Esta edición de los premios tuvo 3.148 nominadas y 123.172 votos en todo el mundo.
En el mes de agosto de 2023 – Globant, reconoció a Valentina Muñoz Zapata como ganadora en la categoría Rising Star en los Women that Build Awards 2023 en Chile. El premio es parte de la iniciativa de Globant para cambiar la realidad de la industria de IT y reducir la brecha de género al brindar más visibilidad a las mujeres que generan y contribuyen a crear un profundo impacto en el sector tecnológico.
La categoría Rising Star, que reconoce a la profesional del eje de Liderazgo y Participación Femenina UCN del Consorcio Science Up, premia a las mujeres que están comenzando una carrera en tecnología, a emprendedoras y fundadoras o co-fundadoras de startups con efectos positivos en las ofertas comerciales relacionadas con STEAM.
Al respecto, Valentina Muñoz afirmó que “estoy muy agradecida de haber recibido el premio Women that Build, es un gran honor que reconoce la destacada labor de las mujeres en áreas STEAM, y creo que este galardón simboliza nuestro impacto en una comunidad de mujeres líderes en sus campos, y lo más importante es que nos compromete a derribar estereotipos y a trabajar juntas por un mundo STEAM más equitativo.”
“Como equipo Consorcio Science Up UCN, estamos muy orgullosos de contar con una profesional de nivel y compromiso como Valentina, donde además de este reconocimiento que recibe, dentro de su equipo de trabajo se destaca como una líder activa y proactiva, teniendo excelente disposición para enfrentar cualquier tarea o desafío”, aseveró Pilar Gómez, Coordinadora Science Up en UCN.
Valentina Muñoz Zapata fue elegida como ganadora por un panel de jueces compuesto por figuras reconocidas como Denisse Goldfarb, profesora de posgrado de la UC. CEO y fundadora de The People Future; Bernardita Mazo, Gerente Sr. Comunicaciones y Relaciones Públicas. Chile, Perú y Ecuador en Mercado Libre y Mercado Pago y Marina Tannenbaum, fundadora de Easybots;
Esta edición de los Women That Build Awards contó con el apoyo de socios globales como NYSE, Salesforce, Women Corporate Directors, Udemy y CoachHub, junto con la promoción local de más de 40 organizaciones.
Las ganadoras recibirán un programa de coaching ejecutivo de CoachHub y una licencia comercial de Udemy para usar según su idioma, necesidades y proyecciones de carrera. Además, participarán como candidatas para la etapa global de los Women that Build Awards.
Dos estudiantes de la Facultad de Ciencia y una de la Facultad de Química y Biología llegaron a la gran final de la iniciativa “Academia Ingeniosas”, programa que tuvo su torneo final el sábado 26 de agosto. Una actividad que cerró esta serie de talleres y mentorías llevadas a cabo desde abril de 2023, la cual contó con la colaboración del Eje de Liderazgo y Participación Femenina (LPF)de la Usach.
“Son numerosos y valiosos los esfuerzos que diversas instituciones y organizaciones estamos realizando en el país, para fomentar el liderazgo y la participación femenina en las áreas de ciencia y tecnología. Generar colaboraciones en torno a objetivos compartidos es clave para aumentar el alcance e impacto de estas iniciativas”, destacó la coordinadora del Eje LPF de la Facultad de Ciencia, Dra. Carla Hernández Silva.
Esta actividad fue la que cerró la academia gratuita de la Fundación Ingeniosas, la cual tuvo como participantes a estudiantes de Educación Superior de la Región Metropolitana, con afinidad o una idea de emprendimiento STEM. Una edición orientada al cambio climático, que buscaba que las jóvenes pudiesen proponer y perfeccionar soluciones para una mejor gestión del agua, la cual se llevó a cabo desde abril hasta agosto de 2023.
En la final estuvo presente la profesional Natalia Agua León, quien les extendió el mensaje de felicitaciones del Eje LPF USACH, el cual se comprometió a seguir apoyándolas para que sigan adelante con sus iniciativas.
Filtrar los mares contaminados
Uno de los principales efectos de la industria salmonera es la resistencia bacteriana que genera en los lugares donde se desarrolla su producción, debido al uso prolongado de antibióticos que tiene un efecto directo en la calidad del agua, vida marina y salud de las personas. Fue este problema el que quiso abordar Javiera Gutiérrez López, estudiante de Química y Farmacia.
“Recuerdo que un domingo estábamos viendo en familia el típico “Lugares que Hablan” y el gran Panchito Saavedra estaba en un lago del sur de Chile. En ese momento, mi hermano gemelo hizo un comentario casual sobre la contaminación de la industria salmonera. Esa chispa de conversación me hizo pensar más en profundidad sobre el tema” relata.
A partir de esta problemática, propuso el desarrollo de un sistema de filtros de agua para mejorar la calidad del agua en las comunidades del sur, afectadas por la presencia de antibióticos provenientes de esta industria. Un proyecto que busca tener un impacto positivo en la salud de las personas, en las comunidades y el medio ambiente.
“En la USACH nos inculcan un rol social desde primer año y eso lo agradezco, hay tantas cosas que como estudiantes de la Facultad de Química y Biología podemos contribuir a mitigar el cambio climático, desde ecofarmacovigilancia -la profesora Pilar Sánchez es una conocedora del tema-, para visibilizar el tema, reducir los desechos y participar en la reforestación”, destaca.
