El director de Science Up y vicerrector de Investigación y Estudios Avanzados de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso (PUCV), Joel Saavedra, se refiere a la importancia del Consorcio ejecutado por la PUCV, USACH y UCN, cuyo objetivo es impulsar capacidades de innovación, emprendimiento y transferencia tecnológica en las facultades de ciencias para el desarrollo del país.
La autoridad destaca el trabajo colaborativo entre las universidades participantes, la vinculación transdisciplinaria entre las unidades de apoyo a la innovación y emprendimiento, y la necesidad de potenciar la participación y el liderazgo femenino.
“Este Consorcio tiene las capacidades, el talento de académicas y académicos, las metodologías y, especialmente, el poder articulador para coordinar, a través de la generación del conocimiento, a los actores de la triple hélice virtuosa, que permite abordar en conjunto problemáticas de esta naturaleza”, asegura.
—¿Cuál cree que es el principal impacto que representa una iniciativa como Science Up para el desarrollo científico, tecnológico y social de las regiones y el país?
—Transferencia del conocimiento. Science Up nos permite buscar los impactos directos de las investigaciones científicas que se realizan al interior de nuestras facultades. Desde nuestras fundaciones como universidades, no sólo hemos ido generando una tradición de excelencia en nuestros procesos de formación, también hemos generado conocimiento, que se traduce en resultados de investigación de excelencia que colman nuestros laboratorios y/o aulas. Hoy, a través del Consorcio, se abre una ventana al mundo a estas investigaciones que, estamos convencidos, serán las innovaciones tecnológicas del futuro y que, sin duda alguna, tendrán un impacto tecnológico y social en nuestras regiones y en el mundo.
—¿Cuál es la importancia de la vinculación entre las universidades del Consorcio para impulsar la innovación y la transferencia tecnológica desde sus facultades de ciencias?
—Somos tres universidades del grupo de las fundadoras del sistema universitario chileno, cada una con una fuerte vocación pública y regional. En este sentido, la disposición a colaborar y a trabajar más allá de los límites físicos de nuestras casas de estudios nos permite colocar a disposición del país lo mejor de nuestra ciencia y complementarnos para resolver problemáticas complejas y atingentes a nuestra sociedad.
Tres universidades dispuestas a colaborar y complementarse en pro del bienestar y desarrollo de nuestro país, aquí radica la importancia de la vinculación a través del consorcio Science Up. La potencialidad y capacidad científica del Consorcio se amplifica considerablemente, hoy colocamos a disposición toda la tradición, experiencia, excelencia, ciencia de primer nivel y sobre todo nuestra vocación pública para transferir el conocimiento y así, desde estas universidades, acompañar a nuestro país en su inmersión en la sociedad del conocimiento, buscando una sociedad más justa, consciente de la realidad actual y también de su medio ambiente.
—¿Cuán necesaria cree que es la armonización curricular y la implementación de metodologías que fomenten la creatividad, innovación y emprendimiento en los estudiantes de pre y postgrado desde el aula?
—Esta es una pregunta de futuro. Cuando planificamos los cambios que se deben realizar en el proceso formativo de nuestras casas de estudios, estamos pensando en el Chile del futuro y, en ese sentido, es vital considerar este eje en nuestro Consorcio. Este nos invita a repensar las habilidades de nuestros estudiantes de ciencias, ciertamente formamos muy buenos científicos con tremendas capacidades técnicas y el Consorcio nos impulsa a seguir formando los mejores científicos, pero ahora con las capacidades de insertarse en el Chile del futuro, que claramente necesita más mujeres y hombres que cultiven las ciencias, pero que también tengan las capacidades de aplicar, transferir, innovar, inventar, emprender y un largo etcétera.
A través de estas nuevas generaciones, la transferencia del conocimiento generado y acumulado por años en nuestras universidades se convertirá en tecnologías, innovaciones con impacto social y haremos realidad el anhelado sueño de que la ciencia nos cambia la vida. Claramente con este conocimiento se generarán nuevas fuentes de trabajos, profesiones y formas de enseñanza, esa es la visión del Consorcio y particularmente con este eje estratégico estamos pensando el futuro de nuestro país.
—¿De qué forma cree se puede potenciar la participación y el liderazgo femenino al interior de las facultades de ciencias?
—Es urgente establecer un programa que rompa los estereotipos asociados a las carreras de ciencias. El nuevo Chile científico necesita del talento y vocación científica de todos por igual, debemos incentivar estas vocaciones científicas en las estudiantes desde sus primeros años de estudio escolar. Se debe destacar el trabajo científico que han realizado y realizan nuestras científicas en el país y también destacados centros y universidades a nivel mundial.
