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El científico, que hoy se dedica a impulsar diversas actividades relacionadas al mundo del emprendimiento y la innovación, se refiere a la importancia de una iniciativa como Science Up para vincular a las facultades de ciencias con la sociedad y el sector productivo.

Pablo Zamora, bioquímico de la Universidad de Santiago de Chile (USACH) y cofundador de la reconocida startup The Not Company, hoy también es parte del Directorio Estratégico del Consorcio Science Up, desde donde acompaña el trabajo realizado por el Comité Ejecutivo como uno de los tres representantes del sector privado. 

Su experiencia de éxito al fundar una de las empresas más innovadoras de Chile y el mundo, es un claro ejemplo de cómo la ciencia puede vincularse con el sector productivo para resolver problemáticas sociales. “Es necesario reenfocar el tipo de investigación que hacen las facultades de ciencias y, de esa forma, impactar a la sociedad en temas que le atañen y que son urgentes”, explica.

 —Actualmente, ¿cuál cree que es el mayor desafío o dificultad a la hora de vincular a las facultades de ciencias con el sector privado?

—El gran desafío está relacionado con multifactores. Uno de ellos es la vocación de la investigación que se hace en las facultades de ciencias, donde hay un enfoque bastante ortodoxo respecto a cómo se mira la ciencia y siento que a veces no existe la vocación de poner el conocimiento al servicio de problemáticas industriales. El mix match entre las capacidades intelectuales de los grupos de investigación, versus la voluntad de esos propios grupos de resolver problemáticas que están afuera en la sociedad. 

Y por otro lado, debido a esa falta de visión, muchas veces el sector privado no tiene conocimiento sobre lo que hacen las facultades de ciencias, ni cuenta con profesionales dentro de las empresas que permitan visualizar el rol y la relevancia de lo generado desde la academia para ser implementado en el sector productivo. Hay una distorsión en la comunicación, en el foco y el entendimiento de ambas partes.

—¿Cuál es la importancia de que existan iniciativas como Science Up y de qué manera se debería enfocar el trabajo para avanzar en este escenario? 

—Iniciativas como Science Up, que trata de generar capacidades para aumentar la relación entre el mundo académico de las facultades de ciencias y el mundo privado, son sumamente importantes, no solamente porque impulsan competencias en el alumnado, sino también porque pueden generar una narrativa que permita que estos mundos se encuentren. Al mismo tiempo, provoca que la gente perciba el valor de generar vínculo entre la sociedad con un articulador, que en este caso es la universidad, y el usuario de una potencial tecnología.

Es importante que esto ocurra, y que estas capacidades y las distintas competencias sean bien articuladas. Para vincularse con el sector privado no solo basta con tener conocimiento, sino que hay que entender las dinámicas de la implementación de la tecnología, así como los tiempos, los presupuestos, la economía. Por lo mismo, se requieren una serie de atributos para perfilar correctamente esas voluntades y esa vocación de poner el conocimiento al servicio de un sector productivo. 

—¿Cuán importante es vincular a la comunidad alumni con el trabajo que se hace en las facultades?

—Cada uno de los alumni ha recorrido su propio camino y muchos de ellos se encuentran en la vereda de enfrente, es decir, en el sector productivo. Por lo tanto, es una diáspora fuera de la universidad, que puede catalizar ciertos procesos. Es importante que tengan un rol activo, pero no solo de manera individual, sino que puedan ser concertados en algún tipo de orgánica que permita desarrollar el lenguaje común que tiene que existir entre el mundo académico aplicado y el mundo de la tecnología propia de la industria.

En este caso, pueden jugar un rol importante solo si son capaces de articularse a través de un eje que les de una conducción desde el punto de vista del desarrollo técnico y científico y, al mismo tiempo, permita que las demandas del sector tengan resonancia con estas capacidades que están contenidas en las facultades de ciencias.

—¿Por qué es necesario mantener informada a la sociedad civil respecto a las investigaciones científicas y al trabajo que se hace en la academia?

—Creo que la gente debe mantenerse informada, no solamente de lo que ocurre en torno a los avances científicos, sino que también tienen que ver reflejada una mejora en su calidad de vida. Para eso, es necesario reenfocar el tipo de investigación que hacen las facultades de ciencias y, de esa forma, impactar a la sociedad en temas que le atañen y que son urgentes al ciudadano que, finalmente, paga las contribuciones y los impuestos para que la investigación científica del mundo público funcione. 