Encauzar el agua pluvial
Parte de las preocupaciones que muchas estudiantes tuvieron antes de postular a esta academia, fue que su carrera no estuviese tan relacionada con la búsqueda de soluciones a la escasez hídrica. Fue el caso de Úrsula Sáez Parra, estudiante de Astrofísica con Mención en Ciencia de Datos de la Facultad de Ciencia USACH, quien finalmente aceptó el desafío.
“Es una de las cosas que me preocupan y encontré que se alineaba con mis intereses de aportar con mi granito de arena. En cierta medida me asustaba, ya que yo no tenía alguna idea para empezar y sentía que no merecía esa oportunidad. Aun así, me atreví y estoy orgullosa de la decisión que tomé, ya que nos transmitieron muchos conocimientos en torno al cambio climático y emprendimiento, que ahora puedo poner a prueba”, relata.
Su proyecto se enfocó en la recolección de agua pluvial en los techos de las casas de Peñaflor, con el fin de guiarla de manera más eficiente a las reservas de aguas subterráneas de la Región Metropolitana. Propuesta que está en etapa de prototipado, la cual tiene el potencial de postular a otras instancias de financiamiento.
“Este es un mundo un poco distinto a la investigación en astrofísica a la que me quiero dedicar, pero sin duda en el camino he conocido tremendas mujeres que me inspiraron a continuar por este rumbo, el cual espero compatibilizar a futuro con mi otra gran pasión. Agradezco a Ingeniosas por esta oportunidad que brinda a las mujeres interesadas en estos temas”, expresa.
Optimizar y automatizar el riego
En las primeras fases del emprendimiento, además de identificar el problema a resolver, se debe abordar en profundidad quien lo sufre. Para Isidora Alarcón Cereceda, estudiante de Pedagogía y Licenciatura en Educación para Física y Matemática de la Facultad de Ciencia, el problema fue el riego descontrolado de plantas en los hogares, identificando como usuarios no solo a quienes riegan en exceso, sino también a quienes se les olvida hacerlo.
“Mi proyecto consiste en un sistema de riego automatizado programable a partir de los niveles óptimos de humedad para las plantas. La idea es que se ahorre agua al activarse el sistema, el cual riega solo cuando la tierra de la planta está por debajo del nivel óptimo de humedad”, señala.
Una idea que surgió de sus estudios de Mecatrónica Educacional, donde no solo lo planteó como una forma eficaz para usarse en plantas, sino también en bebederos para mascotas, el cual cuenta puede complementarse con otras herramientas para generar espacios de cultivo más sustentables en sistemas controlados.
“Pienso utilizar todas las herramientas que me ha entregado esta experiencia en la educación, motivando a estudiantes a qué sus proyectos se pueden realizar, además de mostrarles que existen estos espacios, sobre todo para las mujeres en las ciencias, donde se les entregan conocimientos, herramientas y contactos con los que pueden trabajar y lograr sus objetivos”, finaliza.
El 10 de agosto en el Campus San Joaquín de la Pontificia Universidad Católica de Chile (PUC) tuvo lugar el encuentro de los Ejes de Liderazgo y Participación Femenina (LPF) de los proyectos de Ciencia 2030 de las regiones Metropolitana, Valparaíso, Concepción, Coquimbo y Antofagasta.
En representación del Consorcio Science Up, compuesto por la PUCV, UCN y USACH, asistieron las profesionales del Eje (LPF); Natalia Aguayo de USACH, Vania Riquelme de PUCV y Valentina Muñoz de UCN.
El objetivo del encuentro fue generar una instancia de diálogo en torno a las experiencias, desafíos y estrategias que cada equipo ha ido implementando en sus respectivas universidades.
Impresiones Science Up
“Creo que nuestro rol fue mostrar cómo nos articulamos de manera consorciada, y de qué manera llevamos a cabo las actividades entre tres universidades”, dijo Natalia Aguayo, profesional de LPF de USACH. Continuó mencionando que “lo que más destaco de este encuentro es poder nutrirse de otras iniciativas y formas de organización, es importante estar constantemente pensando en cómo realizar actividades que sean exitosas y que logren llegar a la comunidad universitaria”.
En tanto, Vania Riquelme, profesional de LPF de la PUCV, dijo que durante la instancia se pudieron “abordar en específico las iniciativas gestadas al interior de los ejes, profundizando en los desafíos que enfrentamos en su implementación, así como las estrategias levantadas para sortearlos y así, cumplir de mejor forma con los objetivos detrás de cada una de estas iniciativas o proyectos”.
“Dimos cuenta de que paralelamente a las actividades consorciadas, cada universidad, respondiendo a sus demandas o a su cultura institucional, también desarrolla a nivel interno otras iniciativas que no se replican en las otras universidades pero que sí tributan a los objetivos planteados en nuestro proyecto. Este punto permite evidenciar que las particularidades de las universidades también enriquecen el trabajo del Consorcio”, agregó Vania Riquelme.
En ese sentido, dentro de las actividades que cada Universidad ha llevado a cabo, por parte de la PUCV se encuentra el Ciclos de Charlas “Ciencia Maestra: ¿A qué se dedican las científicas?”, en el caso de UCN, se realizó el Encuentro de Mujeres en Ciencias “InspiraTé” y en USACH se inauguró el mural: “Mujer y niña en la ciencia”.