Un punto importante es la igualdad de oportunidades, tal que nuestra académicas e investigadoras puedan desarrollar plenamente sus carreras académicas. Este proyecto es un punto de partida para establecer el diagnóstico y generar un conjunto de medidas que, justamente, promuevan la participación y el liderazgo femenino al interior de nuestras facultades de ciencias.
—¿De qué manera cree que se puede incentivar que más académicos/as desarrollen proyectos de innovación que aborden problemáticas de la sociedad y el sector privado?
—Nuevamente este punto es atingente y de futuro. Hoy más que nunca hemos aprendido la importancia e impacto de las ciencias después de la pandemia por COVID 19. ¿Quién podría dudar de la relevancia de las ciencias en el mundo actual? Debemos sensibilizar respecto a las problemáticas, establecer esquemas y metodologías que acerquen nuestra aulas y laboratorios a los problemas de la sociedad, por ejemplo: ¿cómo podemos proponer un conjunto de medidas concretas para mitigar en nuestras regiones los estragos del cambio climático?
Este Consorcio tiene las capacidades, el talento de académicas y académicos, las metodologías y, especialmente, el poder articulador para coordinar, a través de la generación del conocimiento, a los actores de la triple hélice virtuosa que permite abordar en conjunto problemáticas de esta naturaleza, es decir, sector público, privado y conocimiento.
Con desafíos de innovación específicos se pueden establecer programas de incentivos para que académicas, académicos y estudiantes apliquen sus conocimientos a la solución de problemáticas tanto de la sociedad como del sector privado. Quiero insistir que, como universidades y Consorcio, estamos trabajando por el desarrollo del país.
—Finalmente, para el caso de la PUCV, ¿de qué forma se complementan las diferentes unidades de apoyo a la innovación, emprendimiento de base científica y transferencia tecnológica de la Vicerrectoría de Investigación y Estudios Avanzados con los equipos de la Facultad de Ciencias en pos de desarrollar un trabajo colaborativo e interdisciplinario entre ellas?
Primero, nos complementamos compartiendo las buenas prácticas y la experiencia acumulada en nuestras áreas de innovación y emprendimiento en estos diez años de intenso trabajo y generando resultados para construir, en conjunto con nuestros académicos y académicas, una cultura de innovación y emprendimiento. Hoy podemos poner a disposición del Consorcio recursos humanos altamente capacitados, como a la vez infraestructura específica para el prototipado de ideas y productos innovadores.
A través de la Dirección de Innovación y Emprendimiento podemos trabajar en conjunto en acciones concretas de cultura innovadora, que impactan en la formación de nuestros estudiantes, como el programa Incentiva en el Aula, donde trabajando en conjunto con profesores de asignaturas propias de las carreras se ha desarrollado una metodología para incorporar competencia de innovación y emprendimiento en esas asignaturas.
Hemos conseguido que se vea y entienda la innovación y emprendimiento como un valor agregado que acompañará a nuestros estudiantes a lo largo de su vida. Nuestra Incubadora de negocios Chrysalis, más la metodología de cápsulas “maker” especialmente adaptadas para nuestra Facultad de Ciencias, vienen a potenciar nuestro trabajo. Finalmente, ha sido clave el involucramiento de académicas y académicos de la Facultad de Ciencias que han ido conociendo las herramientas de innovación y emprendimiento con que cuenta la Universidad. La participación ha permitido adaptar y mejorar los instrumentos para ser aplicados de forma más efectiva en nuestra Facultad.
Tras la ceremonia la Dra. Mónica Rubio, Premio Nacional de Ciencias Exactas 2021 remarcó que “el aporte de las universidades tradicionales a la formación de conocimiento en Chile es fundamental”, mientras que la Dra. Dora Altbir, Premio Nacional de Ciencias Exactas 2019, sostuvo que la pandemia puso en primer plano el valor de la ciencia y su impacto en la tecnología.
Las destacadas investigadoras Dora Altbir y Mónica Rubio recibieron en una ceremonia presencial realizada en el Palacio de La Moneda los Premios Nacionales de Ciencias Exactas 2019 y 2021, respectivamente, actividad que se había pospuesto por la pandemia.
La Dra. Dora Altbir actualmente se desempeña en la Universidad de Santiago como profesora titular, académica e investigadora del Departamento de Física. Además es directora del Cedenna.
En tanto, la Dra. Mónica Rubio es licenciada en física, magíster en astronomía, y doctora en astrofísica y ciencias espaciales de la Universidad de Paris VII y una de las directoras de la Junta Directiva de nuestro Plantel.
En la ocasión, la Premio Nacional de Ciencias Exactas 2021 destacó el aporte que hacen las universidades a la ciencia y la importancia que el Estado de Chile otorga a las disciplinas que se premian.
