Esta nueva etapa formativa contempló talleres prácticos de Arduino e Introducción a la Impresión 3D, los cuales se desarrollaron en conjunto con el Consorcio Heuma en el Laboratorio Maker Ingenierías UCN.
A través del Eje de Armonización Curricular (AC), el Consorcio Science Up impulsó un segundo ciclo de talleres Maker en la Casa Central de la Universidad Católica del Norte (UCN), el que estuvo dirigido a estudiantes de la Facultad de Ciencias (FACIEN) y Facultad de Ingeniería y Ciencias Geológicas (FICG), permitiendo fomentar habilidades técnicas fundamentales para el desarrollo de proyectos interdisciplinarios con foco en la ciencia y la tecnología.
Durante este segundo ciclo de talleres, que complementa los contenidos impartidos en abril, la Project Manager del Consorcio Science Up en la UCN, Pilar Gómez Yoma, valoró positivamente la participación de la comunidad universitaria:
“La participación activa en este nuevo ciclo da cuenta del interés sostenido de estudiantes y académicos por integrar herramientas maker en sus procesos de aprendizaje y enseñanza. Esto refleja un avance real hacia una cultura de innovación en nuestra universidad. Estas instancias no solo fortalecen habilidades técnicas, sino que también fomentan la colaboración interdisciplinaria, tan necesaria para enfrentar los desafíos actuales. Sin duda, estas metodologías y enfoques innovadores han llegado para quedarse”, afirmó.
En cuanto al desarrollo de estos ciclos formativos, el académico y encargado docente del Departamento de Química de la UCN, Dr. Darío Espinoza, comentó que “la realización de estos talleres permite visibilizar las potencialidades de ciertas herramientas que no exigen necesariamente ser un especialista electrónico para poder integrarse a este mundo y formar parte de esta nueva cultura Maker que se está instalando en la Facultad”, agregó.
Por su parte, el Dr. Juan Cristóbal Rojas, académico del Departamento de Física de la UCN, destacó que “trabajar con estudiantes es súper estimulante y nos permite adquirir nuevos conocimientos, ya que siempre podemos aprender algo nuevo. Sería bueno que otros académicos se sumen a trabajar en esta área, ya que es un tema inédito en la universidad, que nos permite además establecer una relación que típicamente no la tenemos cuando hacemos clases, lo que promueve una relación más horizontal”, señaló.
Para la estudiante de Licenciatura en Física, Katherine Rodríguez, este tipo de instancias también permite apoyar el desarrollo de proyectos. “Yo asistí a este ciclo porque se relaciona directamente con un proyecto que tengo con impresión 3D, lo que me permitió aprender más y resolver dudas. También considero que es de gran ayuda para adquirir nuevos conocimientos y fortalecernos en distintos ámbitos, más en las carreras científicas”, comentó.
Cabe señalar, que estos ciclos formativos se extenderán a lo largo del año, realizando su tercera versión en el mes de julio. Con estas acciones, el Consorcio Science Up continúa consolidando un ecosistema universitario innovador, que conecta conocimiento, tecnología y colaboración para impactar de forma transformadora a la formación científica y tecnológica en la UCN.
En una iniciativa orientada a fortalecer el sentido de comunidad y pertenencia, la Facultad de Ciencias (FACIEN) de la Universidad Católica del Norte (UCN) desarrolló una jornada de reflexión y vinculación en el Auditorio Andrés Sabella, reuniendo a académicos(as), directivos, personal de apoyo y profesores(as) de esta unidad académica.
La actividad, enmarcada en una estrategia de fortalecimiento interno, tuvo como objetivo mejorar el clima laboral y promover una cultura académica basada en la colaboración, el compromiso y los valores institucionales. Durante la jornada, se abordaron en profundidad temas como docencia, investigación, vinculación con el medio, gestión administrativa y apoyo a la academia, mediante mesas de trabajo que permitieron el diálogo abierto, la reflexión colectiva y el diseño de propuestas orientadas al desarrollo institucional.