Por lo mismo, creo que debiese haber una responsabilidad inherente por parte de los investigadores de hacerse cargo de las problemáticas sociales y no solo de resolver curiosidades individuales. Es importante que esta mentalidad exista, que se sientan responsables y parte de la sociedad para poder disponer del conocimiento y resolver los desafíos existentes en Chile. 

Esta nueva edición se realizará de manera 100% virtual y mantendrá el método formativo de años anteriores, en un formato “bootcamp”, orientado a adquirir conocimientos a través de la práctica. Science Up entregará becas a estudiantes de postgrado asociados a las universidades del Consorcio (UCN – PUCV – USACH)

El Programa de Doctorado en Acuicultura de la PUCV y Ceinnova PUCV, en colaboración con la U. de Chile y la U. Católica del Norte, invita a participar del Curso Intensivo de Herramientas de la Innovación para la Acuicultura versión 2021.

El foco de formación de este año estará puesto en la innovación medioambiental en el sector Acuícola, como herramienta fundamental para abordar los futuros desafíos de la industria y continuar produciendo alimentos saludables de una manera sustentable.

Este curso está orientado a:

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IMPORTANTE: Science Up entregará becas a estudiantes de postgrado asociados a las universidades del Consorcio (PUCV – USACH – UCN). Para más información, contáctate con el/la Director/a de tu Programa de Postgrado. Ellas/os te informarán sobre cómo postular a las becas de manera interna.

“Es necesario tener una visión país que incluya a la naturaleza, al medio ambiente, a nuestro entorno, y que vaya muchísimo más allá de la visión extractivista actual y pasada”, explicó el académico de Instituto de Química de la PUCV.

Fuente: Facultad de Ciencias PUCV

En julio de este año se dio inicio a las sesiones de la Convención Constitucional, donde se deberá redactar la carta que sentará las bases para el futuro de nuestro país. Esta instancia abre las puertas para poder dar importancia a diversos temas que, quizás, no están siempre en primera línea dentro de los debates.

En este escenario, conversamos con el Docente del Instituto de Química de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso (PUCV), Dr. Andrés Sarrazín, para conocer qué rol cree que debería tener la ciencia en la nueva Constitución.

—¿Le gustaría que la ciencia estuviera presente en la nueva constitución?
—Evidentemente que sí. De partida, con científicos o científicas como constituyentes. Y hasta donde sé, hay dos científicas, una del norte y otra del sur.

¿De qué forma?
—Me gustaría ver la ciencia en la base de toda discusión, mediante el uso de evidencia científica cuando sea necesaria. También como un derecho como chilenos a conocer y estudiar nuestro territorio, nuestra biodiversidad, nuestros recursos, para protegerlos haciendo un buen uso y no abuso de ellos. No podemos proteger lo que no conocemos. Es necesario tener una visión país que incluya a la naturaleza, al medio ambiente, a nuestro entorno, y que vaya muchísimo más allá de la visión extractivista actual y pasada.

¿Cree que la actual pandemia pandemia podría afectar de forma positiva la aparición de la ciencia en este nuevo proceso constituyente?
—La verdad no. La pandemia de hecho puede ser una nueva justificación para quitarle más recursos a la Ciencia, a pesar de lo ilógico que suene. En cuanto a eso, espero que una nueva Constitución le devuelva la lógica a las decisiones que tomamos como país. Que recuperemos algo del sentido común que hemos perdido (si es que alguna vez lo tuvimos) como nación.

¿Qué elementos son necesarios para el buen desarrollo de la ciencia en nuestro país?
—Primero, considerar lo que dice la Ciencia al tomar cualquier decisión que la involucre, como por ejemplo el uso de recursos renovables o no renovables. Segundo, financiarla. Y cuando digo financiarla me refiero a destinar fondos que permitan su crecimiento, el nacimiento de nuevas áreas, su vinculación con la producción, la creación y la educación, la creación de empleos, todo esto sostenido en el tiempo, más allá de lo que decida el gobierno de turno. Tercero, fomentarla, hacerla atractiva, no exitista, promover la curiosidad, los desafíos, las proyecciones a largo plazo. Y cuarto, descentralizarla, tanto a nivel territorial como a nivel temático. Expandir el conocimiento.

¿Cómo visualiza el futuro de la ciencia en Chile?
—Honestamente, no puedo visualizarlo. En mi experiencia siento que seguiremos luchando contra la adversidad, premiando a unos pocos, olvidando las regiones, promoviendo la continuidad, el paper por sobre las ideas. Pero no puedo negar que el proceso constituyente me da esperanzas, quizás no a corto plazo, pero sí como un proceso que recién comienza.