“El aporte de las universidades tradicionales a la formación de conocimiento en Chile es fundamental. Es en ella donde se genera este conocimiento y se traspasa a las nuevas generaciones. La Usach se ha ido posicionando cada vez más con su prestigio entre los planteles estatales nacionales”, remarcó la Dra. Rubio.
Añadió que “son estas instituciones las que mantienen y lideran todas las disciplinas que la sociedad reconoce y donde se otorgan los premios nacionales. No puedo estar más contenta como miembro de la Junta Directiva de la Universidad de Santiago por el reconocimiento a la Dra. Altbir y también por el premio que se me otorga en este campo de las ciencias exactas”.
Necesitamos más ciencia
Al agradecer la invitación a la ceremonia, que destacó la importancia del desarrollo del conocimiento en nuestro país en todas las disciplinas, en la ciencia, en la cultura y en las artes, la Dra. Dora Altbir sostuvo que la pandemia puso en primer plano el valor de la ciencia y su impacto en la tecnología.
La Premio Nacional de Ciencias Exactas 2019 valoró la creación del Ministerio de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación, pero hoy – dijo- “requerimos políticas públicas estables y de largo plazo que nos permitan abordar los múltiples desafíos, muchos de ellos totalmente inesperados, que encontramos en el presente y que enfrentaremos en el futuro. Para ello necesitamos más ciencia”.
Autor: Comunicaciones U. de Santiago
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La Dra. Claudia Altamirano fue seleccionada por un comité independiente, conformado por integrantes del Consejo de Género del Ministerio de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación (CTCI) de Chile, para recibir esta beca que cubrirá el 100% del costo del curso.
El ministerio de CTCI de Chile está impulsando diversas iniciativas para promover el liderazgo científico nacional, con el objetivo de impulsar un desarrollo científico-tecnológico al servicio de los desafíos del país y que, al mismo tiempo, impacte positivamente en el bienestar y progreso de los ciudadanos. De esta manera y respondiendo a la Política Nacional de Igualdad de Género en Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación (CTCI) y su Plan de Acción “50/50 para el 2030”, comenzó esta semana el Programa de Liderazgo Femenino en Ciencias, impulsado por el ente gubernamental, con el apoyo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
A esta iniciativa – que tuvo su primera jornada este miércoles 8 de septiembre y que se extenderá por 3 meses hasta fines de noviembre – fue invitada a participar la destacada académica e investigadora de la Escuela de Ingeniería Bioquímica PUCV, Dra. Claudia Altamirano Gómez, quien además se desempeña en la actualidad como miembro del Comité Nacional Asesor de Biotecnología de ANID de Chile.
Sobre la invitación, comentó: “Fue una sorpresa que me hayan becado para participar de esta iniciativa y, al mismo tiempo, es un honor que del CTCI reconozcan mi trayectoria profesional y que consideren que puedo ser un aporte para el propósito de avanzar hacia un ecosistema científico nacional más diverso e inclusivo, donde las mujeres puedan ejercer liderazgos positivos y contribuir a tomar las grandes decisiones del país en las materias vinculadas al desarrollo de la ciencia en Chile”.
En este contexto, el Programa de Liderazgo Femenino en Ciencias, será impartido por el Centro de Ingeniería Organizacional (CIO) de la Universidad de Chile, está pensado para avanzar hacia el desarrollo de competencias requeridas para desempeñar altos cargos de dirección y para entregar las habilidades necesarias a aquellas mujeres motivadas por dirigir y encabezar la ciencia desde posiciones de jefatura en la academia, centros de innovación y cargos públicos.
De esta forma, se busca revertir algunos indicadores vinculados a estas materias, ya que, por ejemplo, en la actualidad solo cinco mujeres ocupan cargos de rectorías en las universidades del país de un total de 60 posiciones. Otras cifras, reflejan que un 44% del personal académico con jornadas completas en las universidades son mujeres, representan un 37% de los PhD y un 15% de las solicitudes de patentes.
CLAUDIA ALTAMIRANO
Consultada sobre su participación en este importante Programa impulsado por el CTCI y las impresiones que le dejó la primera jornada, la investigadora PUCV, Claudia Altamirano, indicó: “Me gustaría comentar que en el lanzamiento del programa, que se realizó el 30 de agosto, la Subsecretaria del Ministerio CTCI, Dra. Carolina Torrealba, y la ex Presidenta Michelle Bachelet, coincidieron en que Chile continúa perdiendo oportunidades y talentos, al minorizar la participación de las mujeres en diversos ámbitos, como el político, de gestión y social. Sobre este punto, creo que iniciativas como éstas, contribuyen a consolidar la perspectiva de género en el quehacer académico científico del país y disminuir las brechas que existen en este ámbito”.