En este contexto, el equipo del Consorcio Science Up UCN tuvo un rol clave como moderador de las mesas de trabajo, facilitando la conversación, promoviendo la participación activa y guiando las dinámicas grupales hacia la generación de ideas concretas. Esta participación se alinea con los principios del consorcio, que busca impulsar una transformación cultural en las facultades de ciencias, fortaleciendo sus capacidades desde una perspectiva inclusiva y colaborativa.
El Decano de la Facultad de Ciencias y director del Consorcio Science Up en la UCN, Dr. Luis del Campo Conejeros, lideró la jornada, destacando la importancia de generar este tipo de instancias para la construcción de una comunidad académica cohesionada:
“Este tipo de instancias nos permiten conocernos mejor, conversar, generar preguntas y reflexionar en un espacio grato. Estas instancias son fundamentales para unirnos como Facultad y avanzar juntos en nuestro compromiso con la excelencia”, expresó.
Cabe destacar que esta jornada estaba originalmente programada para octubre de 2024, pero debió reprogramarse debido a movilizaciones estudiantiles. Su realización responde directamente a una necesidad detectada en el Plan de Desarrollo de la Facultad, como lo comentó el Dr. Fernando Guzmán, académico del Departamento de Física y jefe de carrera de la Licenciatura en Física con mención Astronomía:
“Buscábamos la instancia de poder compartir, conversar sobre nuestras vivencias, lo que hemos hecho bien, y también lo que podemos mejorar. Eso nos hacía falta como equipo”.
Como parte de la jornada, también participó el Dr. Gustavo Espitia Tupaz, académico de la Facultad de Economía y Administración y docente de la carrera de Química y Farmacia en FACIEN, quien valoró la oportunidad de interactuar con distintas disciplinas:
“Estos encuentros son fundamentales para alinear a todos los estamentos en torno al proyecto educativo institucional, generando un vínculo entre las ciencias y el mundo empresarial”.
Finalmente, la actividad se realizó en el marco del aniversario de la Facultad de Ciencias, celebración que culminó a fines de la semana pasada con una cena de camaradería.
Buscando fortalecer el diseño de un programa de fomento de tutorías y co-tutorías universitarias, las facultades adscritas al Consorcio Science Up en la Usach abren un espacio para compartir experiencias y fortalecer el apoyo académico interinstitucional.
La Facultad de Ciencia y la Facultad de Química y Biología de la Universidad de Santiago de Chile, invitan a su comunidad docente a participar en una encuesta sobre guías de tesis colaborativas. Esta iniciativa, impulsada por el Eje de Armonización Curricular del Consorcio Science Up — programa ANID Ciencia e Innovación para el 2030—, busca relevar la experiencia de sus docentes para fortalecer a través de financiamiento este tipo de asociaciones.
El cuestionario está dirigido a quienes han participado en tutorías o co-tutorías de tesis de pregrado y postgrado junto a académicos o académicas de otras facultades de la Usach, y también de las facultades científicas de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso y la Universidad Católica del Norte, adscritas al Consorcio Science Up.
La consulta abarca experiencias de los últimos dos años, tanto en investigaciones finalizadas como aquellas actualmente en desarrollo. Se solicita información sobre las áreas temáticas, disciplinas involucradas y sugerencias para incentivar este tipo de colaboración, entre otras.
Según la profesional del Eje de Armonización Curricular del Consorcio Science Up en la Usach, MSc. Mónica Páez Iglesias, los resultados de la encuesta serán fundamentales para diseñar un programa de incentivos que financie las tutorías y co-tutorías de tesis, fortaleciendo así el acompañamiento académico, la vinculación con empresas/sector público y la generación de redes estudiantiles.
Enlace de la encuesta: https://forms.gle/9Ms25Tw9186pifZa8
Dudas y consultas: monica.paez@usach.cl
Con una propuesta orientada al desarrollo de habilidades clave para el siglo XXI, esta certificación se consolida como una oportunidad para quienes buscan diferenciarse en el ámbito científico y profesional.
