Durante la ceremonia se inauguró la segunda versión del “Torneo Femenino de Matemáticas”, con la participación de 18 establecimientos y más de 190 estudiantes.
Con una gran asistencia de estudiantes de establecimientos educacionales de la Región de Valparaíso se llevó a cabo en el Salón de Honor de Casa Central la ceremonia del Día Internacional de la Mujer Matemática (IMA), instancia organizada por el Instituto de Matemáticas de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso (PUCV), junto al apoyo del Consorcio Science Up, Admisión PUCV, el proyecto InES Género y SIAM PUCV.
Esta jornada contó con palabras de bienvenida de autoridades universitarias, entre ellas, del Vicerrector de Investigación, Creación e Innovación, Luis Mercado, quien valoró la alta participación de estudiantes, indicando que “ustedes son las protagonistas de la jornada y espero que el paso por esta actividad y también el torneo, no solo tenga un buen desempeño final logrando mejorar sus capacidades, sino también logremos despertar futuras vocaciones en el área de las matemáticas”, indicó.
Más adelante, se realizó la premiación de dos concursos organizados por el IMA, y luego la académica de la Universidad Nacional del Litoral (Argentina), Dra. Pamela Llop, dictó la charla “¿Qué me recomendás hoy? De cómo los datos influyen en nuestras elecciones”.
“Me parece súper importante conmemorar el Día de la Mujer en las Matemáticas para fomentar que las mujeres podamos trabajar en ciencia, en particular en las matemáticas y que no tengamos las barreras que existen hoy en día, que por suerte se están derribando de a poco, pero que todavía existen. Que sepamos que podemos llegar tan lejos como queremos”, mencionó la académica Pamela Llop.
Además, se realizó un foro con tres mujeres matemáticas, integrada por Pamela Llop, Carolina Órdenes, profesora de Matemática del Colegio Seminario San Rafael de Valparaíso e Igsyl Domínguez, investigadora del IMA, quienes comentaron sobre sus trayectorias en el área y compartieron cómo nació su interés por la matemática, entregando un potente mensaje de motivación a las niñas y jóvenes presentes.
“Yo creo que una manera de motivar a las personas es a través del ejemplo, y qué mejor que tener estas instancias donde les enseñes a las niñas y a las jóvenes cómo se ve una matemática, para que se animen a estudiar estas carreras, que existen y son maravillosas”, enfatizó la Dra. Igsyl Domínguez.
Torneo Femenino de Matemáticas
Además, en el marco del evento, se inauguró la segunda versión del “Torneo Femenino de Matemáticas PUCV”, organizado por Science Up, en conjunto con el Instituto de Matemáticas, la Escuela de Psicología, el proyecto InES Género y la Dirección de Equidad de Género de la PUCV; certamen que cuenta con 18 establecimientos educacionales, con más de 190 estudiantes.
Sobre esta inauguración, Vania Riquelme, profesional del Eje de Liderazgo y Participación Femenina de Science Up, señaló que: “nos enorgullece enormemente que en esta segunda versión del Torneo Femenino de Matemáticas Science Up, la convocatoria liderada por el Instituto de Matemáticas PUCV, haya tenido este resultado de lo que para nosotras es una convocatoria sin precedentes para una iniciativa de motivación temprana en áreas STEM dirigida a niñas y jóvenes. Hoy contamos con participantes de un heterogéneo grupo de comunidades escolares, con diversas realidades y provenientes de diferentes localidades de la Región de Valparaíso, es por ese motivo, que creemos que esta segunda versión estará llena de aprendizajes. Asimismo, esperamos que la iniciativa sea un hito en la trayectoria de las estudiantes, y que su experiencia en los talleres de preparación solo enriquezca su futuro”.
El torneo comenzó el pasado sábado 17 de mayo, el cual contó con talleres matemáticos y socioemocionales, con el objetivo de fortalecer las habilidades y competencias de las estudiantes, de cara a la rendición del torneo que está programado para el 12 de julio.
Postula al programa y accede a un subsidio de hasta $3.000.000 para ejecutar un proyecto vinculado a una entidad del entorno socioeconómico, ya sea del ámbito público o privado.