El proceso constituyente ya está en marcha y en un plazo máximo de 12 meses, los más de 155 personas electas popularmente para la redacción del nuevo texto para la nueva Constitución. Luego, se volverá a realizar un plebiscito para saber si los chilenos y chilenas aprueban o rechazan la nueva propuesta para nuestra Carta Magna.

Lee la nota en su portal original PUCV.

“Llega un momento, sobre todo con hijos, que a las mujeres nos cuesta encontrar tiempo para producir científicamente y eso repercute directamente en los índices de contrataciones”. 

Desde niña, Joseline Tapia sentía atracción por las distintas ramas de la Ciencia, sin embargo, no siempre estuvo segura de dedicarse a la Geología: “Mi papá es geólogo, por lo que yo ya conocía la carrera, pero específicamente no me gustaba su especialidad, ya que él está enfocado en la minería”, explica. 

Por lo mismo, en primera instancia entró a estudiar Arquitectura, pero pronto descubrió que su verdadera pasión eran las rocas, los laboratorios y las salidas a terreno. “Lo que más me gusta de la Geología es su aplicación: puedes viajar, trabajar en todas partes del mundo y descubrir el planeta a través de la tierra, así que me he dedicado a los estudios ambientales o al impacto de la actividad minera en aguas, suelos y otros materiales superficiales terrestres”.  

Hoy, es doctora en Ciencias mención Geología de la Universidad de Chile y Docteur en Hydrologie, Hydrochimie, Sols et Environnement de la Université Paul Sabatier. Además, es académica del Departamento de Ciencias Geológicas de la Universidad Católica del Norte, donde dicta clases de Geoquímica y participa en varios proyectos de investigación. Al mismo tiempo, es una de las coordinadoras del Eje de Liderazgo y Participación Femenina del Consorcio Science Up. 

—¿Cuál ha sido tu experiencia como mujer en el mundo de la Geología?

—En general, al estudiar la carrera de Geología, el ambiente es bastante homogéneo: 40 por ciento mujeres y 60 por ciento hombres. Sin embargo, al iniciar las investigaciones o comenzar los doctorados el número de mujeres disminuye notablemente, y son muy pocas las que alcanzan puestos de liderazgo. Desde ese punto, lo difícil es compatibilizar las exigencias que tiene un mundo tan masculinizado con las labores del hogar. Llega un momento, sobre todo con hijos, que a las mujeres nos cuesta encontrar tiempo para producir científicamente y eso repercute directamente en los índices de contrataciones. 

La mayoría de los índices te miden por cuántos papers publicas al año y, para las mujeres, es muy difícil mantener un ritmo de publicaciones competitivo, sobre todo los dos años después de tener un hijo. De hecho, durante la pandemia nosotras también hemos bajado nuestros índices de manera importante, lo que no ha ocurrido con los hombres que están en cualquiera de las disciplinas científicas. 

—El propósito principal del Consorcio Science Up es impulsar capacidades de innovación, emprendimiento y transferencia tecnológica, ¿cómo podemos vincularlo con la Geología?

—Esta es una arista que creo que falta desarrollar en el ambiente universitario. Se tiende a dar prioridad a los proyectos de investigación financiados por alguna entidad estatal y se posterga la posibilidad de desarrollar proyectos con industrias. Por lo mismo, sería muy beneficioso para nuestras instituciones que, a través de Science Up, podamos potenciar la investigación aplicada en colaboración con el sector privado. Creo que eso se puede transformar en un punto fuerte para no depender tanto del Estado, cuyo aporte tiende a ser variable, ya que depende de cómo se encuentra la economía del país. 

—También eres una de las coordinadoras del eje de Liderazgo y Participación Femenina de Science Up, ¿qué te parece este tipo de instancias y cómo se puede seguir avanzando?

—Este es un tema muy necesario. Muchas veces en las universidades se cuenta con poca información o bases de datos confiables respecto al número de mujeres en cada facultad o a las acciones que se han llevado a cabo para disminuir las brechas de género. Recién se le está empezando a dar la importancia que tiene, por lo que este eje de Science Up va a servir para establecer una línea base que nos permita ir mejorando a futuro.