El Minor en Innovación y Emprendimiento, impulsado por el Eje de Armonización Curricular del Consorcio Science Up, inicia un nuevo periodo de postulaciones para el segundo semestre de 2025. Propuesta orientada a estudiantes de pregrado de la Facultad de Ciencia y la Facultad de Química y Biología de la Universidad de Santiago de Chile. El proceso de postulación para el segundo semestre de 2025, el cual estará disponible hasta el 30 de junio.
Certificación intermedia cuyo propósito es entregar herramientas y conocimientos en innovación y emprendimiento a estudiantes de carreras con al menos diez semestres de duración, permitiéndoles complementar su formación desde el tercer o cuarto año.
“La interdisciplina es una de las principales fortalezas de este minor, pues prepara a las y los estudiantes para afrontar los retos del entorno profesional. Al concluir, esperamos que sean capaces de identificar problemas y diseñar proyectos integrando distintas áreas del conocimiento, lo que resulta en soluciones más robustas para la industria y la sociedad”, señaló la Dra. Iriux Almodóvar Fajardo, Vicedecana de Docencia y Extensión de la Facultad de Química y Biología; y Coordinadora de Armonización Curricular.
El plan de estudios contempla cinco asignaturas, que pueden cursarse de acuerdo al avance académico de cada estudiante: 1.- Creatividad e Innovación; 2.- Desarrollo de oportunidades de negocios tecnológicos; 3.- Ciencia, Innovación y Emprendimiento; 4.- Liderazgo, capacidad emprendedora y equipos colaborativos; y 5.- Prototipos científicos-tecnológicos.
Desde 2024, trece estudiantes de cinco carreras —Analista en Computación Científica, Bioquímica, Química y Farmacia, Ingeniería en Física y Licenciatura en Química— han participado en el programa. Dos de ellas, Catalina Olate Pradenas y Daniela Gómez Fuentes, completarán la certificación al finalizar el primer semestre de 2025.
“Nos alegra ver el creciente interés por este minor, que ya alcanza su cuarto proceso de postulación. Esto refleja la importancia de fortalecer la formación en innovación y emprendimiento en el ámbito científico”, destacó la Dra. Galina García Mokina, Vicedecana de Docencia de la Facultad de Ciencia y también Coordinadora de Armonización Curricular.
Pueden postular estudiantes regulares de Química, Bioquímica, Química y Farmacia, Ingeniería Física, Ingeniería Matemática y Analista en Computación Científica. Es requisito haber aprobado las asignaturas hasta el sexto semestre, salvo en Ingeniería Matemática, donde se exige hasta el quinto. En casos excepcionales, se evaluará el avance curricular para determinar la posibilidad de articular el minor con el plan de estudios de la carrera del la/el postulante.
“Invitamos a la comunidad estudiantil de pregrado de ambas facultades a informarse sobre el Minor en Innovación y Emprendimiento de la Usach e incorporar las herramientas que ofrece a su trayectoria académica y laboral”, concluyó la MSc. Mónica Páez Iglesias profesional del Eje de Armonización Curricular del Consorcio Science Up.
Formulario de postulación: https://2ly.link/27hSo
Durante la jornada se presentaron casos de éxito, se compartieron herramientas para conectar con docentes de todo el mundo y se profundizó en los apoyos ofrecidos por la PUCV.
Con éxito se realizó el 16 de mayo, el taller virtual de la metodología COIL (Collaborative Online International Learning), organizado por el Consorcio Science Up, dirigido al cuerpo académico de la Facultad de Ciencias de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso (PUCV).
La instancia fue impartida por Pablo Zamora, Coordinador de Innovación y Emprendimiento de la PUCV, y tuvo como objetivo introducir a los y las participantes en esta metodología de enseñanza y aprendizaje colaborativa e internacional.
Durante la capacitación, se abordaron los beneficios de implementar cursos COIL en carreras del área STEM, destacando su potencial para fortalecer habilidades interculturales, promover la internacionalización de asignaturas y fomentar la colaboración entre instituciones de educación superior de distintos países.