Por su parte, Valentina Muñoz, profesional LPF de UCN, destacó que “según el material expuesto por los otros equipos, el panorama de la subrepresentación femenina en el ecosistema CTCI es muy similar en las otras universidades y a pesar de los avances, todavía queda mucho camino por recorrer para disminuir las brechas de género en el desarrollo de las ciencias”.
En la oportunidad también asistieron representantes de los proyectos de Ciencias 2030 de la Universidad de Concepción (UdeC), Universidad de Valparaíso (UV), Universidad Técnico Federico Santa María (UTFSM), Universidad Andrés Bello (UNAB), Universidad Católica de Chile (UC) y la Universidad de Chile.
Entrevista serie “Nuevas Autoridades USACH”
Desde la didáctica de las ciencias experimentales se suma una nueva coordinadora a LPF Usach, quien plantea volcar la discusión en torno al género y la ciencia hacia el cuestionamiento de la integración de la mujer en la academia, para proyectar de manera más firme su real inclusión y lo que esto implica.
La Directora de Vinculación con el Medio de la Facultad de Ciencia de la Universidad de Santiago de Chile, Dra. Carla Hernández Silva, se suma al equipo del Consorcio Science Up como Coordinadora del Eje de Liderazgo y Participación Femenina (LPF) para esta facultad. Cargo que asume con entusiasmo para aportar en los desafíos actuales que enfrentan las mujeres en las áreas de ciencia y tecnología.
Su relación con la ciencia comienza en su infancia, cuando su abuelo, que era un aficionado de la astronomía le enseña a utilizar un telescopio. Fue ese interés lo que la llevó a estudiar física, cursando luego pedagogía para cambiar la forma en que las y los jóvenes se acercan a la disciplina.
Solo tuvo una profesora durante la carrera y esa realidad es la que hoy se cuestiona, pero no solo por la falta de mujeres, sino por lo naturalizada que estaba esta situación. “No tuve muchos referentes femeninos durante mi formación y creo que eso también fue y ha sido hasta ahora, una motivación para mis intereses de investigación y divulgación”, señala.
Luego de unos años trabajando en colegios, pudo ver la necesidad de cambios al interior del aula y en el contexto socioeducativo en general, por lo que decidió especializarse. Viajó a España, donde realizó un máster y luego un doctorado en didáctica de las ciencias experimentales, comenzando sus actuales líneas de investigación: el impacto del aprendizaje activo en la física y la formación docente en ciencia, en las cuales se ha dedicado a integrar la perspectiva de género.
En sus investigaciones ha abordado las experiencias formativas de las estudiantes de física a nivel escolar y universitario. “Un ambiente de aprendizaje que no sea inclusivo o que propicie la discriminación de género puede tener un impacto negativo en la percepción de autoeficacia de las mujeres hacia la física”, señala, concepto que hace referencia a la creencia acerca de las propias capacidades para desenvolvernos en contextos específicos, que en el caso de la física puede influir en las decisiones vocacionales o incluso en la deserción académica.
Desde esta mirada, hoy asume su nuevo rol en el Consorcio, proponiendo cambiar el modelo de la integración que históricamente ha estado asociado a la participación de la mujer en la academia, por uno que realmente se construya desde la inclusión y el respeto.
“Una de mis preocupaciones frente al tema del liderazgo y la participación femenina es que la mayoría de las medidas se enfocan en la integración de las mujeres y en fortalecer nuestras capacidades, pero dejan de lado las condiciones desiguales del entorno en el cual se espera que participemos. El problema de las brechas de género en ciencia no es sólo un tema de mujeres, y debe ser abordado por la comunidad académica en su conjunto para crear un ambiente más equitativo y realmente inclusivo”, puntualiza.
Frente a la motivación de las nuevas generaciones de niñas y jóvenes a sumarse a la ciencia, plantea que primero hay que cambiar la visión que la sociedad tiene de la misma, visibilizando mucho más las características del trabajo científico y las contribuciones que actualmente realizan las mujeres. Algo que plasmó en su libro de divulgación “¿Qué hacen las científicas?”, publicado por Editorial USACH.
“Hay que concebir la ciencia como un espacio donde todas y todos tienen la posibilidad de contribuir y desarrollarse, tanto en lo personal como en lo profesional, y desde diversas experticias. Es probable que más niñas se interesen y dediquen a la ciencia, si saben que pueden participar de ella desde sus diversos intereses, porque la ciencia es interdisciplinaria y ante todo, una actividad humana donde todas podemos contribuir. Para esto es que debemos seguir trabajando”, concluye.
Jornada para generar instancias de networking entre las alumnas, académicas y científicas de UCN.
El Eje de Liderazgo y Participación Femenina (LPF) de la Universidad Católica del Norte realizó su primer Encuentro de Mujeres en Ciencias InspiraTé: mujeres que transforman con ciencia e innovación, que tuvo como expositoras a las científicas Dra. Lorena Escudero (CICITEM), Dra. Pamela Chávez (Demolif SPA) y Dra. Claudia Nuñez (Innova Match Sens).
Exposiciones
La Dra. Lorena Escudero, Investigadora titular de Medio Ambiente del Centro de Investigación Científico Tecnológico para la Minería (CICITEM) expuso sobre la investigación de microorganismos, cómo las propiedades y cualidades de ciertas bacterias se pueden aplicar en la industria minera.
