El pasado 11 de febrero de 2025, la Universidad de Santiago de Chile publicó los 11 relatos de la convocatoria 11F en Breves. Una iniciativa que celebra el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia, impulsada por el Eje de Liderazgo y Participación Femenina de Science Up, que sumerge al público en la trayectoria y reflexiones de 11 mujeres extraordinarias, que demuestran que la ciencia no tiene género, solo determinación y pasión.
1.- ¡¿Qué estás haciendo?!
Fui una niña curiosa y callada. La mayor travesura que hacía era mezclar las cremas de mi mamá. Después ya no me retaba por hacer esas mezclas de diferentes densidades, ya no eran realmente sus cremas, era una prueba de laboratorio, pero yo siempre tranquila, si básicamente nací para esto me decía ella. En mis tiempos libres le explico mis estudios. Aprendo mejor y ella entiende mejor el mundo. Cosas que ni ella ni yo supimos que podían llegar a ser tan interesantes. Ahora ella con 50 años se metió a estudiar. No soy la única que cuenta cosas curiosas de la ciencia, ella no es la única que escucha.
Autora: Catalina Inostroza Loyola, estudiante de Bioquímica Usach
2.- El brillo que se suele perder
El mundo beauty está lleno de color y brillos, pero el científico es minimalista, puesto que se relaciona el conocimiento con la apariencia. Me he cuestionado, “¿la sombra oscura con glitter será too much?, “¿los labios rojos destacarán demasiado?” o “¿me maquille mucho para la ocasión?”, para que no piensen que soy tonta. Lamentablemente, es fácil dejarse llevar por la ciencia, dejando de lado nuestra esencia. NO HAY QUE ABANDONAR LO QUE ALGUNA VEZ NOS INSPIRÓ. En unos años, una ganadora del Nobel abrazará su esencia y recibirá su premio con mucho brillo colorido en su mirada. Lo mío son las uñas y el glitter, ¿cuál es su brillo?
Autora: Scarlett Aguilera Aedo, estudiante del Doctorado en Química Usach
3.- No hay límites para tus sueños
Cuando descubrí que me gustaba la ciencia y decidí estudiar Bioquímica, tenía muchas ilusiones. Mi sueño era investigar y ayudar a personas como yo, con enfermedades sin tratamientos adecuados, que sobrellevan el dolor día a día. Al iniciar la carrera, descubrí que no era tan simple. Ser mujer y tener discapacidad complicó mi camino. Cuestionaban mis capacidades y eso me hizo dudar de mí misma. Sin embargo, finalmente entendí que podía lograrlo. Hoy estoy a punto de graduarme y puedo decir que todo el esfuerzo valió la pena. Cumplí mis sueños y espero que mi trabajo inspire a niñas y mujeres con discapacidad que les guste la ciencia a cumplir los suyos.
Autora: Nelly Núñez Rojas, estudiante de Bioquímica Usach
4.- Células de Madre
Soy investigadora y madre, y amo la ciencia y disfrutar de la vida en igual medida. Me gusta el laboratorio en invierno cuando llueve. Disfruto del verano en el laboratorio con un clima controlado. Fui investigadora antes que madre, pero era madre de mis células. Mis células crecen en condiciones controladas mientras una niña crece y cambia día a día. La maternidad me dio otra mirada, más fuerza y constancia. Encontré que podía llevar mi cuerpo más allá de lo que creía era el límite. Este es el experimento más importante de mi vida.
Autora: Sofía Michelson Quintana, estudiante del Doctorado en Biotecnología Usach
5.- Mi primer gran aterrizaje
Con 22 años, aterricé en Isla Rey Jorge en la Península Antártica para participar en la expedición científica 56. Con los nervios y la emoción a flor de piel, avancé junto al grupo de científicos hacia la Base Escudero. Era un gran desafío y un punto de inflexión como estudiante de pregrado. Nunca había compartido con diferentes científicos. Sin embargo, durante mi estadía lo que más me marcó fue ver mujeres de diferentes áreas liderando investigaciones y trabajando en terreno, ya sea buceando en aguas gélidas o analizando diferentes especies. Su liderazgo y profesionalismo me inspiraron profundamente como joven física para poder construir mi camino científico.