Actualmente, se tiende a solicitar que en cada instancia que se lleva a cabo, como en el claustro de doctorado o magíster, debe haber un número equitativo entre mujeres y  hombres. Pero el problema es que, al menos en Geología, solo somos tres mujeres y debemos estar en todas las comisiones, lo que significa que trabajamos el doble. Como los hombres son muchos más, ellos tienen la posibilidad de repartirse las obligaciones, pero nosotras tenemos que estar en todas. Claramente debemos impulsar la contratación de más mujeres científicas y que realmente exista una paridad de género, así se despresuriza a las que estamos actualmente, por lo que el trabajo de Science Up es primordial. 

—¿Qué consejo le darías a las jóvenes científicas que recién están partiendo o que aún no se deciden a estudiar una carrera científica?

—Les diría que, si les atrae alguna carrera científica, que se atrevan, porque ahora tienen muchas más facilidades que en el pasado. No digo que sea más fácil, pero hay mejores condiciones. Actualmente, existen científicas que les pueden informar sobre los distintos aspectos de una especialidad, mujeres que pueden ser sus mentoras. Personalmente, no tuve la oportunidad de admirar a alguna profesora, porque casi no tuve, por lo que creo que hoy deben aprovechar eso, la capacidad de inspirarse y tener modelos a seguir.   

“Estamos en condiciones de abrir la primera carrera de astrofísica del país, que además incorpora novedosas herramientas del área de la ciencia de datos, en línea con los objetivos que busca el Consorcio Science Up”, subrayó el decano de la Facultad de Ciencia, Dr. Juan Escrig Murúa.

El pasado martes 27 de julio, en sesión extraordinaria, la Junta Directiva de la Universidad de Santiago de Chile aprobó la creación de dos nuevas carreras de pregrado. Se trata de Ingeniería Civil en Geomensura y Geomática, y Astrofísica con Ciencia de Datos, pertenecientes a las Facultades de Ingeniería y Ciencia, respectivamente.

Cada proyecto surge por iniciativa de académicos/as, planes estratégicos de departamentos, facultades  y de la propia Institución, en respuesta a los nuevos desafíos del medio. “Nacen luego de múltiples análisis donde se socializan los aspectos que deberían tener y se cuenta con el apoyo de personal especializado”, sostuvo la presidenta de la Junta Directiva,  Dra. María Jesús Aguirre Quintana.

La Dra. Aguirre enfatizó que las propuestas deben tener una mirada de futuro, responder a las necesidades de nuestra sociedad y a rigurosos análisis de calidad.

“Esta es la manera en que la Universidad de Santiago proyecta su desarrollo y crecimiento armónico, donde cumple su misión de Institución estatal al servicio del país, y ofrece a la sociedad respuestas acorde a los tiempos y desarrollo científico y tecnológico que vivimos”, agregó.

Las iniciativas, continuó, deben sustentar soluciones para nuestra sociedad, no solo desde el punto de vista científico sino también integral, además de permitir ser focos de desarrollo para las y los jóvenes que se inserten en estas carreras -, pero sobre todo, ser polos de desarrollo para nuestro país y región.

Moderna y competitiva

Para nadie es un misterio que el país cuenta con todas las condiciones para el desarrollo de la Astronomía, reconocido como un laboratorio natural, lo que ha favorecido la instalación de nuevos observatorios astronómicos y el crecimiento de diversos centros de investigación dedicados a ella.

Por esto, la creación de la carrera de Astrofísica con Ciencia de Datos en la Usach, viene a satisfacer la demanda de los nuevos profesionales que requiere la sociedad, de quienes se espera sean fuertes en lo disciplinar, pero con competencias ingenieriles y en ciencia de datos.

“La Usach, como institución pública y estatal, acreditada por 7 años, no solo se suma a la formación de nuevos profesionales en el área de la astronomía, sino que además lo hace innovando con una carrera moderna y competitiva en el escenario actual”, subrayó el decano de la Facultad de Ciencia, Dr. Juan Escrig Murúa.

La autoridad reconoció que hace años esta Unidad Mayor  venía reflexionando sobre la posibilidad de abrir carreras y programas de postgrado en el área de la Astronomía. De hecho, dentro del Departamento de Física, existen académicas y académicos, principalmente del Grupo de Ciencia de la Tierra y el Espacio, que realizan investigación de frontera en esta área.

Asimismo, en los últimos años se han incorporado destacados docentes del área de Astrofísica, que sumados a colegas de otras unidades académicas, permitieron establecer el primer centro de investigación relacionado con esta temática en la Universidad: el Programa CIRAS.

Lo anterior, dijo la autoridad, permite estar en condiciones de abrir la primera carrera de astrofísica del país, que  además incorpora novedosas herramientas del área de la ciencia de datos, en línea con los objetivos que busca el Consorcio Science Up, al que pertenece la Facultad de Ciencia.