Por otro lado, Dra. Claudia Nuñez, académica de la Universidad Católica del Norte y CEO de Innova Match Sens, habló sobre la importancia de desarrollar ciencia con perspectiva de género, debido a que en muchas ocasiones las mujeres son mal diagnosticadas, como en el caso de la endometriosis, provocando que enfermedades como estas avancen exponencialmente en el sistema. Por ello, es que desarrolló un método, a través de sensores, para monitorear el ciclo hormonal y detectar a tiempo estas enfermedades.
Y finalmente, la Dra. Pamela Chávez, CEO de Demolif SPA, habló sobre el uso de la biología en la tecnología como definición principal para la Biotecnología, además, relató cómo los productos innovadores que desarrolla en su empresa se aplican en la minería para optimizar procesos, reducir costos y riesgos.
Impresiones
Al respecto, la gestora del Eje LPF, Valentina Muñoz, comentó que “en este encuentro tuvimos el privilegio de contar con tres expositoras, todas referentes científicas de la Región de Antofagasta. Cada expositora presentó un objeto que la identificaba, lo que permitió que pudiésemos conocer a la mujer que está detrás de esa exitosa científica, que con sus ideas y motivaciones transforman el mundo con su proyectos innovadores que han desarrollado a lo largo de su trayectoria”.
Así mismo, expresó su contento en relación a la alta convocatoria, lo cual da cuenta del interés que tienen las científicas en compartir sus trayectorias e historias, así también, las ganas de las alumnas, egresadas y académicas de compartir en estos espacios de networking.
Por otro lado, la Project Manager del Consorcio en la UCN, Pilar Gómez, enfatizó “ estos encuentros son muy necesarios ya que es una excelente oportunidad de conocer cómo la ciencia es aplicada y que sea a través de mujeres destacadas, referentes de la Región de Antofagasta, nos empuja a seguir trabajando en potenciar y fortalecer el posicionamiento de nuestras estudiantes de ciencias en el desarrollo de nuestro Norte”.
“El ambiente de la universidad ayuda mucho a generar nuevas rutas para llegar a un resultado” Gabriela Nuñez, tesista QyF UCN.
Gabriela Núñez, alumna de la carrera de Química y Farmacia de la UCN, realizó una visita al laboratorio de Drug Delivery de la Facultad de Ciencias Químicas y Farmacéuticas de la Universidad de Chile, el pasado 24 y 25 de julio, junto a sus profesores Dr. Wai-Houng Chou y Viviana Vera, en el marco de la pasantía “Explora Más Allá de Tus Fronteras” del Consorcio Science Up.
Esta visita fue el pie inicial de la pasantía de investigación mencionada, adjudicada por los docentes y la alumna, con la finalidad de realizar su tesis de pregrado en la Universidad de Chile para consolidar la investigación y estrechar la colaboración entre los docentes y sus unidades académicas.
Al respecto, la tesista comentó que las oportunidades que ofrece el Consorcio Science Up para los alumnos son de suma importancia para generar conexiones con otras entidades académicas, profesores y estudiantes del área.
“Gracias a la pasantía tengo la posibilidad de adquirir más conocimientos, herramientas y capacidades para realizar mi tesis. El ambiente de la universidad ayuda mucho a generar nuevas rutas para llegar a un resultado, y aunque sé que todo esto requiere de un sacrificio, trabajo y una gran responsabilidad de mi parte, vivirlo en primera persona es sin duda alguna una de las experiencias más enriquecedoras” agregó.
El profesor acompañante, Dr. Wai-Houng Chou, por su parte, aseguró que las pasantías e intercambios estudiantiles son instancias muy enriquecedoras para los estudiantes y profesores. Más aún, cuando involucran actividades de investigación y que contribuyen al trabajo de titulación de los mismos estudiantes.
“En esta instancia, gracias a la adjudicación del Concurso “Explora más allá de tus fronteras” del Consorcio Science Up, posibilitó que Gabriela pudiese viajar a realizar su pasantía de investigación asociada con su tesis de pregrado. Esto, sin duda, nos permite generar la colaboración entre los distintos docentes involucrados y, más importante aún, permitirá a Gabriela conocer las realidades e interactuar con estudiantes y profesores de otros laboratorios y universidades, como también, ampliar su conocimiento y permitir que se empape de lo que se está haciendo actualmente en las Ciencias Farmacéuticas”, agregó.
Esta pasantía se efectuará durante los meses de julio a septiembre y se desarrollará en el marco de la Tecnología Farmacéutica, aplicando nuevas estrategias de elaboración de formas farmacéuticas para la disposición de antibióticos de uso tópico, a través de nanopartículas lipídicas, películas poliméricas híbridas y estrategias de impresión 2D.
Por Camila Retamal Contreras
Esta columna de opinión nace en el marco del curso electivo dictado en la Facultad de Ciencia y en la Facultad de Química y Biología: “Comunicación de la ciencia para público no científico”.
“Mujeres en la Ciencia” (Picture a Scientist) es un documental que expone a la luz los desafíos y obstáculos que se enfrentan las mujeres en el campo de la ciencia y su lucha constante por la equidad de género en este espacio. Por lo cual, esta obra cinematográfica, dirigida por Sharon Shattuck e Ian Cheney, tiene como principal propósito comunicar a través de experiencias las barreras sistemáticas y culturales que han limitado el avance de las mujeres en la ciencia.
