La resistencia antimicrobiana es un severo problema de salud pública, ya que dificulta el tratamiento de infecciones, aumentando su propagación. El uso excesivo de antibióticos es una de sus causas, por lo que muchos equipos de especialistas se han volcado a desarrollar tratamientos alternativos, como SensiVivo, grupo liderado por la estudiante de Química y Farmacia, Gabriela Pulgarés Contreras.
“Cuando fui niña padecí una enfermedad que implicó colocarme penicilina con benzatina durante 12 años cada 28 días. Por eso tengo una sensibilidad con el tema. Creo que los aceites esenciales son el futuro para combatir la resistencia antimicrobiana que están generando las bacterias hoy”, señaló Gabriela.
El proyecto ganador entre las propuestas de la Facultad de Química y Biología, propone una crema hidrogel contra el acné a partir de un aceite esencial de ciprés de Guaitecas, que presenta propiedades antibióticas y antiinflamatorias, la que contiene otras innovaciones que le permiten tener menos excipientes, reducir el poder de irritación propia de estos aceites y liberar de forma controlada el tratamiento.
“Escogimos el acné porque todos lo hemos experimentado alguna vez y tiene un gran impacto en la autoestima de mucha gente, pero también queremos avanzar a otras enfermedades inflamatorias”, adelantó la Directora de SensiVivo.
El equipo está conformado por Gabriela Pulgarés Contreras, Mario Vargas Riquelme, Ana Berroeta Riquelme, Damian Alzamora Rojas y Camila Pardo Pastran, de la carrera de Química y Biología; Anaís Mangiamarchi Letelier, de Derecho; y Scarlett Ocaranza Catalán, de Ingeniería Industrial.
“Nosotros tenemos un fuerte compromiso con el tema de la biodegradabilidad y el desarrollo libre de crueldad animal, por lo ya nos hemos contactado con gente de bioquímica para que nos faciliten pruebas que no impliquen animales,” expresó, un paso importante para su lanzamiento al mercado.
Su producto ya cuenta con pruebas in vitro y su formulación, ubicándose en una etapa de maduración TLR4. El siguiente paso son las pruebas directas, como la que comprueba el poder irritativo que puede provocar el aceite, la cual ya solicitaron a un laboratorio en Brasil.