Desde hoy y hasta el 4 de julio se encuentran abiertas las postulaciones a la cuarta versión del Programa VincuLAB 2025 del Consorcio Science Up, proyecto Ciencia e Innovación para el 2030, integrado por la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso (PUCV), Universidad Católica del Norte (UCN) y Universidad Santiago de Chile (Usach).
Dirigido a académicas y académicos de las facultades de Ciencias adscritas a Science Up, este programa tiene como objetivo fomentar y fortalecer la vinculación de la academia con una entidad colaboradora del sector productivo; ya sea pública o privada.
Para esto, las y los postulantes deberán presentar un proyecto de investigación aplicada, innovación y/o emprendimiento (I+D+i+e), que busque generar un impacto social y/o económico en el ecosistema donde se implemente. Los proyectos deberán estar alineados con una de las dos líneas temáticas que se detallan a continuación:
Beneficios del programa
Esta iniciativa contempla la entrega de un presupuesto de $2.500.000 para el período de ejecución, el cual podrá extenderse hasta el 30 de abril de 2026.
Adicionalmente, los proyectos que incorporen a estudiante(s) de pregrado o postgrado como pasante(s) en la entidad colaboradora, podrán acceder a un incremento de hasta $500.000 adicionales. Esta incorporación tiene como objetivo fortalecer las competencias en creatividad, innovación y/o emprendimiento del estudiantado.
Requisitos de postulación:
¿Cómo postular?
Quienes estén interesadas o interesados en participar deberán completar el siguiente formulario de postulación (descargar aquí) antes del 4 de julio a las 23:59 horas y enviarlo al correo postulaciones@scienceup.cl (el total de los archivos adjuntos no debe superar los 10 Megabytes), en el cual deberán detallar:
Selección y período de ejecución
La evaluación y adjudicación de los proyectos se realizará entre el 30 de junio y el 1 de agosto de 2025. En consecuencia, la ejecución de los proyectos comenzará el 4 de agosto de 2025 y se extenderá hasta el 30 de abril de 2026.
¿Quiénes pueden participar?
La convocatoria está dirigida a académicas y académicos que integren las siguientes facultades:
Revisa las bases del Programa a continuación:


Acompañamiento, becas y talleres para la comunidad académica y estudiantil marcan esta etapa inicial de la Unidad, que ha contado con la colaboración del Consorcio Science Up desde sus inicios.
El 2024 fue un año de grandes avances para la Facultad de Química y Biología de la Universidad de Santiago de Chile (Usach), adscrita al Consorcio Science Up, con la puesta en marcha de iniciativas clave que impactaron positivamente a nuestra comunidad en diferentes ámbitos. Estos proyectos no sólo refuerzan nuestro compromiso con la academia, sino también con la sociedad, la sostenibilidad, la equidad de género y el bienestar.
La Unidad de Scouting Tecnológico de la Facultad de Química y Biología, dirigida por la gestora tecnológica y miembro del Consorcio Science Up, Dra. Daniella Utz, impulsó tres iniciativas para fortalecer los lazos entre la investigación académica y el sector productivo.
■ Fondo concursable de Investigación Asociativa: Se apoyó a dos académicas en la postulación a concursos de investigación aplicada y asociativa de la ANID, mediante asesoría especializada y acompañamiento en la formulación de sus proyectos.
■ Beca de trabajo en la industria para estudiantes en práctica profesional o etapa de tesis de pregrado y postgrado: Se promovió la vinculación de estudiantes con el sector productivo mediante becas de financiamiento.
■ Taller “comunicando el valor de la investigación –del laboratorio a la industria”: Ariel Matus, director de Aceleración en Innovar es Hoy, entregó herramientas tanto a estudiantes como a académicos y académicas para comunicar el impacto de sus investigaciones y promover su aplicación en la sociedad.
Autor Nicolás Gaona, periodista de la Facultad de Química y Biología Usach
En solemne ceremonia se distinguió a docentes, estudiantes, investigadores y funcionarios por su sobresaliente contribución al quehacer académico, científico y formativo de la unidad durante el último año.
En una solemne ceremonia, la Facultad de Ciencias de la Universidad Católica del Norte (UCN) celebró su 53° aniversario, jornada en la cual se hizo entrega de una serie de reconocimientos a integrantes de esa unidad académica, incluyendo entre ellos, el reconocimiento especial a la contribución del Consorcio Science Up al interior de esta casa de estudios.