Autora: Fernanda Cabello Hermosilla, asistente de investigación, Laboratorio de Radiometría y Fotometría
6.- Científicas, madres y esposas
Cada una de nosotras ha experimentado barreras en el camino que nos ha traído a donde estamos hoy. Para mí tuvo que ver con nacer en un hogar humilde, sin expectativas mayores que terminar la enseñanza media, ser una madre, esposa y dueña de casa. De adolescente sentí gran rechazo por esa visión tradicional. No obstante, ahora joven, pero adulta, noto que el rechazo era a la imposición. Yo quería escoger. Yo quería más… ¿Por qué no elegir mi destino? Espero con mis huellas allanar el camino a futuras generaciones, tal como fue allanado para mí por las grandes científicas actuales. Muchas de ellas madres y esposas. A ustedes, gracias por perseverar.
Autora: Natalia Valderrama Quinteros, ayudante de investigación del Dpto. de Física Usach
7.- Rosalind Franklin: Más que un triunfo robado
Todos sabemos quién fue Rosalind Franklin, pero ¿conocemos realmente su trabajo? En 1953, Watson y Crick publicaron uno de los descubrimientos más importantes para la biología molecular: La doble hélice de DNA. Esto fue posible gracias a la fotografía realizada por Franklin, quien no recibió el reconocimiento merecido. Por ello, se le conoce como la mujer a quien le robaron sus logros, práctica que sigue siendo común en la actualidad. Sin embargo, quizás deberíamos cambiar el enfoque. Franklin no debe ser recordada sólo como la mujer que fue robada, sino como una pieza fundamental para sentar las bases de la virología mediante su investigación en TMV. Fue más que un “triunfo robado”.
Autora: Tamara Mateluna Cáceres, egresada de Bioquímica Usach
8.- Por una célula de cebolla
En un día de colegio normal, nuestra profesora de biología, cansada de nuestra falta de motivación, llevó a la clase su tesoro más preciado, un antiguo microscopio con el que quiso mostrarnos como eran realmente las células de una cebolla. Al llegar mi turno de ver a través del viejo ocular no esperaba nada, pero a partir de ese día mis ojos fueron testigos de un mundo más amplio y profundo del que podía ver a simple vista. Hoy en día soy una bióloga de corazón que aún recuerda lo importante de ver las cosas más sencillas del mundo a través de un viejo ocular.
Autora: Yudethzi Marcano, egresada del Doctorado en Biotecnología Usach
9.- Bioelectricidad
No hay nada más satisfactorio que comprender lo desconocido. La primera vez que pude observar la característica eléctrica del cerebro pude imaginar mi futuro en ese camino, nada me emociona más. Descubrir que las plantas también se comunican con señales eléctricas, hizo que mi mente viajara con la posibilidad de comprender a todo ser viviente. Comprender que todo se comunica con señales y que éstas se transforman en impulsos eléctricos, me hace razonar que todos vivimos en constante comunicación.
Autora: Catalina Rozas Rozas, estudiante de Bioquímica Usach
10.- Combate interno
Llegó corriendo a entrenar. Entró al tatami. Saludo. ¡El examen doctoral! No, ahora es momento de entrenar. Golpea fuerte, patea más alto. ¡Ya llegué a cinturón azul! Se me prende la ampolleta. Resuelvo el problema de mecánica cuántica. Paro de sufrir. Se acaba el entrenamiento. ¿Quién dijo que no puedo ser doctora en Física y karateka? Sí puedo.
Autora: Isis Vivanco Vivanco, docente del Dpto. de Física Usach
11.- Mujeres en Neurociencia
Video reel en el siguiente enlace aquí.
Autora: Antonella Osses Toledo, estudiante del Doctorado en Neurociencia.