Quizás para muchas personas la posibilidad de que las mujeres reciban menos reconocimiento por sus contribuciones científicas no sea tan relevante, ya que es muy difícil para muchos imaginarse a una mujer con un delantal blanco trabajando en un laboratorio y, de hecho, está demostrado que cuando se le ha pedido a un niño representar a una persona que se dedica en el campo de la ciencia, la mayoría de las representaciones son hombres.
Y en verdad no es culpa de la infancia tener estas concepciones sobre los científicos, los estereotipos de género en los medios de comunicación perpetúan la vista tradicional de las mujeres, y esto puede influir en las percepciones de los niños sobre nosotras, y es una de las reflexiones más importantes que suscita este documental, que es la persistencia de estas problemáticas en base al prejuicio y estereotipos arraigados en la sociedad, que influyen en la forma en que las mujeres son percibidas y valoradas en el ámbito científico, tecnológico, matemático, etc. Hemos vivido por siglos en un sistema donde el hombre ha sido el principal protagonista de los cambios y la evolución.
Un ejemplo canónico es el de Rosalind Franklin, su contribución fue fundamental para el descubrimiento de la estructura del ADN, pero en su momento no fue reconocida por tal hecho, después de su muerte la comunidad científica recién se había dado cuenta de que se le negó injustamente la autoría del artículo original de Crick y Watson. Aunque ella no fue la primera ni la última en atravesar este tipo de discriminación.
Pero, por otra parte, “Mujeres en la Ciencia” les demuestra a otras mujeres la importancia de la representación y el poder del modelo femenino, porque cuando las mujeres vemos a otras mujeres siendo exitosas en la ciencia, se crea una percepción de que nosotras podemos llegar a ser exitosas, alcanzar logros y por sobre todo desafiar estereotipos.
Me impresionó ver la resiliencia y la determinación de las científicas entrevistadas, ya que, a pesar de los desafíos y los obstáculos que enfrentaron, siguieron adelante con su trabajo científico y abriendo camino para las generaciones futuras, para hombres y mujeres, porque si bien la iniciativa es hacernos notar en este campo, tampoco es mirar en menos al otro, hay que lograr una verdadera igualdad de oportunidades y de género.
Todos somos parte del cambio, en construir entornos inclusivos y seguros, es de suma urgencia tratar estos temas y es un recordatorio poderoso del cual todavía hay mucho trabajo por hacer y lograr. La comunicación de estos problemas y la visibilización de estas barreras permiten generar cambios en las políticas, ya que se evidencian las consecuencias.
Gracias a esto se pueden sentar bases y medidas concretas para la construcción de una comunidad científica más equitativa, en términos de género, raza y origen étnico. Es importante tener una visión reveladora, porque nos incita a reflexionar sobre nuestras propias percepciones y acciones, y nos impulsa a trabajar juntos para un futuro más equitativo y justo.
“Creo que una de las dificultades propias de una candidatura es poder tener el respaldo de mis colegas”.
Niris Cortés Pizarro, autoridad universitaria perteneciente al Eje de Gobernanza del Consorcio Science Up, se consolidó como decana de la Facultad de Ciencias del Mar de la Universidad Católica del Norte, en Coquimbo, durante el año 2022, convirtiéndose en la segunda mujer en llegar a este cargo en su unidad.
Bióloga Marina de profesión, madre de dos hijos y ex alumna de la Facultad de la que hoy está a cargo. Comenzó su carrera en el año 1998, cuando se recibió de la carrera de Biología Marina, trabajando en conjunto con quien fue su profesor guía de tesis en proyectos asociados a estudios de impacto y evaluación ambiental. Unos años más adelante, comenzó a hacer docencia estableciéndose como profesora planta en la Escuela de Prevención de Riesgo y Medio ambiente de la misma casa de estudios.
Fue Jefa de carrera en dos ocasiones, Encargada Docente durante siete años y Directora de Magíster en Gestión Ambiental durante otros seis años. Su último cargo, antes de ser decana, fue de Secretaria Docente de su Facultad, asesorando estrechamente al decano de ese entonces.
¿Cómo ha sido profesionalmente lograr llegar a un puesto con un alto nivel de responsabilidad, en un área donde la participación femenina es baja?
Efectivamente, en octubre del año pasado asumí como decana de la Facultad de Ciencias del Mar, soy la segunda mujer en asumir este cargo, y además, soy la primera ex alumna de la Facultad de Ciencias del Mar en ser Decana de la misma.
Antes que mí, hace unos 15 años atrás, la primera mujer en asumir este cargo fue Elisabeth Von Brand, por lo tanto, esto da cuenta de la poca presencia de mujeres en cargos de alto mando.
Llegar a este puesto necesitó una madurez profesional. En las diferentes instancias en las que tuve oportunidad de poder asumir cargos lo asumí con bastante responsabilidad, ya que significa ser parte de equipos multidisciplinarios para poder trabajar, y la madurez que uno va adquiriendo con el tiempo, la experiencia, saber socializar, cómo resolver problemas, siempre tratando de ser empático y liderar equipos, trabajando en conjunto con los colegas, entre otras cualidades, fue lo que me dio la confianza de poder plantearme ser candidata a este cargo y asumirlo.