Para el Dr. Escrig, la creación de este programa de pregrado marca un hito en la Facultad, pues no solo permite ofrecer una nueva alternativa de formación, pertinente y de excelencia, a las nuevas generaciones, sino que además, implica abrir una carrera interdisciplinaria que surge de la sinergia entre sus dos departamentos, obviamente fortalecida con la experiencia de académicas y académicos de otras Facultades.

“La comunidad asociada a la Facultad de Ciencia está trabajando arduamente para posicionarla como referente nacional e internacional en las disciplinas que cultiva, con capacidad para reconocer y dar respuestas efectivas a las necesidades de la sociedad, ya que sabemos que tenemos el potencial para liderar en educación, ciencia y tecnología”, remarcó.

Creciente demanda

El proyecto de Ingeniería Civil en Geomensura y Geomática se viene gestando desde aproximadamente 2015, como una necesidad de dar un salto de calidad a su carrera predecesora que fue Ingeniería de Ejecución en Geomensura y por la creciente demanda en el mercado por contar con un profesional más amplio que aporte con una mirada desde la Ingeniería Civil.

En ese sentido, el decano de la Facultad de Ingeniería, Dr. Cristián Vargas Riquelme, señaló que su creación significa avanzar hacia la formación de profesionales altamente especializados, con múltiples conocimientos administrativos y científico-tecnológicos, que son necesarios en un área muy importante dentro de las Ciencias de la Tierra. Junto con ello, añadió, es relevante porque aumenta el número de Ingenierías Civiles de 5 años y medio.

“Estos profesionales aportarán al desarrollo económico y social de nuestro país, y serán idóneos al asumir desafíos propios de su especialidad, así como plantear mejoras que demanden desde la sociedad, con liderazgos, emprendimiento e innovación en la gestión de los complejos problemas que plantea el territorio asociado a las Ciencias de la Tierra”, puntualizó el Dr. Vargas.

Agregó que de esta forma la Usach da respuesta a la necesidad creciente de profesionales relacionados con las geociencias desde un punto de vista métrico y analítico, en un país con singularidades que modifican el terreno. “La Ingeniería de Ejecución ve esos aspectos, pero desde un punto de vista más funcional y aplicado. Con la Civil, se ve el sistema tierra en su conjunto”, precisó.

“La Universidad se ve directamente beneficiada por contar con profesionales egresados de alto nivel en las Ciencias de la Tierra”, destacó el decano Vargas. “Esta carrera permitirá a la Institución estar presente en todo lo que tiene relación con las políticas públicas donde el territorio y la sustentabilidad y sostenibilidad son fundamentales hoy y en el futuro”, insistió.

Autor: Carolina Reyes Salazar

Lee la nota en su portal original USACH.

La iniciativa considera una beca que cubrirá el 100% del costo del curso y tiene como objetivo entregar las habilidades necesarias a aquellas mujeres motivadas por dirigir y encabezar la ciencia desde posiciones de jefaturas en la academia, centros de innovación y cargos públicos.

Por Ministerio de CTCi

El Ministerio de Ciencia ha desarrollado el primer Programa de Liderazgo Femenino en Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación (LI*FE), iniciativa que cuenta con el apoyo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), en el marco de la primera Política Nacional de Igualdad de Género CTCI y su Plan de Acción “50/50 para el 2030”, presentados recientemente.

El Programa de Liderazgo Femenino en Ciencias será impartido por el Centro de Ingeniería Organizacional (CIO) de la Universidad de Chile, el que fue diseñado considerando las competencias requeridas para desempeñar altos cargos de dirección y para entregar las habilidades necesarias a aquellas mujeres motivadas por dirigir y encabezar la ciencia desde posiciones de jefaturas en la academia, centros de innovación y cargos públicos.

Respecto al lanzamiento, la subsecretaria de ciencia, Carolina Torrealba, dijo que: “Este programa es una de las acciones emblemáticas de la primera Política Nacional para la Igualdad de Género en CTCI. Esta iniciativa tiene como objetivo entregar diversas competencias y herramientas de liderazgo a mujeres para que encabecen altos cargos de liderazgo en el mundo de la ciencia. Además, ayudará a fortalecer una red de mujeres líderes en la investigación. Estamos seguros de que estas acciones permitirán avanzar en la dirección correcta y acelerar la transformación cultural que necesita nuestro país, tanto en el servicio público, como en nuestro sistema académico y de investigación”.

