camino hasta su puesto actual, lo asocia a la “adquisición de saberes, que van más allá de la capacidad de aprender. El liderazgo está en la capacidad de internalizar las experiencias, el saber cómo enfrentar los desafíos”.

Para enfrentar estos desafíos, hay algo que ha sido transversal en su vida: el trabajo en equipo. Marcó su vida personal, pues existió un apoyo mutuo con su pareja para avanzar en sus carreras. Marcó su investigación, pues gracias a la colaboración interdisciplinaria se insertó en el mundo de la innovación. Finalmente, marcó su carrera administrativa, pues sin un equipo tenaz que la ayudara, señala que su carrera no hubiera sido la misma.

La intuición detrás de la innovación

Su investigación comenzó con el estudio de las propiedades antioxidantes de los metabolitos secundarios aislados las plantas del género Heliotropium, que habitan en el desierto, las que para protegerse producen una resina que las cubre completamente. Ella aísla esta resina y extrae sus compuestos, principalmente flavonoides, los que además están presentes en frutas y verduras, tienen muchas propiedades beneficiosas para el organismo, por lo que suelen ser consumidos. 

“Ahí empezó un poco el bichito de la aplicación. Cuando empezó el boom de las salmoneras, tuve mis primeros contactos con la Dra. Ana María Sandino y la Dra. Mónica Imarai, expertas en patógenos que atacan salmones. Les hablé de estos compuestos para probarlos en salmones y vimos que tenían buenos resultados”, relata. 

Desde ahí en adelante, sus investigaciones tomaron el rumbo de la interdisciplina y de la innovación, generando cuatro patentes en Chile y dos en el extranjero asociadas a inmunoestimulantes, antivirales y antibacterianos. Su objetivo es dar una alternativa a los compuestos tóxicos que actualmente utiliza la industria, aportando otros más amigables con el medioambiente.

“La idea es ir reemplazando los antibióticos, que provocan un daño a los ecosistemas marinos. Estos se han ido acumulando en el lecho marino y han provocado resistencia a las bacterias en peces, la que puede traspasarse a los animales terrestres que viven alrededor del entorno marino y finalmente a los que comemos los peces, generándonos resistencia también. Estamos buscando una alternativa para evitar esa resistencia e impacto medioambiental”, rescata.

Compatibilizar y potenciar

Hoy también es una de las coordinadoras del Eje de Armonización Curricular de Science Up en la Usach, lo que la ha llevado a asumir nuevos desafíos: potenciar la innovación y la perspectiva de género en las mallas curriculares de las carreras de su facultad, en concordancia con todas las facultades de ciencias que son parte del Consorcio.

“Se ha desarrollado un diálogo bastante enriquecedor entre las universidades sobre cuáles son las habilidades y competencias que un/a estudiante debe tener para la innovación y la creatividad. Hay diferencias, sí, las identidades de las universidades son distintas, pero también las de las carreras mismas. No es fácil, es un desafío y ahora se viene el minor sobre innovación y emprendimiento”, adelanta la académica.

Estos ajustes curriculares se insertan en las acciones para que la innovación pase de ser una novedad a ser una alternativa natural para la comunidad académica y estudiantil. Un cambio cultural al cual se suma la perspectiva de género, para que la conversación que hoy se gesta en la sociedad se traspase a la formación de las nuevas generaciones científicas.

“En nuestra época del doctorado había machismo. Más de una vez un profesor cuestionó que realizara el doctorado. Después, en la carrera académica tampoco fue fácil, a algunos profesores les costaba reconocer que éramos sus pares, y que ya no éramos estudiantes, mientras que en lo administrativo, asumir como jefas de algunos que fueron nuestros profesores, también fue difícil. Es que nunca ha sido fácil”, indica, proyectando que los esfuerzos de hoy se reflejen en las aulas, para que estas situaciones no se repitan.

¿Qué le diría a las niñas y jóvenes que quieren estudiar ciencias?

– Que hay que atreverse. Tenemos las mismas capacidades que los hombres y no tenemos que demostrarle nada a nadie. Podemos, solo tienen que atreverse.

“Creo que una de las dificultades propias de una candidatura es poder tener el respaldo de mis colegas”.

Niris Cortés Pizarro, autoridad universitaria perteneciente al Eje de Gobernanza del Consorcio Science Up, se consolidó como decana de la Facultad de Ciencias del Mar de la Universidad Católica del Norte, en Coquimbo, durante el año 2022, convirtiéndose en la segunda mujer en llegar a este cargo en su unidad.