También se presentaron ejemplos prácticos en diversas disciplinas y se mostró el uso de herramientas como COIL Connect, que facilita la conexión entre docentes a nivel internacional. Además, se abordaron los apoyos disponibles en la PUCV, tales como el uso de espacios para actividades sincrónicas, el acompañamiento del equipo Science Up, y el acceso a fondos que permiten, por ejemplo, la contratación de ayudantes.
Pablo Zamora, Coordinador de Innovación y Emprendimiento de la PUCV, señaló por qué es importante la aplicación de esta metodología: “Lo importante es que los estudiantes interactúen, ese es el corazón del COIL. Los aspectos logísticos son claves, porque la componente tecnológica afecta y tiene su impacto. El idioma y la cantidad de estudiantes que son relevantes para un COIL son variables. Una de las opciones que más se conversan es priorizar Latinoamérica porque la diferencia horaria es mucho más simple de ajustar”.
Sin embargo, recalcó que los beneficios al estudiantado son múltiples, no sólo les permite interactuar con otros estudiantes y facilitar el intercambio cultural, también les ofrece la posibilidad de establecer redes de colaboración en proyectos futuros.
Andrea González, académica de la Escuela de Tecnología Médica indicó que: “El taller fue muy práctico y preciso, abordando los temas claves para poder desarrollar el COIL en las asignaturas de interés. Es la primera vez que asisto a un taller COIL y si bien había oído hablar del tema y el año pasado revisé las bases, es la primera vez que me inscribo en un taller, principalmente porque me gustaría aplicar COIL el próximo semestre. Quisiera partir con una asignatura donde tengo un menor número de estudiantes y espero poder aplicarlo con un curso más numeroso el primer semestre del 2026”.
Finalmente, en el taller se presentaron algunos casos de éxito de académicos que han realizado metodologías COIL con países como Argentina y Ecuador, este último, llevado a cabo por el académico de la Escuela de Tecnología Médica, Arturo Levican.
Accede a la grabación del Taller COIL a continuación:
El programa ofrece financiamiento de un millón de pesos a los proyectos científicos-tecnológicos que estén en etapas tempranas y busquen realizar validaciones iniciales para la maduración del emprendimiento.
Con el objetivo de fortalecer proyectos de emprendimiento científico-tecnológico que se encuentran en una fase de maduración, el Consorcio Science Up invita a estudiantes de pre y postgrado de las facultades de ciencias adscritas (PUCV, UCN y USACH), a postular sus proyectos al Programa “Growing Up: ¡Ejecuta tu idea 2025!”, el cual tendrá sus postulaciones abiertas hasta el 27 de junio.
Dentro de los beneficios del programa, se encuentra la entrega de un financiamiento de hasta un millón de pesos para realizar actividades de validación. Sumado a ello, los proyectos seleccionados tendrán acceso a una serie de talleres, así como a un constante asesoramiento por parte del equipo de Science Up durante el periodo de ejecución de cinco meses.
Requisitos para postular:
¿Cómo postular?
Los y las estudiantes interesados en postular al programa, deberán completar el formulario de postulación aquí, en el cual deberán completar cuatro secciones:
El formulario de postulación debe ser enviado a más tardar el 27 de junio a las 23:59 al correo electrónico postulaciones@scienceup.cl (el total de archivos adjuntos enviados no debe superar los 10 megabytes) incluyendo en el ASUNTO: Postulación Growing Up Ejecuta/Nombre del director o directora del proyecto postulante.
Revisa las bases del programa a continuación:
En la ocasión, también se realizó la firma del contrato de licencia de la tecnología “Ayen: Gel Dental” junto a la empresa farmacéutica Santepharma.
Por segundo año consecutivo, y con la participación de más de 50 personas, entre académicos, académicas, estudiantes de postgrado y representantes del sector productivo de la Región de Valparaíso, la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso (PUCV) llevó a cabo el evento “Science Match Up: Descubre tu Partner Tecnológico en la PUCV”, una instancia orientada a fortalecer las redes de colaboración entre el mundo científico y el sector productivo regional.