Este trabajo liderado por su Project Manager, Pilar Gómez Yoma, tiene como propósito establecer alianzas estratégicas y una serie de iniciativas que han fortalecido las oportunidades y desarrollo de las carreras asociadas a las facultades adscritas al consorcio, entre ellas, la Facultad de Ciencias, Facultad de Ciencias del Mar y el Departamento de Ciencias Geológicas de la Facultad de Ingeniería y Cs. Geológicas (FICG).
Ceremonia
Al inicio de la actividad se realizó un emblemático minuto de silencio en memoria de los académicos del Departamento de Matemáticas, Óscar Rojo Jeraldo y Tomás Ávila Rodríguez, quienes fallecieron recientemente y dejaron una huella imborrable en generaciones de estudiantes y colegas de la Facultad de Ciencias UCN.
Posteriormente, en la ceremonia se distinguió a docentes, estudiantes, investigadores e investigadoras, funcionarios y funcionarias por su sobresaliente contribución al quehacer académico, científico y formativo de la unidad durante el último año.
En la oportunidad, la Vicerrectora de Investigación y Desarrollo Tecnológico de la UCN, Dra. Mónica Guzmán González, destacó el valor de estos espacios de encuentro señalando que “Estas instancias no son solamente formalidades; se configuran como verdaderos ritos que, cuando se desarrollan de manera intencionada y organizada, nutren y refuerzan nuestro sentido de comunidad y pertenencia. Son espacios donde se cultiva nuestra identidad colectiva, fortaleciendo los vínculos entre las personas y reafirmando un sello distintivo en el que siempre hemos trabajado con convicción como comunidad y como Universidad.”
Tras sus palabras, se dio continuidad a la ceremonia, en donde se entregaron galardones a diferentes grupos que han sido parte fundamental de la Facultad de Ciencias, destacando: labores ejercidas a lo largo del tiempo, gestión y compromiso, años de servicio, investigación relevante, docentes destacados, estudiantes integrales, funcionarias y funcionarios administrativos destacados y el reconocimiento especial a Pilar Gómez Yoma, por su destacada labor en el proyecto “Science Up, Ciencia e Innovación para el 2030”.
“Recibir este reconocimiento no solo me inspira a seguir trabajando con energía frente a los nuevos desafíos del Plan Ciencia 2030, sino que también representa el resultado de un valioso trabajo en equipo, gracias al compromiso y colaboración constante de todas y todos quienes han sido parte del proceso, así como al respaldo decidido de la Decanatura de la Facultad de Ciencias. Su apoyo ha sido fundamental para fortalecer la articulación con otras facultades, avanzando juntos hacia una visión común que proyecta nuestra identidad y compromiso con el desarrollo de la ciencia, agregó la Project Manager del Consorcio Science Up en la UCN, Pilar Gómez Yoma.
PRESENTACIÓN
Tras la entrega de reconocimientos, el decano de la Facultad de Ciencias y director del Proyecto Science Up en la UCN, Dr. Luis del Campo Conejeros, compartió una detallada presentación que incluyó cifras, logros y memorias históricas que reflejan el crecimiento sostenido de la unidad académica. “Los desafíos y exigencias que enfrentamos hoy no nos frenan; al contrario, nos inspiran. Estamos preparados para los cambios tecnológicos vertiginosos y los problemas globales apremiantes. Todo ello nos desafía a ser más creativos, innovadores y sensibles. Nos adaptamos, buscamos nuevas formas de avanzar y prosperar, porque nuestra pasión por el conocimiento y el compromiso con la excelencia no conocen límites.”, expresó.
Entre 2024 hasta la fecha de esta celebración, la Facultad de Ciencias se conforma por 193 personas, entre docentes, investigadores, investigadoras, personal de apoyo y directivos, contando con 618 estudiantes matriculados, consolidándose de esta manera, como un referente en la formación académica a nivel regional y nacional, continuando con un legado de educación, tecnología y ciencias en la UCN.