Bióloga Marina de profesión, madre de dos hijos y ex alumna de la Facultad de la que hoy está a cargo. Comenzó su carrera en el año 1998, cuando se recibió de la carrera de Biología Marina, trabajando en conjunto con quien fue su profesor guía de tesis en proyectos asociados a  estudios de impacto y evaluación ambiental. Unos años más adelante, comenzó a hacer docencia estableciéndose como profesora planta en la Escuela de Prevención de Riesgo y Medio ambiente de la misma casa de estudios.

Fue Jefa de carrera en dos ocasiones, Encargada Docente durante siete años y Directora de Magíster en Gestión Ambiental durante otros seis años. Su último cargo, antes de ser decana, fue de Secretaria Docente de su Facultad, asesorando estrechamente al decano de ese entonces.

¿Cómo ha sido profesionalmente lograr llegar a un puesto con un alto nivel de responsabilidad, en un área donde la participación femenina es baja?

Efectivamente, en octubre del año pasado asumí como decana de la Facultad de Ciencias del Mar, soy la segunda mujer en asumir este cargo, y además, soy la primera ex alumna de la Facultad de Ciencias del Mar en ser Decana de la misma.

Antes que mí, hace unos 15 años atrás, la primera mujer en asumir este cargo fue Elisabeth Von Brand, por lo tanto, esto da cuenta de la poca presencia de mujeres en cargos de alto mando.

Llegar a este puesto necesitó una madurez profesional. En las diferentes instancias en las que tuve oportunidad de poder asumir cargos lo asumí con bastante responsabilidad, ya que significa ser parte de equipos multidisciplinarios para poder trabajar, y la madurez que uno  va adquiriendo con el tiempo, la experiencia, saber socializar, cómo resolver problemas, siempre tratando de ser empático y liderar equipos, trabajando en conjunto con los colegas, entre otras cualidades, fue lo que me dio la confianza de poder plantearme ser candidata a este cargo y asumirlo.

Si se me hubiese dado esta oportunidad hace 10 años atrás, ni siquiera hubiese pensado en postular para un cargo de esa magnitud.

En relación a lo anterior, ¿qué la motivó a tomar un rol de líder en el área STEM?

Creo que, en mi caso particular, ser líder ha sido algo innato. Afortunadamente, tengo una formación desde mi hogar que siempre fue liderada por mujeres, y además, el hecho de creer en mis capacidades, aprovechar las oportunidades que se me dan o que se me brinda y ser perseverante ha generado en mí una seguridad para saber liderar en situaciones que lo ameriten.

¿Tuvo dificultades cuando se planteó la idea de ser decana de la Facultad de Ciencias del Mar? ¿Cuáles y cómo los enfrentó?

En un principio fue un grupo cercano de colegas que me plantearon la idea de presentarme como candidata a ser decana, sin embargo, también me había dado cuenta que, en el año que estuve acompañando al decano anterior, yo tenía ciertas características que me permitían liderar. El decano de ese entonces me fue dando las instancias para que yo pudiese tomar ciertas decisiones y hacer sugerencias para la facultad.

También, mi habilidad de hacer gestión, de conversar, de socializar, ser capaz de escuchar y ser paciente fue lo que me hizo dar cuenta de que podía hacerlo.

No he tenido dificultades hasta el momento desde que asumí este cargo, por supuesto que a lo mejor van a aparecer, y más de una, pero cuando me planteé la opción de presentarme como candidata, una de las cosas que me preocupaba era saber cómo llegar a todos mis colegas. Somos un cuerpo de 38 académicos en la Facultad de Ciencias del Mar, por lo que, hay que representar y escuchar a todos.

¿Cómo fue llegar a este cargo, siendo sucesora de Elizabeth Von Brand, la primera decana de la Facultad antes mencionada?

Fue un momento muy lindo cuando supe que había sido seleccionada. Estuve acompañada de un par de colegas que me acompañaron en la oficina a que fuese la hora en la que darían los resultados.

En ese momento de espera vinieron recuerdos a mi mente de cuando entré a la Universidad, cuando entré a estudiar Biología Marina, que me costó, porque la primera vez que di la prueba para entrar en aquella época no pude postular a la carrera, y luego en una segunda oportunidad pude entrar a biología Marina.