“En esta línea, el programa LI*FE es una iniciativa pionera e inédita a nivel nacional y mundial y, para esta primera versión, cuenta con la participación de 70 mujeres que se desempeñan a lo largo de Chile, en diversos ámbitos asociados a ciencia y tecnología. En el caso de la PUCV, también lo cursan las investigadoras de la Escuela de Trabajo Social y de la carrera de Tecnología Médica: Leticia Arancibia y Helen Gutiérrez”, agregó.
En lo personal, espero que este programa me permita fortalecer las capacidades de liderazgo, ampliar las redes de colaboración que contribuyan a lograr las metas de la política de genero 50/50 2030 del ministerio y, por último, inspirar y abrir puertas a nuevas generaciones de mujeres”, concluyó la investigadora PUCV.
Por Marcelo Vásquez, periodista Dirección de Investigación PUCV / marcelo.vasquez@pucv.cl
En una reunión digital fueron convocados los representantes de las unidades de i-e-tt y académicos de las tres universidades que conforman el Consorcio, quienes aportaron con ideas para potenciar la transferencia tecnológica, la innovación y el emprendimiento en las facultades de ciencias.
Trabajar de manera colaborativa y proponer estrategias que impulsen la vinculación de las facultades de ciencias con la sociedad y el sector público y privado, fueron algunos de los objetivos de la reunión que sostuvieron miembros del Comité Ejecutivo de Science Up, representantes de las distintas unidades de innovación, emprendimiento y transferencia tecnológica (i+e+tt) y académicos de las tres universidades que conforman el Consorcio (UCN – PUCV – USACH).
Durante la instancia, que se llevó a cabo de manera virtual, el director ejecutivo de Science Up y director de Incubación y Negocios de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso (PUCV), Etienne Choupay, actualizó los avances del Eje de Vinculación con el Entorno Socioeconómico y presentó una serie de proyectos que buscan impulsar la participación de estudiantes y académicos, y el levantamiento de potenciales proyectos o emprendimientos de ciencia y tecnología.
“El principal objetivo de este eje es impulsar la transferencia tecnológica, fomentar la innovación y emprendimiento de base científica tecnológica en los estudiantes fortaleciendo sus capacidades y creatividad, conectar con las problemáticas del sector productivo/privado y la sociedad, y vincularse con actores del ecosistema socioeconómico”, explicó Choupay.
En ese sentido, se generó un espacio de conversación con académicos, donde fueron presentados diversos programas de emprendimiento de base científica-tecnológica, maduración de tecnologías e implementación de metodologías de innovación, entre otras iniciativas, que se encuentran en proceso de diseño.
Cabe mencionar que el Directorio Estratégico del Consorcio Science Up también cuenta con tres representantes del sector privado, quienes son los encargados de aportar con ideas y acompañar el trabajo del Comité Ejecutivo a modo de potenciar la vinculación entre las facultades de ciencias y su entorno socioeconómico.
De esta manera, el equipo continuará trabajando y reuniéndose de manera periódica a modo de fortalecer la colaboración y los mecanismos de coordinación interna que impulsen la transferencia tecnológica y el emprendimiento, habilitar espacios para la innovación, reforzar las capacidades de I+D+i, visibilizar el trabajo del Consorcio con los stakeholders y, en definitiva, vincular a las facultades de ciencias con los distintos actores del entorno socioeconómico.
Durante la actividad, organizada por el Departamento de Química de la Universidad Católica del Norte y respaldada por el Consorcio Science Up, se profundizó en las problemáticas y desafíos que enfrentan las mujeres en un mundo en constante cambio.
Reflexión y análisis sobre el rol y posicionamiento de la mujer en áreas clave de la sociedad y el desarrollo nacional, abordó el conversatorio “Política, Educación y Ciencia desde una Mirada Femenina”, organizado por el Departamento de Química de la Universidad Católica del Norte (UCN).
El encuentro, abierto a la comunidad, se desarrolló en el marco de un proyecto de vinculación con el medio que implementa esa unidad académica, y que buscó profundizar en las problemáticas y desafíos que enfrentan las mujeres en un mundo en constante cambio y donde tienen un creciente protagonismo.
Participaron como expositoras las destacadas académicas y expertas nacionales, Paula Orellana, Lorena Escudero, Silvana Moris y Esther Aguirre, quienes desde distintas miradas dieron a conocer sus puntos de vista y relataron sus experiencias.
La actividad consideró el respaldo de Atacama Minerals, Consorcio Science Up, Cicitem y de la Dirección General de Vinculación con el Medio de la UCN.
MUJERES LÍDERES
La doctora en Antropología y dirigente social, Paula Orellana, se refirió al tema de la representatividad, y a la necesidad de aumentar los presupuestos en educación y ciencia, y a cómo focalizarlos en el desarrollo de la mujer en estas áreas.