Columna de opinión publicada en Cooperativa aquí
Las universidades estatales han sido pilares fundamentales en la construcción del Chile moderno. Desde sus aulas y laboratorios han surgido avances científicos, movimientos sociales, líderes políticos y soluciones concretas a los grandes desafíos del país. A lo largo de la historia, estas instituciones no solo han formado profesionales desde Arica a Punta Arenas: han ampliado horizontes, democratizado el conocimiento y permitido que generaciones de familias chilenas -muchas de ellas primeras generaciones universitarias- den un salto decisivo en sus proyectos de vida. Ingresar a una universidad estatal no fue solo acceder a la educación superior, fue abrir una puerta de esperanza y transformación que antes parecía lejana.
Hoy, recogiendo esa herencia de transformación y compromiso, las universidades estatales enfrentan nuevos desafíos en un país que cambia a una velocidad inédita. El histórico descenso en la natalidad -documentado recientemente por el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) y analizado por diversos centros de estudios- plantea un futuro donde habrá menos estudiantes jóvenes ingresando a la educación superior. Este escenario nos desafía a reimaginar el rol de las universidades estatales: no solo como instituciones dedicadas a la formación de pregrado, sino también como centros dinámicos de educación continua y de formación de postgrado, capaces de acompañar a su ciudadanía en todas las etapas de su desarrollo.
Conscientes de que este nuevo Chile también exige instituciones más abiertas, inclusivas y representativas, las universidades estatales han fortalecido su compromiso democrático. Gracias a la Ley N° 21.094 sobre Universidades Estatales, promulgada en 2018, y al proceso de adecuación que culminó en 2024, se aprobaron nuevos estatutos que consagran una gobernanza más inclusiva y participativa.
En la Universidad de Santiago de Chile, mediante el Decreto con Fuerza de Ley N° 29 publicado el 30 de septiembre de 2024, se oficializó que académicas/os, estudiantes y funcionarias/os podían elegir a sus autoridades colegiadas. Este proceso, que se realizó la semana pasada, marcó un hito: fue la primera universidad estatal de gran tamaño en restituir plenamente el voto triestamental en órganos colegiados tras la dictadura. Esta recuperación no es solo un acto simbólico: es un reconocimiento profundo de que las buenas ideas, los liderazgos y los sueños para una mejor universidad pueden surgir desde cualquiera de los estamentos que componen nuestra comunidad. Aunque aún persisten desafíos, como avanzar en la plena incorporación de las/os profesoras/es por horas de clases en la participación institucional, este avance representa una renovación del espíritu democrático, inclusivo y de responsabilidad social que caracteriza a nuestras universidades públicas.
No obstante, es necesario reconocer que aún subsisten inconsistencias que deben ser resueltas para fortalecer de manera definitiva la democracia y la excelencia universitaria. La elección de rector o rectora, que sigue realizándose exclusivamente entre académicos/as -a diferencia de la elección de Enrique Kirberg en 1969, donde la participación triestamental era una realidad-, mantiene requisitos de elegibilidad que no exigen poseer grado de doctorado, a pesar de que este es el estándar requerido hoy para ingresar como académico/a a las universidades estatales. Esta incongruencia normativa resulta particularmente llamativa: mientras que a un nuevo académico o una nueva académica se le exige acreditar estudios de postgrado, para liderar toda la institución basta con contar con un título profesional de cinco años de duración. Esta brecha no solo es anacrónica, sino que también atenta contra el objetivo de alinear la excelencia académica con el liderazgo institucional.
Estas brechas, si bien aún persisten, no deben hacernos perder de vista el horizonte mayor: este avance debe ir inseparablemente unido al compromiso con la excelencia académica. Chile necesita universidades estatales de alto prestigio y calidad, que sigan siendo motores de movilidad social y de desarrollo nacional. Asegurar la acreditación institucional y de todas las carreras de pregrado y programas de postgrado ante la Comisión Nacional de Acreditación (CNA), mejorar continuamente los indicadores de desempeño en estándares internacionales reconocidos por la comunidad académica global -y no mediante redefiniciones locales alejadas de la realidad competitiva mundial-, y trabajar de manera sostenida para posicionar a nuestras universidades estatales entre las 10 mejores de América Latina, son metas ineludibles para honrar la confianza que el país deposita en su sistema público de educación superior.
Asegurar calidad y prestigio también implica comprender que la esencia de las universidades estatales no radica únicamente en transmitir conocimiento existente, sino en crearlo, cuestionarlo y expandirlo. En este sentido, la Ley N° 21.094 reafirma una verdad que ha estado presente desde el origen de nuestras universidades públicas: que la ciencia, la creación artística y la innovación son funciones esenciales de su misión. Desde sus inicios, las universidades estatales chilenas han sido centros de pensamiento crítico, de avances científicos y de exploraciones creativas que no solo impactan al país, sino que transforman la experiencia educativa del estudiantado.