Mi familia estaba en la casa, así que, a los primeros que llamé y les dije que había quedado fueron ellos; mis hijos y mi marido.

Fue muy emocionante para mí en la ceremonia en que asumí como decana, porque fue mucha gente de la que ahora estoy a cargo, pero más que ser jefa, soy responsable como decana, porque muchas personas que me ayudaron a hacer mi tesis, a tomar las muestras, a analizar las mismas, como también la secretaria de la Facultad, que siempre me ayudó a hacer los trámites, y así, mucha gente que fue parte de mi camino estuvo presente en la ceremonia.

Y también, Elizabeth Von Brand, que participa en este proyecto Science Up, es una mujer líder y que trabaja fuertemente en el posicionamiento de la de la mujer en la ciencia, por supuesto que también su opinión, su experiencia, que además fue mi profesora en pregrado, ha sido mi ejemplo a seguir.

¿Cuáles son los desafíos que usted tiene por delante como decana de la Facultad de Ciencias del Mar y cuáles son las proyecciones que se plantea mientras dure su periodo?

Los desafíos que tengo como decana, en primera instancia, es modernizar toda nuestra orgánica de la Facultad de Ciencias del Mar, aunque ha crecido muchísimo en los últimos años.

Tenemos dos centros importantes de investigación, como es el Centro de Ecología y Manejo Sustentable de Islas Oceánicas (ESMOI) y el Centro de Investigación y Desarrollo Tecnológico en Algas (CIDTA).

Además, tenemos proyectos permanentes que apoyan a la investigación, vinculación, publicaciones, proyectos milenio, entre otros, por lo tanto, esto da cuenta de que somos una facultad que aporta con mucha investigación, por lo tanto, el ser decana de una facultad que aporta de manera importante a las ciencias es todo un desafío.

Tenemos que ir facilitando que todo esto siga aumentando en el tiempo y no decrezca y para eso hay que aportar con diferentes herramientas, gestionar las necesidades que tienen los diferentes investigadores, mejorar la docencia, innovar, resguardar que nuestros estudiantes tengan una educación de calidad, hacerles un acompañamiento y seguimiento para que logren sus metas y los podamos formar con un sello educativo importante.

Los desafíos son muchos y quiero avanzar y apoyar en todo para poder disfrutar de los resultados que se logren cumplir en este periodo, por lo tanto, el camino no es fácil, pero tenemos muchas ganas de hacer que las metas comprometidas para este período de decanatura, que termina en septiembre del año 2025, se cumplan.

La académica del Eje de Liderazgo y Participación Femenina del Consorcio Science Up y Doctora en Agricultura Genética de la Universidad de Tohoku, Japón, recuerda que desde sus años escolares siempre estuvo interesada en la biología, y así siguió su camino hasta ser una de las 10 estudiantes mujeres de su generación en la carrera de Licenciatura en Biología en la Universidad de Chile, graduándose en 1982. En el mismo año ganó una beca para cursar estudios de magíster en Genética en la North Carolina State University, Raleigh, EEUU. Una vez de vuelta en Chile, se desempeñó como encargada de la reserva “Las Chinchillas” en Aucó, Illapel, para el área de vida silvestre de CONAF.

Unos años más tarde, en 1985 se incorporaría como académica del Departamento de Biología Marina de la Universidad Católica del Norte en Coquimbo, donde se ha desempeñado ininterrumpidamente hasta la actualidad, llegando incluso a ser la primera Decana de la Facultad de Ciencias del Mar entre los años 2005 y 2007.

Sin embargo, es notable el hecho de que existen pocas referentes femeninas en el mundo de las ciencias, debido a la brecha de género, y que perpetúa en la actualidad.

¿Cómo fue para ti estudiar y ejercer en un rubro donde las mujeres tienen baja participación, y en ocasiones, no son valorizadas?

Siempre fui estimulada por mis padres a estudiar lo que me gustaba y la biología era mi fascinación desde el colegio, por lo que, nunca me pusieron límites para estudiar.

Cuando ingresé como estudiante a la universidad éramos 10 mujeres y 40 hombres, sin embargo, no sentí trato diferencial durante esos años, incluso cuando gané unas becas de postgrado, jamás me cuestioné contra quiénes estaba compitiendo. La única vez que tuve la sensación de ser discriminada por ser mujer, fue cuando hice mi doctorado en Japón.