Esta primera versión tendrá una duración de tres meses y se realizará entre la semana del 06 de septiembre y la del 29 de noviembre en los días miércoles de 15:00 a 18:00 horas. Además, tendrá un total de 40 horas y requerirá de una asistencia mínima del 75% para su aprobación.

El Programa de Liderazgo Femenino en Ciencias considera una beca que cubrirá el 100% del costo del curso. Los cupos son limitados de manera de que las personas que deseen participar deberán inscribirse en www.minciencia.gob.cl, formulario que estará habilitado hasta el viernes 12 de agosto.

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A la luz de la actual pandemia de COVID-19 y para garantizar la seguridad de los participantes del Congreso, el Comité Organizador ha decidido realizar el VI Congreso Nacional de Nanotecnología en formato online entre el lunes 22 y el miércoles 24 de noviembre de 2021.

Este encuentro representa el espacio propicio para la presentación, discusión y colaboración entre los integrantes de la comunidad vinculada a la nanotecnología. En esta ocasión se han considerado una serie de charlas invitadas que serán dictadas por destacadas/os investigadoras/es nacionales y extranjeras/os, las cuales cubrirán distintos tópicos a escala nanométrica.

Además, se ha contemplado un espacio para que los participantes puedan presentar sus trabajos, ya sea a través de contribuciones orales o en sesiones de póster, los cuales se espera pertenezcan a alguno de los siguientes tópicos:

El plazo para enviar trabajos es el hasta el 08 de agosto de 2021.

Más información AQUÍ.

Durante la instancia, se refirieron a los desafíos existentes para potenciar la vinculación entre las facultades de ciencias de las universidades participantes y las empresas, a modo de potenciar capacidades de innovación, emprendimiento y transferencia tecnológica para el desarrollo del país.

El pasado jueves 22 de julio se realizó una reunión de coordinación entre el Comité Ejecutivo y los representantes del sector privado del Directorio Estratégico de Science Up, con el propósito de aportar ideas y contribuir, desde su experiencia en el sector productivo, al trabajo realizado por el Consorcio. 

Se trata de Jorge Araneda, gerente de asuntos públicos Norte de Antofagasta Minerals —que en esta oportunidad fue subrogado por Rosa Salas, jefa de relaciones institucionales—; Ítalo Andreani, gerente comercial de EcoTecnos, y Pablo Zamora, cofundador de The Not Company, quienes fueron nominados e invitados por los rectores y vicerrectores de las tres universidades que conforman Science Up (UCN, PUCV, y USACH) para acompañar el trabajo del Comité Ejecutivo.

Durante la reunión, los participantes se refirieron a los desafíos existentes para potenciar la vinculación entre las facultades de ciencias y las empresas, a modo de potenciar capacidades de innovación, emprendimiento y transferencia tecnológica, en el marco de la segunda fase de implementación del Plan de desarrollo estratégico del Consorcio —2021 a 2026—.

“Las tres universidades tienen un gran posicionamiento en la producción de conocimiento científico y tecnológico, pero aún existe la necesidad de vincularse de una mejor forma con la empresa. Por ello, el rol de los representantes del sector privado es primordial para tener una mirada desde afuera de la Academia y para que puedan proponer ciertas acciones que guíen el trabajo del Consorcio”, explicó Etienne Choupay, director ejecutivo de Science Up y director de Incubación y Negocios de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso (PUCV). 

En esa línea, Rosa Salas aseguró que esperan “generar una vinculación exitosa con Science Up, ya que, a nivel país, tenemos una deuda con la Ciencia y creo que estos espacios ayudan a aunar criterios, generar alianzas y trabajar para potenciar la tecnología, sobre todo en nuestra industria que funciona de la mano con la innovación”.

Por su parte, Ítalo Andreani se refirió a la trayectoria de esta empresa y cómo se relaciona con la ciencia, la tecnología y la innovación. “Conocer e informar las necesidades del mercado con las universidades y sus alumnos debe ser la clave del éxito para generar estos vínculos con mayor tracción y dinamismo. La complementariedad entre disciplinas entrega un crecimiento enriquecedor”, explicó.

Finalmente, Pablo Zamora hizo hincapié en la importancia de vincular a las escuelas de negocios: “Se necesitan cambios culturales que permitan que los investigadores puedan salir de la universidad y se dediquen a sus investigaciones. Por lo que se requieren conexiones bidireccionales y acercar a las facultades de Negocios o másters en Finanzas, educarlos para que conozcan los beneficios de la Ciencia y así poder desarrollar lineamientos en conjunto”.