Si se me hubiese dado esta oportunidad hace 10 años atrás, ni siquiera hubiese pensado en postular para un cargo de esa magnitud.
En relación a lo anterior, ¿qué la motivó a tomar un rol de líder en el área STEM?
Creo que, en mi caso particular, ser líder ha sido algo innato. Afortunadamente, tengo una formación desde mi hogar que siempre fue liderada por mujeres, y además, el hecho de creer en mis capacidades, aprovechar las oportunidades que se me dan o que se me brinda y ser perseverante ha generado en mí una seguridad para saber liderar en situaciones que lo ameriten.
¿Tuvo dificultades cuando se planteó la idea de ser decana de la Facultad de Ciencias del Mar? ¿Cuáles y cómo los enfrentó?
En un principio fue un grupo cercano de colegas que me plantearon la idea de presentarme como candidata a ser decana, sin embargo, también me había dado cuenta que, en el año que estuve acompañando al decano anterior, yo tenía ciertas características que me permitían liderar. El decano de ese entonces me fue dando las instancias para que yo pudiese tomar ciertas decisiones y hacer sugerencias para la facultad.
También, mi habilidad de hacer gestión, de conversar, de socializar, ser capaz de escuchar y ser paciente fue lo que me hizo dar cuenta de que podía hacerlo.
No he tenido dificultades hasta el momento desde que asumí este cargo, por supuesto que a lo mejor van a aparecer, y más de una, pero cuando me planteé la opción de presentarme como candidata, una de las cosas que me preocupaba era saber cómo llegar a todos mis colegas. Somos un cuerpo de 38 académicos en la Facultad de Ciencias del Mar, por lo que, hay que representar y escuchar a todos.
¿Cómo fue llegar a este cargo, siendo sucesora de Elizabeth Von Brand, la primera decana de la Facultad antes mencionada?
Fue un momento muy lindo cuando supe que había sido seleccionada. Estuve acompañada de un par de colegas que me acompañaron en la oficina a que fuese la hora en la que darían los resultados.
En ese momento de espera vinieron recuerdos a mi mente de cuando entré a la Universidad, cuando entré a estudiar Biología Marina, que me costó, porque la primera vez que di la prueba para entrar en aquella época no pude postular a la carrera, y luego en una segunda oportunidad pude entrar a biología Marina.
Mi familia estaba en la casa, así que, a los primeros que llamé y les dije que había quedado fueron ellos; mis hijos y mi marido.
Fue muy emocionante para mí en la ceremonia en que asumí como decana, porque fue mucha gente de la que ahora estoy a cargo, pero más que ser jefa, soy responsable como decana, porque muchas personas que me ayudaron a hacer mi tesis, a tomar las muestras, a analizar las mismas, como también la secretaria de la Facultad, que siempre me ayudó a hacer los trámites, y así, mucha gente que fue parte de mi camino estuvo presente en la ceremonia.
Y también, Elizabeth Von Brand, que participa en este proyecto Science Up, es una mujer líder y que trabaja fuertemente en el posicionamiento de la de la mujer en la ciencia, por supuesto que también su opinión, su experiencia, que además fue mi profesora en pregrado, ha sido mi ejemplo a seguir.
¿Cuáles son los desafíos que usted tiene por delante como decana de la Facultad de Ciencias del Mar y cuáles son las proyecciones que se plantea mientras dure su periodo?
Los desafíos que tengo como decana, en primera instancia, es modernizar toda nuestra orgánica de la Facultad de Ciencias del Mar, aunque ha crecido muchísimo en los últimos años.
Tenemos dos centros importantes de investigación, como es el Centro de Ecología y Manejo Sustentable de Islas Oceánicas (ESMOI) y el Centro de Investigación y Desarrollo Tecnológico en Algas (CIDTA).
Además, tenemos proyectos permanentes que apoyan a la investigación, vinculación, publicaciones, proyectos milenio, entre otros, por lo tanto, esto da cuenta de que somos una facultad que aporta con mucha investigación, por lo tanto, el ser decana de una facultad que aporta de manera importante a las ciencias es todo un desafío.
Tenemos que ir facilitando que todo esto siga aumentando en el tiempo y no decrezca y para eso hay que aportar con diferentes herramientas, gestionar las necesidades que tienen los diferentes investigadores, mejorar la docencia, innovar, resguardar que nuestros estudiantes tengan una educación de calidad, hacerles un acompañamiento y seguimiento para que logren sus metas y los podamos formar con un sello educativo importante.
Los desafíos son muchos y quiero avanzar y apoyar en todo para poder disfrutar de los resultados que se logren cumplir en este periodo, por lo tanto, el camino no es fácil, pero tenemos muchas ganas de hacer que las metas comprometidas para este período de decanatura, que termina en septiembre del año 2025, se cumplan.
La académica del Eje de Liderazgo y Participación Femenina del Consorcio Science Up y Doctora en Agricultura Genética de la Universidad de Tohoku, Japón, recuerda que desde sus años escolares siempre estuvo interesada en la biología, y así siguió su camino hasta ser una de las 10 estudiantes mujeres de su generación en la carrera de Licenciatura en Biología en la Universidad de Chile, graduándose en 1982. En el mismo año ganó una beca para cursar estudios de magíster en Genética en la North Carolina State University, Raleigh, EEUU. Una vez de vuelta en Chile, se desempeñó como encargada de la reserva “Las Chinchillas” en Aucó, Illapel, para el área de vida silvestre de CONAF.