¿Qué te motivó a tomar un rol de líder en el área STEM cuando asumiste como primera decana de la Facultad de Ciencias del Mar entre el 2005 y 2007?

El gran desafío de asumir como primera decana mujer en la Facultad de Ciencias del Mar fue grande, pero antes de llegar a este cargo fui Jefa de Carrera, Directora del Programa de Magíster en Ciencias del Mar y Presidenta de la Asociación Gremial de Académicos. Esto me ayudó a asumir este desafío. Fue difícil enfrentarme a los colegas del consejo superior, que eran todos hombres, y que al comienzo me veían un poco como una rareza, porque no solo era mujer, también tenía un doctorado. Pese a eso, de a poco me fueron incluyendo. Posteriormente, se sumaron dos decanas más, una de la Facultad de Ciencias y una de la Facultad de Humanidades.

¿Cuáles fueron los principales desafíos a los que te enfrentaste cuando asumiste como primera decana de la Facultad de Ciencias del Mar?

Enfrentar prejuicios, ya que se espera que seamos Jefas de Carrera, pero no autoridades superiores. Sin embargo, la parte más compleja fue conciliar la vida familiar con el cargo, ya que tenía un bebé, y muchas de las actividades de representación, de las que debía participar, eran después del horario de trabajo. Además, mi esposo estaba haciendo su Doctorado en USA y tuve que buscar soluciones creativas ante esta situación. Uno de los logros diferenciadores de mi decanatura es que nombré mujeres en los cargos de confianza, como a la Dra. Karin Lohrmann, como Secretaria Docente y a la profesora Gloria Martínez, como Secretaria de Investigación.

Al asumir como primera decana de la Facultad de Ciencias del Mar se marca un hito y precedente histórico, siendo así un referente para futuras generaciones de científicas. ¿Cuál es la huella que quieres dejar con tu legado?

Como mujeres somos capaces de desempeñar todo tipo de cargos, tenemos liderazgos diferentes, probablemente más inclusivos, y esta huella ya marcada es la que abrió el camino a que 15 años después de este hito tenemos una segunda Decana mujer de la Facultad de Ciencias del Mar, y que es una exalumna de la carrera de Biología Marina.

Por último, ¿cuáles son los desafíos y proyecciones que tienes por delante como persona y profesional?

Llevo 38 años en la UCN, he recorrido un largo camino, pero es fascinante encontrar desafíos en este mundo cambiante. Ahora, me he estado dedicando a entregar mis experiencias a niñas y mujeres que están iniciando su camino en el área de las ciencias.

Me gusta hacer clases y estoy involucrada en la investigación de Sistemas de Producción Biointegrados; que pueden ser una buena alternativa en vista al cambio climático y la enorme escasez hídrica. Por otra parte, soy la presidenta del Comité de Ética Científica de la UCN de Coquimbo desde 2016, por lo que mis formaciones hoy en dia van en la línea de la Bioética, además, participo con entusiasmo del proyecto Science UP, del cual soy parte del eje de LPF desde 2020.

Finalmente, mi interés por abrir el camino a mujeres, que tal vez no han tenido el apoyo familiar que tuve yo, y oportunidades de formación, nació temprano en mi desempeño como docente de la UCN. Desde 2004 he participado en diversas reuniones de la APEC de mujeres. En 2005 fui socia fundadora de la Asociación de Mujeres Líderes A.G, integrada por profesionales y emprendedoras de La Serena y Coquimbo. En 2010 me adjudiqué un proyecto Explora “Mujeres en Ciencia de la Macrozona Norte” donde durante la jornada hubo invitadas de varias áreas científicas que dieron charlas e interactuaron con estudiantes de colegios y universidades regionales.

A pesar de los 10 mil kilómetros de distancia que separan Chile con Mozambique, Amirah sigue conectada con su país, sumándose a un grupo de talentosas mujeres de Mozambique que buscan que las nuevas generaciones no solo continúen con sus estudios, sino que también tratar de equilibrar las comunidades escolares, ya que hoy en día, por cada dos niños, hay una niña.

El cielo nocturno sin contaminación lumínica, a las afueras de la ciudad, motivó la curiosidad de Amirah Luna Izidine. A sus 15 años, en el Día de África, unos jóvenes expusieron sobre Astronomía en su colegio. Entre ellos estaba Dinelsa Machaieie, la primera doctora en esta disciplina de Mozambique. Este se transformó en un encuentro determinante para que Amirah escogiera quién quería ser en el futuro, ya que para llegar a ser Astrofísica, se convenció de venir a Chile.