Asimismo, abordó problemáticas como el déficit de salas cunas y jardines infantiles y la invisibilización de las labores domésticas, entre otros aspectos, que dificultan la inserción de las mujeres. También apuntó a la necesidad de “levantar programas educacionales inclusivos, ecológicos y no sexistas”, entre otros temas.
Otra mirada la aportó la doctora en Microbiología e investigadora de Cicitem, Lorena Escudero, quien se enfocó en las brechas que aún existen entre hombres y mujeres. La profesional, quien es exalumna del Departamento de Química de la UCN, expuso que el aporte de las científicas es todavía poco valorado en el país. “Nosotras como mujeres no necesitamos que nos regalen las cosas, tenemos la capacidad y no tenemos techo para seguir creciendo”, enfatizó.
Se refirió al tema de la maternidad y al problema que significa que las políticas públicas no estén diseñadas para facilitar el desarrollo de las mujeres cuando deciden ser madres. Planteó la problemática de la brecha salarial, la cual, sostuvo, aumenta más cuando la mujer tiene mayores estudios.
El tema de la brecha educacional, económica y social, también fue un eje central de la intervención de la doctora en Química, Silvana Moris. “Como mujer siempre la carga es mayor, independiente si una lo quiera o no”, resaltó la académica al indicar el complejo escenario que enfrentan en la tarea de compatibilizar familia, trabajo e hijos. No obstante, agregó que “hoy en día la mirada está cambiando”, añadiendo en la necesidad que las nuevas generaciones fomenten este cambio.
En el ámbito de la investigación, mencionó cómo muchas mujeres deben postergar su carrera científica. “Deben existir políticas púbicas que nos apoyen”, expresó.
En materia de educación apuntó a fomentar la divulgación de las ciencias y dar oportunidades, en especial entre las niñas. “Terminar con los roles de género desde la enseñanza básica”, y trabajar no sólo con referentes masculinos, sino también incorporar los femeninos.
La profesora en Historia y Geografía y magíster en Educación y Gestión Educacional, Esther Aguirre, se refirió al concepto “topo de la historia”, o cómo, en forma subterránea, distintos movimientos han avanzado entre los cuales se incluye el camino recorrido por las mujeres. Señaló la existencia de un “estallido femenino”, y a los movimientos internos que finalmente afloran.
En su intervención, nombró distintas luchas y pasos que las mujeres han dado a través de la historia en el país, y a las que están dando en la actualidad para fortalecer su posicionamiento.
En el ámbito educacional, puso como ejemplo que las profesoras constituyen el 75% de los equipos docentes en el país, sin embargo, en los cargos de dirección y rectoría el porcentaje baja considerablemente. La realización del conversatorio incluyó el intercambio de ideas y también preguntas a las expositoras planteadas por las y los asistentes a la actividad desarrollada en formato online.
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Formar estudiantes de ciencias más integrales, que puedan contar con capacidades que los ayuden a vincularse con la industria y la comunidad, es hoy un desafío que aborda un equipo cada vez más diverso en miras a 2030.
Con el objetivo de potenciar su alcance, el viernes 3 de septiembre la Universidad de Santiago de Chile (USACH) incorporó nuevos profesionales al Consorcio Science Up, el que ejecuta junto a la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso (PUCV) y la Universidad Católica del Norte (UCN), dando inicio a una etapa donde la transdisciplina será fundamental.
“Tras un proceso de selección, al cual decenas de personas postularon, logramos conformar el equipo transdisciplinario, necesario para transitar hacia un desarrollo más conectado con la sociedad y el sector productivo”, señaló el decano de la Facultad de Ciencia, Dr. Juan Escrig.
La iniciativa tiene como finalidad potenciar las competencias de las nuevas generaciones de estudiantes de ciencias en I+D+i+e+tt —investigación, desarrollo, innovación, emprendimiento y transferencia tecnológica—, y en esta segunda etapa también incorpora como eje estratégico la participación y el liderazgo femenino.
“El trabajo que comenzamos hoy busca que desde nuestras diversas disciplinas logremos articularnos, apuntando a la sinergia no solo en nuestra universidad, sino del consorcio mismo, para que estudiantes, académicos/as y también quienes egresan se involucren”, expresó la decana de la Facultad de Química y Biología, Dra. Leonora Mendoza.
Sobre Science Up
El Consorcio Science Up —impulsando capacidades de innovación, emprendimiento y transferencia tecnológica para el desarrollo del país— es una iniciativa impulsada por la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, la Universidad de Santiago de Chile y la Universidad Católica del Norte.
La propuesta es financiada por CORFO en su línea de Implementación de Plan Estratégico – Ciencia e Innovación 2030. Está compuesto por tres etapas: Stage 1 (2018-2019) que consistió en un Benchmarking y el desarrollo del plan estratégico; Stage 2 (2020-2026) en la que se implementa el plan estratégico, y Stage 3 (2027-2030) de seguimiento.