La actividad desarrollada en el Campus Curauma de la Casa de Estudios, fue organizada por los proyectos institucionales de la PUCV, el Consorcio Science Up e InES I+D y la Oficina de Transferencia y Licenciamiento. El evento contempló ruedas de negocio y actividades de networking, así como la firma del contrato de licenciamiento de la tecnología “Ayen: Gel Dental”.
Luis Mercado, Vicerrector de Investigación, Creación e Innovación, valoró la alta concurrencia de este evento, señalando que: “La importancia de Science Match Up es poder vincular a la industria, a quienes están en el ámbito de la producción, con la academia. Desde la empresa vienen a plantear sus requerimientos a los profesores, investigadores e investigadoras de la Facultad de Ciencias, quienes pueden prestar atención a estos desafíos y generar posibles soluciones. Esto nos permite demostrar que somos capaces de generar soluciones útiles, como en el caso del área de la salud bucal, y contribuir efectivamente al desarrollo de la sociedad”.
Firma licenciamiento de la tecnología “Ayen: Gel Dental”
Uno de los hitos más significativos de la jornada, fue la firma de contrato de licencia entre la PUCV y la empresa farmacéutica Santepharma, lo que permitirá lanzar al mercado la tecnología “Ayen: Gel Dental”, un innovador gel dental formulado a partir de saponinas extraídas del Quillay.
Esta tecnología fue desarrollada por la Dra. Leda Guzmán, académica del Instituto de Química de la PUCV, quién se refirió a la importancia de incentivar la transferencia de tecnologías para el desarrollo del país: “Lo importante es que siempre va a estar el nombre de la Universidad porque fue hecho acá, entonces, creo que eso es súper importante para que la gente vea que la Universidad no es algo lejano sino que puede contribuir al desarrollo del país”.
Valentina Pizarro, gerente comercial de Santepharma, valoró esta alianza con la Universidad, mencionando que será un producto único que ayudará al bienestar de la salud bucal de las personas: “Nos enorgullece que una Universidad con tanto prestigio como la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso nos haga parte de su innovación y sus investigaciones, como lo es la pasta dental Ayen. La Universidad aporta la investigación y nosotros contamos con la infraestructura, entre ambos nos complementamos mutuamente”.
Sobre la jornada, María José Henríquez, Directora Ejecutiva de Science Up señaló que el balance fue positivo: “Vimos un gran interés por conocerse, intercambiar ideas y explorar oportunidades de colaboración, tanto de los equipos académicos como de los representantes del sector productivo. Creemos que la dinámica del evento contribuyó a facilitar los encuentros de manera directa, y esperamos que de estas conversaciones iniciales surjan alianzas concretas que se traduzcan en proyectos conjuntos y, en definitiva, en una vinculación más estrecha entre la Universidad y su entorno. Este es precisamente uno de los propósitos de Science Up: contribuir a un ecosistema de innovación más articulado, diverso y conectado con los desafíos del territorio”.
Para Vania Badilla, Coordinadora de la Oficina de Transferencia y Licenciamiento de la PUCV, este evento fue una verdadera vitrina para el talento científico y tecnológico de nuestra universidad, y un puente efectivo entre el conocimiento generado en la academia y las necesidades del sector productivo. “Para nuestra oficina, fue una oportunidad de generar nuevos vínculos con la industria y fortalecer el ecosistema de innovación de la PUCV. Nos vamos con la certeza de que este tipo de encuentros son clave para que nuestras ideas lleguen más lejos, se conviertan en soluciones reales y contribuyan al desarrollo del país”.
Por su parte, Nicolás Mardones, coordinador del Proyecto InES I+D de la PUCV, destacó las capacidades que impulsa la PUCV: “Contamos con tecnologías y laboratorios que están a disposición de la sociedad. Este tipo de encuentros nos sirven para levantar desafíos desde la sociedad y el sector socioproductivo, de modo que la investigación de nuestros académicos realmente impacte en la comunidad, beneficie a las empresas y contribuya a generar un futuro próspero para todos”.
Química que explora el lado humano de la ciencia, impulsa la innovación verde y desafía paradigmas para transformar la docencia y la sociedad desde el laboratorio docente.