De esta forma, los representantes del sector privado se comprometieron a contribuir en el trabajo desarrollado por el Comité Ejecutivo de Science Up. Cabe mencionar que el Directorio Estratégico del Consorcio también está conformado por los rectores de las universidades participantes y los decanos de sus facultades de ciencias, quienes tienen el rol de proponer directrices y lineamientos conforme a las políticas institucionales de cada universidad.

La Vicerrectoría de Investigación, Desarrollo e Innovación de la Universidad de Santiago de Chile (USACH), a través de su Unidad de innovación y Emprendimiento, tienen el agrado de invitar a la comunidad universitaria al lanzamiento de la séptima versión del Concurso Despega Usach 2021, que se realizará el martes 27 de julio de 2021, a las 17:00 hrs, a través del canal de YouTube del Concurso.

Durante la actividad se presentarán los principales lineamientos de la convocatoria, la cual vuelve renovada este año. Además, se contará con la exposiciones de:


-Tadashi Takaoka, Gerente General en Socialab Chile. Ingeniero Civil Industrial. Es uno de los pocos especialistas en Chile que ha estudiado y ejecutado temas de innovación y emprendimiento como Consultor, Gerente General, Emprendedor, Profesor Universitario y Gerente de una aceleradora de negocios y Gerente de Emprendimiento de Corfo. 

Presentación: “La importancia de la Innovación Social Empresarial”.

-Varinka Farren, Directora Ejecutiva de  Hub Apta. Ingeniera Comercial. En 2016 fue elegida como Mejor Gestora Tecnológica por Corfo y Red GT. En la actualidad dirige Hub Apta,  corporación dedicada a  gestionar oportunidades de negocios basados en ciencia, identificando  el potencial de las capacidades de I+D de sus socios como universidades y centros de investigación.

Presentación: “Desafíos y oportunidades en emprendimientos de Innovación Científica Tecnológica”.

-Catalina Garrido, emprendedora Usach y CEO de Liva. Ingeniera Civil en Biotecnología. Desde que egresó de nuestra casa de estudios y tras trabajar en investigación, decidió emprender un negocio en el sector cervecero prestando un servicio de propagación de levaduras. Hoy este proyecto es un área de negocios de Liva, empresa dedicada a desarrollar tecnologías para procesos de producción y escalamiento de microorganismos.

Presentación: “Liderazgo femenino más allá del emprendimiento”.

Para participar se invita a los interesados a inscribirse aquí.

“La ciencia básica, así como la innovación y el desarrollo de tecnología de frontera, son vitales si aspiramos a un mayor desarrollo y bienestar en nuestro país”. 

La carrera de Dora Altbir, Premio Nacional de Ciencias Exactas 2019, ha estado marcada por sus ganas de aprender. “En el colegio me gustaban todas las ramas de la ciencia; me interesaba responder preguntas a través de la Física, la Química y la Biología. Recién a mediados de cuarto medio me decidí por la Física, pues me encantaba la posibilidad de predecir comportamientos en base a diferentes leyes”, explica quien también es directora del Centro para el Desarrollo de la Nanociencia y la Nanotecnología (Cedenna).

Actualmente, es profesora titular, académica e investigadora del Departamento de Física de la Universidad de Santiago de Chile (USACH), donde también se preocupa de sentar bases para disminuir las brechas de género y potenciar la vinculación entre la ciencia y la industria. En esa línea, cree que el aporte de Science Up es primordial para explorar nuevos desafíos entre diferentes actores de las facultades de ciencias. 

¿Cuál ha sido su experiencia como mujer en el mundo de la Física, una disciplina que históricamente ha sido dominada por hombres?

Lo primero que debo decir es que yo estudié cuando este era un tema que ni siquiera se conversaba. A veces, una podía percibir alguna situación incómoda, pero no necesariamente se entendía como una discriminación de género, ya que eran temas que no se discutían en ese entonces. Más recientemente, sí he percibido ciertas situaciones incómodas, pero yo personalmente tengo muy claro que lo importante no es detenerse en la incomodidad, sino seguir adelante haciendo lo que a uno le gusta. Creo que la mejor manera de demostrar que las mujeres tenemos capacidad para enfrentar los mismos problemas que los hombres, es resolviendolos, así que esa ha sido mi política general.

—¿Cómo ha sido el camino para derribar estereotipos de género en la Ciencia?