La investigación liderada por la doctora Carol López de Dicastillo ha resultado en varias publicaciones en revistas científicas de alto impacto como Polymer Testing y Carbohydrate Polymers, y se ha llevado a cabo en el Centro de Innovación en Envases (LABEN) del Departamento de Ciencia y Tecnología de Alimentos en la Universidad de Santiago de Chile (USACH) y CEDENNA (Centro para el Desarrollo de Nanociencia y Nanotecnología).
Por Lorenzo Palma | Ciencia en Chile
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La ciencia avanza para entregar nuevos materiales menos contaminantes con el medio ambiente y con funcionalidades. Este año, un grupo de investigación de la Universidad de Santiago de Chile (USACH) logró producir fibras antimicrobianas uniformes con estructura concéntrica pared/núcleo con una técnica conocida como “electrospinning” o electrohilado coaxial, una técnica novedosa que permite producir y mejorar la obtención de fibras poliméricas con elevada área superficial.
Con el uso innovador de la técnica de electrohilado coaxial se pueden incorporar agentes antimicrobianos o antioxidantes, pero también, se logran fibras muy pequeñas, de diámetros en el rango nano- y micrométrico, lo que amplía su utilización, por ejemplo, en el área de la medicina o del envasado de alimentos.
En palabras simples, en la técnica de electrohilado se utiliza una bomba que inyecta un polímero en disolución, una fuente de alto voltaje y un colector que reúne el material producido. La disolución polimérica al recibir un alto voltaje se estira, el disolvente se evapora y el material resultante se recoge a modo de fibras.
La académica de la USACH Carol López de Dicastillo explica en detalle el proceso: “La novedad del electrohilado coaxial es que permite trabajar con dos disoluciones poliméricas de distinta naturaleza y obtener fibras concéntricas. Esta estructura conocida como de “núcleo/pared” permite encapsular sustancias de interés, como agentes antimicrobianos, en el núcleo de la fibra, y de esta forma protegerlos y permitir su liberación al alimento a una velocidad adecuada”.
Otra ventaja de esta técnica, explica la especialista de la USACH, es que permite procesar los plásticos a temperatura ambiente y de esta forma proteger algunos polímeros y aditivos que se deterioran al aplicarles calor, y además, se obtienen capas muy finas. Estas fibras formarían parte de un material de envase de alimentos que liberaría esta sustancia antimicrobiana al alimento, evitando el crecimiento de bacterias y hongos y, de esta forma, extendiendo su vida útil.
La investigación liderada por la doctora Carol López de Dicastillo ha resultado en varias publicaciones en revistas científicas de alto impacto como Polymer Testing y Carbohydrate Polymers, y se ha llevado a cabo en el Centro de Innovación en Envases (LABEN) del Departamento de Ciencia y Tecnología de Alimentos en la Universidad de Santiago de Chile (USACH) y CEDENNA (Centro para el Desarrollo de Nanociencia y Nanotecnología).
Cabe destacar que los resultados de esta investigación forman parte del proyecto Fondecyt Regular 1200766, financiado por ANID, y permitirá obtener sistemas multicapas, biodegradables y con actividad antimicrobiana. En este proyecto se plantea el desarrollo con distintos polímeros biodegradables como el ácido poliláctico, el acetato de celulosa y el quitosano, y el uso de sustancias naturales con elevada capacidad antioxidante, como la curcumina y quercitina, y antimicrobiana como el etil lauroil arginato, más conocido como LAE.
La especialista Carol López Dicastillo, química y doctora en Ciencia y Tecnología de Alimentos en la Universidad Politécnica de Valencia (España), explica los alcances del proyecto planteando que este trabajo de investigación se direcciona hacia dos importantes objetivos que impactarían de forma positiva en nuestra sociedad, y son tanto la disminución de la pérdida de alimentos perecibles por deterioro microbiano, como el impulso hacia una mayor presencia de envases biodegradables que tienen un menor impacto en el medioambiente, concluyó la académica.
Pueden descargar el paper aquí
La Dirección de Innovación y Transferencia Tecnológica (DITT) de la UCN, se reúne periódicamente con académicos/as para conocer acerca de sus investigaciones y proyectos. Este procedimiento permite registrar los resultados obtenidos y realizar análisis para establecer los pasos necesarios que apunten a convertirlos en innovaciones con impacto y generar valor a partir de nuevas tecnologías, productos servicios o procesos.
Por DITT UCN
Exploración es la traducción del concepto de “scouting”, un proceso esencial de la labor que lleva adelante la DITT, consistente en un rastreo a través de la Universidad para descubrir resultados de investigación con potencial innovador que puedan ser puestas a disposición de la sociedad.