Lamentablemente, la pandemia del Sars-Cov2 complicó sus planes. En las sucesivas cuarentenas, conoció a través de Facebook a divulgadoras y divulgadores, quienes la integraron a su grupo. Fue en este grupo donde dio sus primeros pasos en la investigación, tomando el nombre de “Detetives do cosmos”, grupo mozambiqueño que se sumó a las campañas de ciencia ciudadana de la “International Astronomical Search Collaboration”. Programa de Hardin-Simmons University, que les proporcionó información del Cinturón Principal de Asteroides, que los llevó a descubrir el cuerpo celeste rocoso “2021 TK43”, hallazgo corroborado en 2022 por la NASA.

En paralelo, comenzó en 2021 a estudiar Astronomía en la Universidad Andrés Bello (UNAB), como estudiante externa y en modalidad online. Sin embargo, por diversos motivos, no pudo oficializar su ingreso a la Universidad. Cuando estuvo a punto de rendirse y escoger otro país para estudiar, la Universidad de Santiago de Chile abrió la carrera de Astrofísica con mención en Ciencia de Datos, quienes analizaron su caso excepcional y la integraron a esta primera generación.

El camino no fue fácil, a pesar de sentirse afortunada por no sufrir los estereotipos de género aún presentes en su país. El esfuerzo de su madre ecuatoriana y su padre mozambiqueño, le permitieron acceder a una educación privada y no una pública, ya que en ésta última ella observaba la mayor brecha de género en Mozambique, realidad que no le es indiferente, integrándose a iniciativas que buscan revertir esta situación.

¿Las niñas tienen dificultades para estudiar ciencias en tu país?

Es difícil hablar de sesgos en la ciencia si a las niñas ni siquiera se les da la oportunidad de seguir sus estudios. Hay muchas que siguen en la educación secundaria, cuando a esa edad deberían estar en estudios superiores. Esto es porque se casan más temprano o porque tienen hijos o porque sus papás creen que deben estar en casa ayudando o en la misma agricultura. Entonces hay muchas problemáticas que hacen que particularmente las niñas no sigan sus estudios universitarios.

A nivel nacional, hay casi el doble de niños que niñas en la escuela. Esto se debe a la percepción de que los hombres son los que trabajan, son quienes deben contribuir a la parte económica en la familia y en la sociedad.

Hemos avanzado un montón considerando que nuestro país es nuevo, ni 50 años tenemos de independencia, pero el gobierno debe implementar acciones. Necesita erradicar este pensamiento retrógrado, transmitido de generación en generación, para que las niñas tengan una educación continua, inclusiva y de calidad, para poder ahí hablar de las niñas en ciencias. 

Si no tienen la oportunidad de estudiar, menos de elegir dedicarse a la ciencia

Claro, hay mucho que hacer. Hoy existe un programa llamado Girl Move Academy,  que ganó un premio de la UNESCO por promover la educación y el liderazgo femenino en Mozambique. Es como un intercambio. Yo, por ejemplo, recibí el curso Rise & Shine, en el cual participaron alrededor de 4000 mujeres más. Ahora me siento preparada y con herramientas para motivar a las generaciones futuras a estudiar.

Una actividad obligatoria del curso fue generar un círculo, que significaba buscar niñas más pequeñas que tú y mostrarles realmente qué es la educación, el por qué están yendo a la escuela, para que no lo hagan por obligación, sino por cuán lejos las puede llevar. Yo escogí niñas de 12 a 13 años, porque según estudios, es ahí cuando las niñas comienzan a perder la confianza, sienten que no son capaces y, por ende, terminan no estudiando lo que les gusta. La brecha de género en ámbitos científicos dice que comienza ahí, en la época en que mi país ellas comienzan la secundaria.

Participar de este programa fue una experiencia muy bonita. Nos presentamos, contamos nuestras historias y les dije que no estaba allá, sino que estudiando en Chile. Eso también es importante. Las niñas se quedaron muy interesadas y con ganas de aprender. Es muy gratificante estar contribuyendo al fortalecimiento de las niñas de mi país.

Es muy interesante que quieras tener un impacto positivo, como el que tuvo la Dra. Dinelsa Machaieie a tus 15 años

Ella fue un modelo a seguir. El hecho de que yo la conociera a los 15 años tuvo un gran impacto en mí y creo que lo va a seguir siendo. Es la primera persona haciendo esto. Me hizo pensar “si ella ha llegado tan lejos, yo también puedo”.