Formarse en una universidad que investiga, que innova, que genera conocimiento nuevo, es profundamente distinto a estudiar en una universidad que se limita a la docencia. En una universidad científica, los y las estudiantes no solo aprenden respuestas: aprenden a formular preguntas, a pensar con rigor, a buscar soluciones en campos donde todavía no existen manuales. Ese es el verdadero sentido de la educación superior pública: formar personas capaces de pensar con rigor, de crear soluciones nuevas y de liderar los cambios que Chile necesita. No es construir castillos en el aire: es cimentar los pilares de una sociedad libre, justa y resiliente. Generar conocimiento libre y socialmente pertinente es, hoy más que nunca, la mejor herramienta para fortalecer la democracia y construir un país más sostenible y más humano.
Para impulsar esta misión, no basta la voluntad institucional. Se requieren también instrumentos de apoyo estratégico. En esta línea, el Ministerio de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación ha implementado el Programa de Financiamiento Estructural para Universidades (FIU), que entrega recursos para fortalecer la investigación científica, modernizar la infraestructura y consolidar redes de innovación y transferencia tecnológica en nuestras instituciones estatales. Pero el FIU no está solo: iniciativas como los programas de Innovación en Educación Superior (InES) -en sus componentes de I+D, Género y Ciencia Abierta- promueven el fortalecimiento de capacidades científicas, la equidad de género en investigación y la democratización del conocimiento. Asimismo, proyectos de transformación como Ingeniería 2030 -en el ámbito de las ingenierías-, Ciencia 2030 -focalizado en fortalecer las ciencias naturales y exactas- y Conocimientos 2030 -que impulsa la modernización de las humanidades, las artes y las ciencias sociales- están promoviendo una profunda renovación de la formación, la investigación y la vinculación con la sociedad en las universidades chilenas.
Hoy, Chile necesita universidades estatales fuertes: instituciones democráticas, de excelencia y profundamente comprometidas con el desarrollo de su ciudadanía. La ciencia pública, cultivada en sus aulas y laboratorios, no es solo un patrimonio que debemos preservar: es la energía vital que permite imaginar, construir y habitar el país que soñamos. Una universidad que investiga, que crea y que innova no solo forma profesionales: forma ciudadanas y ciudadanos críticos, creativos y capaces de liderar los cambios que la sociedad exige.
Fortalecer la ciencia en nuestras universidades estatales es fortalecer la democracia, la equidad y el futuro de Chile. Este año, en que nuevamente como ciudadanía elegiremos a quienes liderarán los destinos del país, sería fundamental que las y los candidatos presidenciales reconozcan el aporte histórico de las universidades estatales y se comprometan a fortalecerlas, entregándoles las herramientas necesarias para que, desde la ciencia y el conocimiento, puedan contribuir a resolver los grandes desafíos que enfrentamos como sociedad. Hoy más que nunca, las universidades del Estado están llamadas a ser el corazón vivo del conocimiento, la conciencia crítica y la esperanza de un país que está en transformación.
Dr. Juan Escrig Murúa
Decano de la Facultad de Ciencia Usach
En un contexto donde el uso intensivo de la Inteligencia Artificial ha llevado a algunos a cuestionar públicamente la enseñanza de la matemática, la Usach abrió un espacio de reflexión para abordar este y otros desafíos que enfrenta la disciplina en este tiempo.
Con la participación de la comunidad estudiantil y docente, se llevó a cabo en la Universidad de Santiago de Chile el Seminario “Reflexiones sobre la Matemática del siglo XXI”. El evento, realizado el 23 de abril en la Sala Armando Quezada de la VIME-USACH, fue impulsado por la carrera de Pedagogía en Matemática y Computación en colaboración con el Eje de Liderazgo y Participación Femenina (LPF) del Consorcio Science Up.
“Esta mesa temática buscó relevar el trabajo profundo de la disciplina y cómo se puede llevar al aula para formar a la ciudadanía del siglo XXI”, destacó la Dra. Daniela Soto Soto, jefa de carrera y coordinadora de LPF en la Facultad de Ciencia Usach, quien fue la moderadora de esta mesa temática.