Gracias a esta práctica que se ha instaurado y sistematizado en el tiempo, el equipo ha logrado visitar -durante lo que va del año 2021- a 48 investigadores e investigadoras, levantando a través de entrevistas un total de 10 “declaraciones de invención” o “disclosures”, que consisten en formularios que contienen la información necesaria para evaluar y establecer una hoja de ruta para el desarrollo de los proyectos. En tanto, la iniciativa del scouting permitió que el año pasado se visitaran a 54 profesionales y se registraran 15 declaraciones, las que resultaron en 3 nuevas tecnologías protegidas mediante patente de invención, además de 1 software y 3 protocolos registrados por derechos de autor.
Según menciona Pablo Garrido, gestor de propiedad intelectual de la Dirección de Innovación y Transferencia Tecnológica, el proceso de scouting se determina a través de una priorización efectuada mediante el sistema de información de la Vicerrectoría de Investigación y Desarrollo Tecnológico “SIVRIDT”, visitando a aquellos investigadores que ya cuentan con proyectos en curso, que han hecho publicaciones, o que incluso tienen ideas de futuros proyectos de investigación aplicada y que no saben si podrían llegar a ser tecnologías protegibles. Asimismo, consideran a académicos gracias a sugerencias entregadas por sus propios colegas.
Llamado esencial: acercarse a la DITT para potenciar proyectos de investigación
Gracias al conocimiento integral que el equipo de la Dirección de Innovación y Transferencia Tecnológica posee sobre los proyectos que se están desarrollando en la universidad a nivel general y aspectos técnicos vinculados a la propiedad intelectual, comercialización, tecnológica, entre otros; es muy importante que todo proyecto que inicie algún investigador o investigadora sea informado y no se espere a ser contactado por la DITT. “Ante la duda, es esencial que nos contacten”, indica el gestor tecnológico Fabián Cabezas, que participa de las entrevistas de los procesos de scouting llevados a cabo por la DITT, y que junto a Pablo Garrido, encargado de esta materia, entregan una serie de razones por las cuáles es vital acudir al apoyo de este equipo:
¿Cómo recibir la asesoría de la DITT?
En el caso de querer asesoría del equipo de la Dirección de Innovación y Transferencia Tecnológica respecto a lo anteriormente mencionado o cualquier duda, el encargado de los procesos de “scouting” es Pablo Garrido, gestor de propiedad intelectual, a quien podrán contactar directamente a su correo electrónico.
Contacto para proceso de “scouting”
Levantamiento de información sobre investigaciones y/o invenciones para generar nuevo valor y determinar estrategias para generar proyectos de innovación.
Pablo Garrido Soto – gestor de propiedad intelectual
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De la instancia participaron, además, la Seremi de Ciencia de la Macrozona Centro, representantes del Consorcio Science Up, Nodo CIV-VAL y las Oficinas de Transferencia y Licenciamiento (OTL) de la zona.
Hasta la Dirección de Incubación y Negocios (DIN) de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso llegaron la directora nacional de la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo (ANID), Aisen Etcheverry, junto a la seremi de Ciencias de la Macrozona Centro, María José Escobar, para conocer el trabajo que se desarrolla en la región de Valparaíso en materias de fomento de la ciencia, tecnología, conocimiento e innovación (CTCi), específicamente relacionado al desarrollo del Consorcio Science Up, además del Nodo CIV-VAL y al trabajo de las Oficinas de Transferencia Tecnológica de la región.
En la oportunidad, el director ejecutivo de Science Up y director de Incubación y Negocios, Etienne Choupay, se refirió a la labor del Consorcio Science Up integrado por la Universidad Católica del Norte, Universidad de Santiago de Chile y la PUCV, en el marco del programa Ciencia e Innovación para el 2030, en cuanto a la segunda fase de implementación del Plan de Desarrollo Estratégico que busca la transformación de sus facultades de ciencias en actores relevantes de la transferencia tecnológica, innovación y emprendimiento de base científica-tecnológica.
Adicionalmente, expuso el trabajo desarrollado por el Nodo CIV-VAL, iniciativa ejecutada entre ocho instituciones (Pontificia Universidad, Católica de Valparaíso, Universidad Santa María, Universidad de Valparaíso, Universidad Católica del Norte, Universidad de La Serena, Centro Regional de Estudios en Alimentos Saludables, Centro de Estudios Avanzados en Zonas Áridas y el Centro Interdisciplinario de Neurociencia de Valparaíso) de las regiones de Coquimbo y Valparaíso y financiada por ANID, para acelerar el impacto territorial de la CTCi en la macrozona centro.