En la carrera de Iriux Almodóvar Fajardo, su fascinación por la Química trajo pronto la necesidad de abordar sus impactos. Hoy se dedica a innovar desde la Química Verde, una manera de contribuir desde su disciplina de forma más ética a la sociedad, objetivo que se propuso como investigadora, y que hoy traslada también a su liderazgo en la academia.
Persiguiendo este objetivo, en 2024 aceptó dos desafíos: el Vicedecanato de Docencia y Extensión de la Facultad de Química y Biología de la Universidad de Santiago de Chile, y la Coordinación del Eje de Armonización Curricular del Consorcio Science Up, representante de su Facultad, ámbitos de acción desde donde se pueden catalizar cambios a través de la innovación en las mallas curriculares.
“A los estudiantes hay que transmitirles que se pueden hacer las cosas diferente, lo que no solo los entusiasma a ellos sino que a toda la comunidad, impulsando el trabajo colaborativo”, indica al mirar el impacto de los programas implementados por este proyecto Ciencia e Innovación para el 2030, el cual ha apoyado a decenas de estudiantes y docentes de su Facultad, fortaleciendo la innovación.
Inicios: entre aventura, disciplina e igualdad
Desde pequeña fue curiosa, buscando cómo funcionaba cada cosa. “No quedaba juguete bueno”, recuerda entre risas, pues todos terminaban desarmados en esta búsqueda. Un espíritu inquieto que ya se perfilaba hacia la ciencia teniendo como referente a su tío, investigador en alimentación animal.
“Él viajaba mucho y eso me encantaba. También, debo decir, que en Cuba se le daba mucha importancia a la ciencia. Ser científico era ser alguien muy importante, y todos y todas podíamos soñar con serlo, no solo los niños. Desde que nosotros éramos chiquitos, siempre estaban relevando a las niñas, promoviendo la igualdad”, recuerda, señalando que incluso en la televisión se proyectaban animaciones para concientizar sobre la igualdad.
Desde su rol como Vicedecana, observa la realidad de su Facultad, caracterizada por una alta participación femenina, con un 62% de mujeres matriculadas en pregrado durante 2025. Si bien las capacidades de las estudiantes son reconocidas, persisten desafíos como la carga mental. Aún hoy, las tareas del hogar recaen principalmente en ellas, por lo que su apoyo a las iniciativas para concientizar sobre la corresponsabilidad responde no solo a una convicción personal, sino también a su propia experiencia.
Por un futuro mejor
Con ese espíritu, Iriux orientó su carrera hacia la investigación en química, siempre buscando que el conocimiento tuviera impacto y contribuyera a una sociedad más sostenible. Durante su doctorado, estudió las reacciones químicas involucradas en la formación de enantiómeros, moléculas que se relacionan como una imagen reflejada en un espejo, pero que no son iguales. Análisis fundamental en el desarrollo de medicamentos, ya que pequeñas diferencias pueden cambiar completamente su efecto en el cuerpo.
“El caso más famoso es cuando se utilizó en los años ‘60 la talidomida, medicamento que se le daba a las mujeres embarazadas. Lo que ocurrió fue que algunos niños empezaron a nacer sin miembros, les faltaban brazos, piernas. Lo que pasaba era que uno de los enantiómeros funcionaba como sedante y disminuía las náuseas matutinas, pero el otro tenía efectos teratogénicos, o sea, afectaba el desarrollo del feto. Entonces, se descubrió la importancia de que los compuestos farmacéuticos sean enantioméricamente puros”, señala.
El cambio de orientación hacia la Química Verde surge tras asistir a una charla sobre el uso de microondas en síntesis orgánica, tecnología que permitía realizar reacciones químicas en mucho menos tiempo y con un considerable ahorro de energía, en comparación con los métodos tradicionales, técnica que incorporó en sus investigaciones.
“El conocimiento va avanzando y se van descubriendo los efectos negativos de algunos compuestos químicos. Por ejemplo, antes trabajaban con mercurio porque no sabían que era dañino, hasta que se descubrió. Así ha sido con la química. Seguir produciendo lo mismo, sabiendo que estás haciendo daño, para mí es inconcebible. Por eso me dediqué a la Química Verde, porque quiero transmitirles a los estudiantes que sí se puede hacer diferente”, expresa.