La actividad se realizó en el marco de la Semana Nacional de la Matemática, que conmemora el nacimiento de Guacolda Antoine Lazzerini, académica quien fue la primera presidenta del Consejo Docente de Matemáticas, Física y Química de la Universidad Técnica del Estado (UTE) en 1954, cargo equivalente al de decana.
“Estos espacios reflexivos que se dan lugar en fechas como estas comparten nuestros objetivos como Eje, dando visibilidad al aporte de las mujeres en el desarrollo científico, por lo que es un placer participar en ellos”, resaltó la Dra. Claudia Ortiz Calderón, coordinadora de LPF de la Facultad de Química y Biología Usach.
El seminario contó con la participación de tres destacadas especialistas en geometría y modelación matemática: la Dra. Mariela Carvacho Bustamante, académica de la Universidad Metropolitana de Ciencias de la Educación (UMCE); la Dra. Karina Vilches Ponce, académica de la Universidad Católica del Maule (UCM); y la Dra. María José Moreno Silva, académica de la Pontificia Universidad Católica de Chile (PUC).
La Dra. Moreno destacó la importancia de estos espacios para reflexionar sobre las propias prácticas docentes, además de plantear cuáles son las necesidades y cualidades actuales que se deben fortalecer en las aulas.
Por su parte, la Dra. Carvacho subrayó la importancia de la vinculación de las universidades para difundir la disciplina a través de medios más cercanos a la población, como las redes sociales digitales. “La matemática está presente en la sociedad y la divulgación de las matemáticas es una de las formas de acercarla”, señaló.
“Fue muy interesante la charla porque tocaron varios temas. Cada exposición complementaba a las otras. Fue bastante provechosa para mí como estudiante y tesista, me quedé con muchas ideas”, comentó Camila Muñoz, estudiante de quinto año de Pedagogía en Matemática y Computación de la Usach.
También fue parte de la conversación el debate público sobre la utilidad de la enseñanza de la matemática en un entorno con un uso extensivo de la Inteligencia Artificial, tema abordado por la profesora Vilches.
“Necesitamos y necesitaremos enseñar matemática, ya sea por su constructo abstracto, aplicaciones o por la modelación matemática. Finalmente, la Inteligencia Artificial es más matemática y no va a reemplazar nunca a los profesores. La matemática es un conocimiento muy importante, que ha permitido el desarrollo tecnológico de la humanidad y la resolución de grandes problemas, por lo tanto, en el futuro, como los problemas son complejos, la matemática seguirá estando y quienes la desarrollen también. Va a ser siempre útil”, concluyó la Dra. Vilches.
Tres asignaturas serán impartidas durante el primer semestre del 2025 en el marco de esta certificación intermedia, cuyo fin es fortalecer el desarrollo de los y las estudiantes de ciencias potenciando su formación en innovación.
El Minor en Innovación y Emprendimiento de la Universidad de Santiago de Chile, diseñado por el Consorcio Science Up para la comunidad de pregrado de la Facultad de Ciencia y de la Facultad de Química y Biología, cuenta ya con su tercera generación de estudiantes, quienes se incorporaron en el primer semestre de 2025.
“Este año se sumaron cinco integrantes a nuestro Minor y eso nos tiene muy contentos. Actualmente, son 13 estudiantes de cinco carreras de ambas facultades, de los cuales dos completarán todas las asignaturas propuestas finalizando este período, por lo que este semestre significa una de las grandes metas que el Eje de Armonización Curricular debe cumplir para formar profesionales altamente competentes en el desarrollo de iniciativas innovadoras que impacten en la industria y la sociedad positivamente”, destacó la profesional a cargo del Eje, Mg. Mónica Páez Iglesias.
Las motivaciones de los nuevos integrantes están marcadas por los programas desarrollados por el Consorcio Science Up en los últimos años. Uno de ellos es Innova en el Aula, que financia la implementación de innovaciones educativas en asignaturas ya presentes en las mallas curriculares, el cual busca fomentar el desarrollo del espíritu innovador y emprendedor en estudiantes, apoyando las iniciativas de docentes.