“Como Universidad estamos muy contentos con esta reunión, donde pudimos discutir y conversar temas que sin duda ayudarán a fortalecer nuestras capacidades institucionales en torno al desarrollo tecnológico y a propiciar un vínculo más colaborativo con la sociedad y el sector privado desde la CTCi, en particular desde nuestra región de Valparaíso”, sostuvo Choupay.
Finalmente, la Oficina de Transferencia y Licenciamiento (OTL) de la PUCV, en conjunto con el mismo organismo de la Universidad Santa María (USM) y Universidad de Valparaíso (UV), hablaron sobre su trabajo conjunto, desafíos y oportunidades futuras, considerando que la ANID lanzó a comienzos de año un concurso para dar continuidad y fortalecer las capacidades de estas oficinas y potenciar su aporte a la transferencia de tecnologías desde el sistema CTCi.
COOPERACIÓN Y COORDINACIÓN
Desde este año, las capacidades que tenía la Corfo para apoyar la innovación y el fomento productivo comenzaron a ser administrados y evaluados por la ANID, ahora enfocada en promover el desarrollo científico y tecnológico, la innovación y el emprendimiento de base científica-tecnológica en todo el territorio nacional. Para su directora, esto es un hecho inédito de gran relevancia en la institucionalidad pública, pues les permite interactuar con todos los actores del sistema, incluyendo a las instituciones de educación superior.
“Hoy desde la Agencia podemos ver todo el desarrollo del conocimiento, desde la formación hasta la transferencia tecnológica, y eso nos permite vislumbrar mucho mejor a qué tipo de profesionales necesitamos formar, cuáles son las necesidades de las universidades y los ‘cuellos de botella’ que impiden que la ciencia básica avance a la aplicada”, señaló Etcheverry.
En este sentido, calificó como “su principal socio estratégico” en el desarrollo del sistema CTCi a las universidades. “Las universidades hoy en día tienen un mandato claro de formación, de generación de conocimiento e investigación, y han avanzado muchísimo en los temas de transferencia e innovación. Nuestro rol es acompañar ese proceso y fortalecer su trabajo, para que su impacto dentro del ecosistema pueda potenciarse en beneficio del país”, manifestó.
Asimismo, enfatizó que uno de los principales desafíos a enfrentar es la cooperación y coordinación de todos los actores. “La conversación de hoy habló de eso, cómo teniendo equipos maduros, con conocimientos y capacidades, podemos apuntar a un crecimiento coordinado y no competitivo. Ese es el desafío: generar modelos de financiamiento que permitan esta colaboración, es decir, que acompañemos esta maduración desde el fomento para facilitar un trabajo que ya está ocurriendo en los territorios”.
“Lo que vemos en Valparaíso es muy prometedor, hay un ecosistema robusto, existe confianza entre los distintos actores, equipos de trabajo que se movilizan en conjunto y para beneficio de la región”, acotó la Directora Nacional de ANID, resaltando la labor del Nodo CIV-VAL, el Consorcio Science Up y las distintas OTLs en la zona.
En este sentido, la seremi de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación de la Macrozona Centro, María José Escobar, sostuvo que en la región se tiene “una visión compartida, que es consolidar a Valparaíso como un polo tecnológico, y la única forma de poder lograr eso es trabajar de manera colaborativa. No tan solo en la creación de conocimiento científico, sino en cómo ese conocimiento sale de la academia y se instala en el sector productivo y sector público”.
El Proyecto Explora Valparaíso, del Ministerio de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación, con el apoyo de la Secretaría Regional Ministerial de la Mujer y Equidad de Género, la Secretaría Regional Ministerial de Ciencia de la Macrozona Centro; además de científicas, investigadoras y especialistas en diversas disciplinas; invitan a toda la comunidad regional a ser parte de la consulta ciudadana “Mujeres destacadas de nuestra tierra”
Esta consulta busca visibilizar a las mujeres generadoras del conocimiento de las distintas provincias de la región, con el objetivo de contribuir a la disminución de la brecha de género en nuestro territorio.
Puedes auto-postularte o postular a mujeres mayores de 18 años, de cualquiera de las ocho provincias de la Región de Valparaíso, que se desempeñen en cualquiera de las siguientes áreas:
De esta forma, la ciudadanía podrá postular a quienes trabajan en diversos oficios, a quienes se desempeñan en educación; a quienes realizan investigación desde sus emprendimientos, a aquellas mujeres que trabajan por el cambio climático, por la salud mental, en la agricultura, deportes, y en muchísimas otras áreas. También podrán postular a mujeres que hayan tenido o tengan un rol importante en el combate de la pandemia contra el COVID-19, como doctoras, enfermeras, sicólogas, técnicas en enfermería, y muchas otras.
Para ser parte de la consulta, visita las bases disponibles en este enlace y completa hasta el 31 de agosto el siguiente formulario pinchando aquí.