Una motivación que hoy la lleva a revisar su manera de investigar. Junto a ingenieros industriales, evalúa la huella ambiental de los laboratorios docentes de química orgánica mediante análisis de ciclo de vida, que considera el consumo de energía, agua y generación de residuos.
“Estoy segura que, al mostrar el impacto ambiental de los laboratorios, se generará conciencia al respecto y todos irán incorporando acciones para tratar de disminuirlo, porque la idea es esa, hacer cambios que permitan mejorar el impacto que tenemos como Facultad y conozco a nuestra comunidad, se sumarán”, concluye.
Estas certificaciones les permitirán identificar las estrategias más efectivas para respaldar proyectos con potencial de patentamiento, registro de marca u otras formas de protección intelectual dentro del Consorcio.
Los gestores tecnológicos del Eje de Vinculación con el Entorno Socioeconómico de Science Up en la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso (PUCV), Sofía Cuevas y Cristóbal Balada, han participado desde el año pasado en diversas instancias de formación y certificación en temas de Propiedad Intelectual, con el objetivo de fortalecer sus capacidades y conocimientos en esta área clave para el desarrollo tecnológico y la transferencia de conocimiento.
Ambos profesionales han obtenido certificaciones de la Academia de la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI), incluyendo su reconocido curso de verano Summer School on Intellectual Property, organizado en Chile por el Instituto Nacional de Propiedad Industrial (INAPI).
Entre las certificaciones obtenidas por Sofía Cuevas destacan: Curso general de Propiedad Intelectual, Aspectos fundamentales de la redacción de solicitudes de patente y Búsqueda de información sobre patentes. Estos cursos le han entregado herramientas prácticas y una visión más especializada para desempeñar funciones claves dentro del Consorcio, como el scouting tecnológico en la Facultad de Ciencias.
Sobre ello, Sofía Cuevas indicó que: “Es sumamente importante tener conocimiento básico de cómo se puede proteger una tecnología y cómo es el procedimiento para lograr esto, para así monitorear aquellas tecnologías que necesiten apoyo y poder guiarlas junto con la Oficina de Transferencia y Licenciamiento de la PUCV. Según la información recabada, realizamos una búsqueda preliminar del Estado del Arte de dicha tecnología, donde investigamos si existe una tecnología similar ya patentada o publicada y sus diferencias, para así evaluar cómo proceder con dicha tecnología”, indicó la profesional.
La profesional también valoró la formación recibida por su alto impacto a nivel profesional: “Con este conocimiento, puedo trabajar en pos del levantamiento y desarrollo de distintas medidas de protección intelectual de las investigaciones que se llevan a cabo dentro de la Facultad de Ciencias de la PUCV”.
Además, destacó la experiencia multicultural del curso de verano presencial: “Fue bastante intenso, ya que fueron dos semanas continuas de charlas y/o talleres prácticos, donde aprendí bastante. Además, pude conocer la visión de profesionales de otras áreas, ciudades e incluso otros países”, señaló la profesional.
Por su parte, Cristobal Balada, profesional del Eje de Vinculación con el Entorno Socioeconómico, cursó los programas Curso general de propiedad intelectual, Búsqueda de información sobre patentes y Marcas, diseños industriales e indicaciones geográficas, todos impartidos por la OMPI.
Al respecto de estas experiencias formativas, el profesional señaló que han sido muy enriquecedoras para su labor dentro del Eje VESE: “Estos cursos me han dado herramientas súper útiles para apoyar a las y los investigadores en la protección de sus desarrollos y en cómo gestionar ese conocimiento de forma estratégica. Además, al ser cursos ofrecidos por la OMPI, tienen un enfoque internacional que te da una mirada más amplia y actualizada”.
Continuó señalando que estos cursos entregaron valiosas herramientas: “Estos cursos me permiten aportar con más criterio y eficiencia a las decisiones estratégicas del consorcio, apoyando a las y los investigadores en sus proyectos y asegurando que aplicamos las mejores prácticas en cuanto a Propiedad Intelectual”.