“Postulé porque tomé un curso que se llama Técnicas Experimentales 2 y nos hicieron hacer un proyecto que fuese una solución a un problema en la industria. Diseñé un robot y fue súper entretenido. Después surgió la oportunidad de este Minor, que era de innovación, y pensé: me gusta esto de la innovación, ¿por qué no intentarlo?”, expresó la estudiante de Ingeniería Física, Camila Urtubia Miqueles.
Esta certificación está compuesta por cinco asignaturas, de las cuales se dictan cuatro este semestre: Ciencia, Innovación y Emprendimiento, Prototipos Científicos-Tecnológicos, Creatividad e Innovación y Desarrollo de Oportunidades de Negocios Tecnológicos, esta última a cargo del profesor Paolo Saxton González.
“Los procesos de investigación científica son largos y, en las oportunidades, existe un concepto llamado Time to Market, que es el tiempo para aprovechar una oportunidad. Por lo tanto, ahí está el desafío de esta asignatura: cómo hacer converger la investigación científica con ese punto”, señaló el profesor Saxton.
En el taller se abordarán los beneficios de este enfoque de enseñanza y se explorarán las oportunidades de implementación en la PUCV.
El Consorcio Science Up extiende la invitación al cuerpo docente de la Facultad de Ciencias PUCV a participar del taller virtual sobre la metodología COIL. Esta capacitación, impartida por Pablo Zamora, Coordinador de Innovación y Emprendimiento de la PUCV, se llevará a cabo el viernes 16 de mayo a las 14 horas, mediante la plataforma Zoom.
Inscríbete al taller online aquí
El taller abordará distintas temáticas, entre ellas, se explicará por qué es importante implementar un curso COIL en carreras del área STEM y cuáles son los beneficios de esta metodología. Asimismo, se entregará ejemplos de sus aplicaciones en diversas áreas académicas, con el objetivo de incentivar a las y los participantes a incorporar este enfoque en sus asignaturas.
Por otro lado, el taller profundizará en las oportunidades de apoyo que entrega la Universidad para quienes quieren llevar adelante iniciativas COIL, como por ejemplo; espacios disponibles para facilitar las actividades sincrónicas, apoyo del equipo Science Up en la preparación de actividades complementarias; así como también, aquellas iniciativas que entregan financiamiento para proyectos COIL, recursos que pueden ser utilizados para la contratación de ayudantes, entre otros.
Para asistir al taller, las y los interesados/as deben inscribirse en el siguiente formulario aquí.
Con un financiamiento de más de 130 millones de pesos, el equipo de trabajo podrá alcanzar un nivel superior de madurez tecnológica, generar una versión beta, comenzar testeos y tomar acciones para la protección de la tecnología.
Un gran hito logró el emprendimiento de base científica-tecnológica “MagVISC”, desarrollado por Pablo Silva, Elías Santacruz, estudiantes del Doctorado en Ciencias Físicas de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso (PUCV), junto a Francisca Rojas, Doctora en Ciencias mención Química de la misma Casa de Estudios, quienes recientemente se adjudicaron el fondo Start Up Ciencia 2025 de la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo (ANID), a través de su empresa Phynovo SpA, de la cual son co-fundadores.
Este fondo entrega un financiamiento de $131.171.000, el cual, según Pablo Silva, director del proyecto, les permitirá avanzar en el nivel de madurez tecnológica del viscosímetro portátil, y lograr hitos clave para acercar la tecnología al mercado, tomar acciones para la protección de la tecnología, realizar la validación del dispositivo en entornos relevantes y conseguir la aprobación de las regulaciones y certificaciones necesarias.
MagVISC fue desarrollado con el apoyo de la académica del Instituto de Física, la Dra. Claudia Trejo, y el docente de la Facultad de Ingeniería, Francisco Martínez, así como de estudiantes, quienes estuvieron a cargo de realizar las validaciones iniciales del dispositivo en el laboratorio.
Pablo Silva señaló que “Estamos super contentos con esta adjudicación, esto lo logramos gracias al apoyo de Science Up y de los distintos profesores que participaron y distintas empresas que nos han apoyado para desarrollar este proyecto. Nos complementamos bien con Elías y las distintas disciplinas que nos ayudan para poder lograr este objetivo. Con la adjudicación, el proyecto va a continuar otra aventura para desarrollar la versión beta”.