—Creo que hay muchos avances. Cuando yo estudié éramos muy pocas mujeres; ahora hay un número mayor, pero todavía estamos subrepresentadas. Por lo mismo, pienso que el problema viene desde la casa, cuando comenzamos a definir cuáles son los regalos  o juguetes adecuados para nuestros hijos e hijas. Allí hacemos una diferencia notoria y que ciertamente las niñas la sienten. 

Luego, muchas veces en los colegios también se producen situaciones complejas. Por ejemplo, en general las mujeres tardamos un poco más en decidirnos a responder una pregunta. Entonces, si en los cursos de ciencias siempre se les da la palabra a los hombres, que levantan la mano primero, las mujeres empezamos a pensar que ellos son más capaces en las disciplinas científicas que las mujeres. 

Existen, asimismo, una serie de estereotipos que asocian la ciencia a una actividad masculina. Por lo mismo, yo creo que los cambios deben ser desde la casa, desde el momento en que nacen hay que enseñar a los niños que hombres y mujeres podemos hacer lo que queramos, guiándonos por nuestras vocaciones, intereses y capacidades, pero nunca por el género. Este camino se inicia en la casa, pero debe seguir en el colegio e incluso en el pregrado,  mostrándole a niños y jóvenes que la ciencia no tiene género.

—Según su experiencia, ¿cuáles son los desafíos o las tareas pendientes de la ciencia para impulsar la innovación, el emprendimiento y la transferencia tecnológica?

Una de las tareas pendientes de la ciencia es perder el temor a comunicar sus logros y sus inquietudes, aprender a crear impacto en la opinión pública con honestidad y transparencia. Una enseñanza que esta pandemia nos deja es que los gobiernos que mejor pudieron enfrentarla fueron aquellos capaces de escuchar los consejos de la ciencia para actuar a tiempo y en forma eficiente y efectiva. Y por ello, como científicos, debemos comunicarnos efectivamente con el medio no disciplinar, para informar y apoyar la toma de decisiones.

La ciencia básica, así como la innovación y el desarrollo de tecnología de frontera, son vitales si aspiramos a un mayor desarrollo y bienestar en nuestro país. Los científicos  deben comunicarse con la sociedad en general, y con el sector privado en particular, y en un marco de políticas públicas claras, estables y de largo plazo, llegar a la industria para generar un ecosistema de innovación que impacte positivamente en nuestro país. 

—¿Cuál es la importancia de que exista una iniciativa como Science Up?

Ser científico significa estar permanentemente abierto a las preguntas y a las sorpresas, estar continuamente pensando y preguntándonos cómo mejorar, y en los últimos años hemos agregado la preocupación de cómo contribuir a la vinculación universidad-conocimiento-sector privado. Crear comunidades en las que esas conversaciones tengan un eco, sean valoradas y replicadas, formando asociaciones transparentes y colaborativas, respaldadas por instituciones serias  y respetuosas del quehacer científico, es fundamental. 

Así como en el Centro Cedenna científicos de todas las áreas trabajamos juntos buscando soluciones concretas para problemas tan importantes como el cáncer, la contaminación de los suelos y las aguas, la minería y los alimentos, Science Up es un territorio aún mayor de trabajo conjunto, que permite explorar nuevos desafíos entre diferentes actores, no sólo científicos sino también del sector privado de nuestro país. Las universidades que participan de Science Up tienen ya una historia de colaboración conjunta y un fuerte interés en vincularse al sector privado, generando sinergias a través de esta importante iniciativa.

—¿Qué significa para usted haber recibido el Premio Nacional de Ciencias Exactas?

Sin duda el Premio Nacional de Ciencias Exactas fue un gran honor y un respaldo al trabajo de investigación que he realizado en los últimos 30 años. He intentado abordar temáticas de frontera desde nuestro país y ligar mi trabajo teórico a la ciencia experimental, pero también al desarrollo de tecnología que puede resolver problemas en la industria del país y global. Creo que obtener este Premio Nacional fue un reconocimiento no sólo a mi trabajo, sino también al de todos quienes somos parte del Centro Cedenna y que buscamos que la nanotecnología sea parte integral del desarrollo de nuestro país.

También lo asumo con gran responsabilidad y veo una oportunidad de contribuir a terminar con los mitos que alejan a las mujeres de la ciencia. Hoy tenemos la libertad de buscar horizontes en espacios en los que hasta ahora los hombres están sobrerrepresentados, pero para eso es importante que no pongamos límites a nuestros pensamientos ni aceptemos que otros pongan barreras a nuestros sueños.