Finalmente, destacó los principales aprendizajes de su formación: “En general, he aprendido no solo sobre los marcos legales, sino también sobre la importancia de la PI en la transferencia de tecnología y la colaboración entre investigadores. La experiencia ha sido muy valiosa, y definitivamente me ha dado más herramientas para ser más eficiente en mi labor diaria”.
Cursos actuales
Actualmente, Sofía Cuevas está cursando el módulo “Marcas, diseños industriales e indicaciones geográficas” de la OMPI, mientras que Cristóbal Balada finalizó recientemente el curso “Promover el acceso a las tecnologías médicas y la innovación”. El profesional indicó su interés por continuar formándose durante el segundo semestre de 2025.
El equipo, integrado por seis estudiantes, representa a la mayoría de las Unidades Académicas de la Facultad de Ciencias de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso.
Con un desayuno realizado en el Curauma Makerspace se llevó a cabo la jornada de bienvenida para las y los tres nuevos integrantes del equipo de delegados/as Science Up, quienes pasan a formar parte de la segunda generación de representantes estudiantiles de la Facultad de Ciencias.
Durante la actividad, los nuevos delegados/as tuvieron la oportunidad de conocer e interactuar con las integrantes de la primera generación: Lucía Martínez (Licenciatura en Biología), Gabriela Gallardo (Licenciatura en Física) y Laura Sobarzo (Licenciatura en Matemáticas).
Además, las y los profesionales de los distintos ejes de trabajo de Science Up presentaron los principales programas y convocatorias del año, con especial énfasis en aquellas iniciativas orientadas al estudiantado de la Facultad de Ciencias.
Respecto a esta jornada, Sofía Cuevas, profesional del Eje de Vinculación con el Entorno Socioeconómico, indicó que establecer una conexión con el estudiantado de la Facultad es uno de los grandes desafíos del Eje. Por tanto, señaló, un equipo de delegados/as contribuye de forma fundamental a este objetivo.
“Gracias a los delegados/as podemos difundir de mejor manera el quehacer del Consorcio, así como las actividades, programas y eventos que tenemos a disposición para el estudiantado y además, levantar información respecto a qué necesita cada unidad académica, para analizar, en conjunto con el equipo de delegados, de qué forma Science Up puede entregar apoyo”, mencionó la profesional.
A continuación, presentamos con entusiasmo a las y los nuevos integrantes del equipo:
Eduardo Flores, estudiante de Tecnología Médica, indicó que esta primera reunión fue motivadora: “Me sentí entusiasmado al ver que hay un espacio dedicado a potenciar el pensamiento crítico y la interdisciplinariedad. Fue grato compartir con estudiantes con intereses similares y notar que hay un equipo comprometido y dispuesto detrás del programa”.
Melanie Ordoña, estudiante de Bioquímica, señaló que: “Espero contribuir activamente e impulsar la difusión de este espacio y consorcio entre el estudiantado de nuestra universidad. En la primera reunión tuve la oportunidad de compartir mis principales motivaciones, entre ellas, fortalecer el vínculo entre el conocimiento científico y la innovación con propósito social y demostrar que desde nuestras propias y diversas disciplinas también podemos aportar a la transformación del entorno”.
Finalmente, Mónica Conforti, estudiante de Kinesiología, mencionó que: “Me siento feliz de ser parte de este grupo humano tan fantástico, contribuyendo a la divulgación y fortalecimiento de las ciencias. Science Up representa una oportunidad para construir un espacio colaborativo, donde las ciencias sean accesibles y relevantes para todos. Mi objetivo es seguir contribuyendo con herramientas y estrategias que fortalezcan la divulgación científica y promuevan una comunidad académica inclusiva y diversa”.
Cabe destacar que, el rol de un/a delegado/a es ser un puente entre Science Up y las necesidades identificadas entre el estudiantado de cada Unidad Académica, con el objetivo de incentivar a que más estudiantes sean parte de las iniciativas de Science Up.