Unos años más tarde, en 1985 se incorporaría como académica del Departamento de Biología Marina de la Universidad Católica del Norte en Coquimbo, donde se ha desempeñado ininterrumpidamente hasta la actualidad, llegando incluso a ser la primera Decana de la Facultad de Ciencias del Mar entre los años 2005 y 2007.
Sin embargo, es notable el hecho de que existen pocas referentes femeninas en el mundo de las ciencias, debido a la brecha de género, y que perpetúa en la actualidad.
¿Cómo fue para ti estudiar y ejercer en un rubro donde las mujeres tienen baja participación, y en ocasiones, no son valorizadas?
Siempre fui estimulada por mis padres a estudiar lo que me gustaba y la biología era mi fascinación desde el colegio, por lo que, nunca me pusieron límites para estudiar.
Cuando ingresé como estudiante a la universidad éramos 10 mujeres y 40 hombres, sin embargo, no sentí trato diferencial durante esos años, incluso cuando gané unas becas de postgrado, jamás me cuestioné contra quiénes estaba compitiendo. La única vez que tuve la sensación de ser discriminada por ser mujer, fue cuando hice mi doctorado en Japón.
¿Qué te motivó a tomar un rol de líder en el área STEM cuando asumiste como primera decana de la Facultad de Ciencias del Mar entre el 2005 y 2007?
El gran desafío de asumir como primera decana mujer en la Facultad de Ciencias del Mar fue grande, pero antes de llegar a este cargo fui Jefa de Carrera, Directora del Programa de Magíster en Ciencias del Mar y Presidenta de la Asociación Gremial de Académicos. Esto me ayudó a asumir este desafío. Fue difícil enfrentarme a los colegas del consejo superior, que eran todos hombres, y que al comienzo me veían un poco como una rareza, porque no solo era mujer, también tenía un doctorado. Pese a eso, de a poco me fueron incluyendo. Posteriormente, se sumaron dos decanas más, una de la Facultad de Ciencias y una de la Facultad de Humanidades.
¿Cuáles fueron los principales desafíos a los que te enfrentaste cuando asumiste como primera decana de la Facultad de Ciencias del Mar?
Enfrentar prejuicios, ya que se espera que seamos Jefas de Carrera, pero no autoridades superiores. Sin embargo, la parte más compleja fue conciliar la vida familiar con el cargo, ya que tenía un bebé, y muchas de las actividades de representación, de las que debía participar, eran después del horario de trabajo. Además, mi esposo estaba haciendo su Doctorado en USA y tuve que buscar soluciones creativas ante esta situación. Uno de los logros diferenciadores de mi decanatura es que nombré mujeres en los cargos de confianza, como a la Dra. Karin Lohrmann, como Secretaria Docente y a la profesora Gloria Martínez, como Secretaria de Investigación.
Al asumir como primera decana de la Facultad de Ciencias del Mar se marca un hito y precedente histórico, siendo así un referente para futuras generaciones de científicas. ¿Cuál es la huella que quieres dejar con tu legado?
Como mujeres somos capaces de desempeñar todo tipo de cargos, tenemos liderazgos diferentes, probablemente más inclusivos, y esta huella ya marcada es la que abrió el camino a que 15 años después de este hito tenemos una segunda Decana mujer de la Facultad de Ciencias del Mar, y que es una exalumna de la carrera de Biología Marina.
Por último, ¿cuáles son los desafíos y proyecciones que tienes por delante como persona y profesional?
Llevo 38 años en la UCN, he recorrido un largo camino, pero es fascinante encontrar desafíos en este mundo cambiante. Ahora, me he estado dedicando a entregar mis experiencias a niñas y mujeres que están iniciando su camino en el área de las ciencias.
Me gusta hacer clases y estoy involucrada en la investigación de Sistemas de Producción Biointegrados; que pueden ser una buena alternativa en vista al cambio climático y la enorme escasez hídrica. Por otra parte, soy la presidenta del Comité de Ética Científica de la UCN de Coquimbo desde 2016, por lo que mis formaciones hoy en dia van en la línea de la Bioética, además, participo con entusiasmo del proyecto Science UP, del cual soy parte del eje de LPF desde 2020.
Finalmente, mi interés por abrir el camino a mujeres, que tal vez no han tenido el apoyo familiar que tuve yo, y oportunidades de formación, nació temprano en mi desempeño como docente de la UCN. Desde 2004 he participado en diversas reuniones de la APEC de mujeres. En 2005 fui socia fundadora de la Asociación de Mujeres Líderes A.G, integrada por profesionales y emprendedoras de La Serena y Coquimbo. En 2010 me adjudiqué un proyecto Explora “Mujeres en Ciencia de la Macrozona Norte” donde durante la jornada hubo invitadas de varias áreas científicas que dieron charlas e interactuaron con estudiantes de colegios y universidades regionales.
A pesar de los 10 mil kilómetros de distancia que separan Chile con Mozambique, Amirah sigue conectada con su país, sumándose a un grupo de talentosas mujeres de Mozambique que buscan que las nuevas generaciones no solo continúen con sus estudios, sino que también tratar de equilibrar las comunidades escolares, ya que hoy en día, por cada dos niños, hay una niña.