No es por nada que yo escogí niñas cercanas a esa edad, con el objetivo principal claramente de la educación, pero le puse mi toque, que es el lado científico. Les pregunté si ya sabían que quieren ser de grandes y una me dijo que quería ser médica y otra arquitecta. Siento que es porque en Mozambique no se conocen las carreras que existen en el mundo el día de hoy, solo las más conocidas. También trato de transmitirles esta realidad, mostrarles las oportunidades que tienen y los mil caminos posibles que pueden tomar y ofrece la ciencia.  

El pasado jueves 8 de junio se llevó a cabo el Seminario “Construyendo equidad de género en la PUCV: un desafío institucional”, organizado por la Dirección de Equidad de Género de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, junto al Consorcio Science Up, Ingeniería 2030 e InES Género.

Dentro de las autoridades universitarias, estuvo presente el rector PUCV, Nelson Vásquez, quien entregó unas palabras de bienvenida y también reflexionó sobre los avances y compromisos que tiene la Universidad en torno a las políticas de género.

Además, acudió al seminario, Yesika Herrera Soto, directora de la Dirección de Género de la PUCV; Leslie Pérez, directora Participación Femenina de la Facultad de Ingeniería PUCV; Luis Mercado, director ejecutivo del Consorcio Science Up y Broderick Crawford, vicedecano de la Facultad de Ingeniería PUCV.

También estuvo presente, Claudia Mejías, vicerrectora académica; Jimena Pascual, directora del Proyecto InES de Género y representantes de los sindicatos y centros de alumnos.

El objetivo de este encuentro fue generar un espacio de reflexión y diálogo en torno a la importancia de promover la equidad de género en la casa de estudio, así como dar a conocer el quehacer de los trabajos colaborativos entre la Dirección de Equidad de Género y los proyectos institucionales ya mencionados.

En ese sentido, se mencionó la realización de un diagnóstico institucional por parte de la Dirección de Equidad de Género, en base al cual se está construyendo la propuesta de política de equidad de género en la Universidad.

Igualmente, el seminario contó con la ponencia de Silvana Zanlungo, directora de Equidad de Género de la Pontificia Universidad Católica de Chile, titulada “Equidad de Género y sus desafíos para las universidades: la experiencia de la PUC”.

Al respecto, la experta valoró la instancia y señaló que, “todos los estudios demuestran y así ha sido la experiencia en nuestra universidad, que se requiere esta reflexión colaborativa donde participe toda la comunidad para poder elaborar una política que sea de la propia universidad, que refleje la cultura y a dónde se quiere avanzar”, declaró.

En tanto, Leslie Pérez, directora de Participación Femenina de la Facultad de Ingeniería PUCV, enfatizó la importancia de poder conocer la experiencia de la PUC, ya que “pudimos entender cuál es el camino que ellos han seguido, en términos de las iniciativas y cómo están buscando promover también la equidad dentro de sus espacios de toma de decisiones. Este tipo de instancias nos permite estar en un mejoramiento continuo”.

Además, durante la oportunidad, el Eje de Liderazgo y Participación Femenina (LPF) del Consorcio Science Up realizó el lanzamiento de las “Guías de Buenas Prácticas: para el uso del lenguaje no sexista”, a cargo de la coordinadora general de Science Up, María José Henríquez. Sobre ello, la coordinadora indicó que: “esperamos aportar a la producción de espacios más igualitarios entre los géneros a través de la socialización de estas guías, en las que son revisados conceptos fundamentales en torno a la perspectiva de género a fin de iniciar un trabajo de reflexión y aprendizaje de conceptos útiles a la hora de proyectar escenarios de equidad.

Descarga las Guías de Buenas Prácticas aquí.

Por su parte, Yesika Herrera Soto, directora de la Dirección de Género de la PUCV destacó esta presentación, agregando que “sin duda esta guía metodológica de buenas prácticas en torno al género, va a ser un aporte no solo para las facultades de ciencias del Consorcio, sino que también un punto de partida para pensar cómo estas guías pueden empezar a compartirse con otras facultades y con otros integrantes de la comunidad, que no necesariamente son académicos, académicas y estudiantes”.