“Destacamos el apoyo de la Oficina de Transferencia y Licenciamiento (OTL) de la PUCV, porque ellos nos hicieron el scouting de Propiedad Intelectual que añadimos a la postulación y que fue muy útil para nosotros, porque nos percatamos del potencial de patentamiento que tenía nuestra tecnología”, agregó.
Asimismo, el equipo destacó la importancia de que la universidad promueva la formación de Empresas de Base Científico-Tecnológica (EBCT), ya que es una forma directa de impactar positivamente a la sociedad —personas, industrias, organizaciones sociales, entre otros—. A pesar del riesgo asociado al desarrollo tecnológico, creen que esto permitirá en el futuro posicionar a Chile como un exportador de tecnologías, y no solo de materias primas.
Por su parte, Elías Santacruz, co-fundador de Phynovo Spa y gerente del proyecto MagVISC, señaló que esta adjudicación consolida los esfuerzos de varios años: “Este proyecto fue particularmente desafiante, pero lleno de aprendizajes, dado que personalmente no tenía experiencia en este tipo de convocatorias. Pero junto con el equipo que se formó, además del arduo trabajo, pudimos sacarlo adelante. La adjudicación fue gratificante ya que significó que todo el trabajo de todos estos años, al fin dio frutos”.
El vicerrector de Investigación, Creación e Innovación de la PUCV, Luis Mercado, destacó el compromiso institucional con la promoción del emprendimiento científico “en la PUCV apoyamos los emprendimientos de base científico tecnológica en sus diversas instancias, desde la investigación, la innovación, la protección y la incubación de negocios. El Ministerio de Ciencias de Chile, está impulsando a través de diversos proyectos la creación de emprendimientos aprovechando todo el potencial innovador de los investigadores en las universidades. En este caso en particular se trata del apoyo a una startup, la que deriva del trabajo de estudiantes de postgrado de la Facultad de Ciencias de nuestra universidad”.
María José Henríquez, directora ejecutiva de Science Up, valoró la adjudicación de este fondo, indicando que “Este logro refleja el potencial de los talentos científicos de la Facultad de Ciencias de la PUCV al conectarse con las herramientas de apoyo adecuadas. Desde Science Up hemos acompañado a MagVISC desde sus primeras etapas, y verlos avanzar por un camino de consolidación de su tecnología, es una enorme satisfacción. Nos motiva a seguir fortaleciendo un ecosistema que impulse la innovación desde la Universidad hacia la sociedad”.
Vania Badilla, coordinadora de la OTL, valoró el trabajo desarrollado “Con el equipo de investigadores venimos trabajando desde una tecnología anterior, Hemovisc, donde pudimos proteger y avanzar en la hoja de ruta, validando la tecnología, trabajando el modelo de negocio y las formas de licenciamiento. Los pasos previos fueron sin duda una “escuela” para continuar desarrollando otras tecnologías como MagVISC y avanzar más rápidamente con los conocimientos ya adquiridos. Es por esto, que desde la OTL, apoyamos la formalización del emprendimiento PHYNOVO, con lo cual pudieron postular al fondo Start Up Ciencia que hoy se han adjudicado”.
Este proyecto nació el año 2023, el cual se adjudicó el Programa “Growing Up: Ejecuta tu Idea 2023” de Science Up, y posteriormente fue parte del Programa de Valorización de Tecnologías, organizado por Science Up y la OTL. Esta iniciativa, desarrollada durante el año pasado, estaba enfocada en fortalecer proyectos científicos con alto potencial de desarrollo y madurez tecnológica. Asimismo, durante marzo del 2025, MagVISC recibió una serie de mentorías de la Incubadora de Negocios de la PUCV, Chrysalis.
MagVISC es un viscosímetro portátil, de bajo costo, rápido análisis y alta precisión, diseñado para analizar muestras de 200 microlitros, sin requerir limpieza posterior. Este dispositivo cuenta con un tiempo de medición de dos minutos, lo que permite resultados en tiempo real y ayudaría a la optimización a cadenas de valor en industrias, así como para investigadores y centros de investigación.
Según Pablo, su uso podría reducir significativamente los costos de análisis en diversas industrias, al tiempo que ofrece una alternativa más accesible en comparación con los equipos convencionales, los que requieren largos tiempos de análisis y limpieza posterior.