El cielo nocturno sin contaminación lumínica, a las afueras de la ciudad, motivó la curiosidad de Amirah Luna Izidine. A sus 15 años, en el Día de África, unos jóvenes expusieron sobre Astronomía en su colegio. Entre ellos estaba Dinelsa Machaieie, la primera doctora en esta disciplina de Mozambique. Este se transformó en un encuentro determinante para que Amirah escogiera quién quería ser en el futuro, ya que para llegar a ser Astrofísica, se convenció de venir a Chile.
Lamentablemente, la pandemia del Sars-Cov2 complicó sus planes. En las sucesivas cuarentenas, conoció a través de Facebook a divulgadoras y divulgadores, quienes la integraron a su grupo. Fue en este grupo donde dio sus primeros pasos en la investigación, tomando el nombre de “Detetives do cosmos”, grupo mozambiqueño que se sumó a las campañas de ciencia ciudadana de la “International Astronomical Search Collaboration”. Programa de Hardin-Simmons University, que les proporcionó información del Cinturón Principal de Asteroides, que los llevó a descubrir el cuerpo celeste rocoso “2021 TK43”, hallazgo corroborado en 2022 por la NASA.
En paralelo, comenzó en 2021 a estudiar Astronomía en la Universidad Andrés Bello (UNAB), como estudiante externa y en modalidad online. Sin embargo, por diversos motivos, no pudo oficializar su ingreso a la Universidad. Cuando estuvo a punto de rendirse y escoger otro país para estudiar, la Universidad de Santiago de Chile abrió la carrera de Astrofísica con mención en Ciencia de Datos, quienes analizaron su caso excepcional y la integraron a esta primera generación.
El camino no fue fácil, a pesar de sentirse afortunada por no sufrir los estereotipos de género aún presentes en su país. El esfuerzo de su madre ecuatoriana y su padre mozambiqueño, le permitieron acceder a una educación privada y no una pública, ya que en ésta última ella observaba la mayor brecha de género en Mozambique, realidad que no le es indiferente, integrándose a iniciativas que buscan revertir esta situación.
¿Las niñas tienen dificultades para estudiar ciencias en tu país?
Es difícil hablar de sesgos en la ciencia si a las niñas ni siquiera se les da la oportunidad de seguir sus estudios. Hay muchas que siguen en la educación secundaria, cuando a esa edad deberían estar en estudios superiores. Esto es porque se casan más temprano o porque tienen hijos o porque sus papás creen que deben estar en casa ayudando o en la misma agricultura. Entonces hay muchas problemáticas que hacen que particularmente las niñas no sigan sus estudios universitarios.
A nivel nacional, hay casi el doble de niños que niñas en la escuela. Esto se debe a la percepción de que los hombres son los que trabajan, son quienes deben contribuir a la parte económica en la familia y en la sociedad.
Hemos avanzado un montón considerando que nuestro país es nuevo, ni 50 años tenemos de independencia, pero el gobierno debe implementar acciones. Necesita erradicar este pensamiento retrógrado, transmitido de generación en generación, para que las niñas tengan una educación continua, inclusiva y de calidad, para poder ahí hablar de las niñas en ciencias.
Si no tienen la oportunidad de estudiar, menos de elegir dedicarse a la ciencia
Claro, hay mucho que hacer. Hoy existe un programa llamado Girl Move Academy, que ganó un premio de la UNESCO por promover la educación y el liderazgo femenino en Mozambique. Es como un intercambio. Yo, por ejemplo, recibí el curso Rise & Shine, en el cual participaron alrededor de 4000 mujeres más. Ahora me siento preparada y con herramientas para motivar a las generaciones futuras a estudiar.
Una actividad obligatoria del curso fue generar un círculo, que significaba buscar niñas más pequeñas que tú y mostrarles realmente qué es la educación, el por qué están yendo a la escuela, para que no lo hagan por obligación, sino por cuán lejos las puede llevar. Yo escogí niñas de 12 a 13 años, porque según estudios, es ahí cuando las niñas comienzan a perder la confianza, sienten que no son capaces y, por ende, terminan no estudiando lo que les gusta. La brecha de género en ámbitos científicos dice que comienza ahí, en la época en que mi país ellas comienzan la secundaria.
Participar de este programa fue una experiencia muy bonita. Nos presentamos, contamos nuestras historias y les dije que no estaba allá, sino que estudiando en Chile. Eso también es importante. Las niñas se quedaron muy interesadas y con ganas de aprender. Es muy gratificante estar contribuyendo al fortalecimiento de las niñas de mi país.
Es muy interesante que quieras tener un impacto positivo, como el que tuvo la Dra. Dinelsa Machaieie a tus 15 años
Ella fue un modelo a seguir. El hecho de que yo la conociera a los 15 años tuvo un gran impacto en mí y creo que lo va a seguir siendo. Es la primera persona haciendo esto. Me hizo pensar “si ella ha llegado tan lejos, yo también puedo”.
No es por nada que yo escogí niñas cercanas a esa edad, con el objetivo principal claramente de la educación, pero le puse mi toque, que es el lado científico. Les pregunté si ya sabían que quieren ser de grandes y una me dijo que quería ser médica y otra arquitecta. Siento que es porque en Mozambique no se conocen las carreras que existen en el mundo el día de hoy, solo las más conocidas. También trato de transmitirles esta realidad, mostrarles las oportunidades que tienen y los mil caminos posibles que pueden tomar y ofrece la ciencia.