Finalmente, la actividad contó con más de 80 participantes, entre ellos; estudiantes, académicos/as, investigadores, quienes al final del encuentro pudieron realizar preguntas a la expositora.

Una obra que busca concientizar a la comunidad universitaria sobre la contribución de las mujeres en el progreso de la sociedad, gestando un espacio de reflexión permanente en el campus de la USACH.

Con la presencia de autoridades, académicos/as, funcionarios/as y estudiantes, se inauguró el 29 de mayo de 2023 el “Mural de la Mujer y Niña en la Ciencia”, iniciativa gestada por la Facultad de Química y Biología y la Facultad de Ciencia, a través de su Eje de Liderazgo y Participación Femenina (LPF) del proyecto Ciencia e Innovación para el 2030, Consorcio Science Up.

“Hay muchas mujeres científicas que han sido invisibilizadas y que han sufrido. Ahora están las condiciones un poco más dadas en occidente para que esto ya no sea una lucha, sino un trabajo conjunto, pero muchas mujeres en el mundo siguen luchando. Creo que este mural es extraordinario porque deja una nueva huella en la universidad, en la línea de nuestra política de igualdad sustantiva que es uno de los ejes de este gobierno universitario”, destacó el Rector Rodrigo Vidal Rojas.

Una obra que invitó a la comunidad a reflexionar sobre la contribución de las mujeres al progreso de la sociedad, reflejando en ella las figuras de destacadas científicas como Hipatia, María Sibylla y Marie Curie, mujeres emblemáticas que han sido una fuente de inspiración para innumerables generaciones a lo largo de la historia, generaciones que fueron representadas por la imagen de una niña. 

“Este mural refleja la creatividad y la unión de la ciencia con el arte, pero a través de una expresión deseada desde hace muchos años. Lo ideal es que cada vez que alguien pase por este mural, recuerde que las brechas de inequidad de género todavía persisten en la ciencia. Cuando solo evoque decir “qué bonito es el mural”, porque la equidad ya es parte de la vida cotidiana, entonces recién vamos a decir ‘la misión está cumplida’”, expresó la Decana Leonora Mendoza Espínola.

La muralla poniente de la Facultad de Química y Biología fue donde se plasmó esta pintura, mirando al decanato de la Facultad de Ciencia y a todo el campus universitario.

“Estamos muy contentos con la inauguración de este Mural de la Mujer y Niña en la Ciencia, que se encuentra frente al decanato de la Facultad de Ciencia y de lo que va a ser una futura plaza que también las reconozca, para que cada vez que las y los estudiantes de la Universidad de Santiago pasen corriendo a sus clases, reflexionen sobre la contribución de las mujeres a la ciencia”, rescató el Dr. Escrig.

El muralista de este proyecto fue Juan Pablo López Sepúlveda, pero el diseño fue realizado por Valeria Gálvez Salazar en 2021, quien fuera estudiante de la Facultad de Química y Biología y actualmente una destacada bioquímica. Ella participó con esta propuesta en el Concurso “Crea un logo sobre Liderazgo y Participación Femenina en Ciencias”, del Consorcio Science Up, resultando ganadora en la USACH.

“Desde muy pequeña estuve interesada en la ciencia y desde ese entonces me cuestioné lo poco que se visibilizaba a las mujeres. A mí me costó mucho tomar la decisión de estudiar ciencia, por eso decidí participar, porque quería que las niñas y jóvenes que lo vieran se dieran cuenta que no están solas, de que pueden estudiar ciencia porque hay muchas mujeres que nos representan, y esta era una forma de visibilizarlas”, señaló Valeria.

La obra fue realizada durante los primeros meses del 2023, pero las gestiones comenzaron el año 2022. Una iniciativa que surgió del Eje de Liderazgo y Participación Femenina (LPF) de la Universidad de Santiago de Chile, quien vio en el resultado del concurso el potencial para generar un mural de esta envergadura.

“Estoy muy contenta que el diseño haya surgido de una estudiante, ahora bioquímica, pues de alguna manera visibiliza de forma mucho más evidente nuestro rol como mujeres científicas”, expresó la coordinadora del Eje LPF en la Fac. de Química y Biología, Dra. Claudia Ortiz Calderón; a lo que la Dra. Paola Arias Reyes, coordinadora del Eje LPF en la Fac. de Ciencia, complementó “instala un espacio de reflexión permanente en la universidad, pues al verlo va a traer discusión, conversación y cuestionamientos, que es bueno que existan”.