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En su cuarta edición, el Programa “Innova en el Aula”, impulsado por el Eje de Armonización Curricular, busca promover la implementación de nuevas metodologías para la enseñanza de contenidos científico-tecnológicos. Con ello, se fortalece un aprendizaje activo, colaborativo y didáctico, que sitúa al estudiante en el centro del proceso educativo y favorece su autonomía, pensamiento crítico y capacidad resolutiva.
Durante este semestre, 15 equipos de trabajo se encuentran ejecutando sus proyectos, prefiriendo las metodologías señaladas a continuación: Aprendizaje Basado en Proyectos (47%), Aprendizaje Basado en Problemas (27%) y Aula Invertida (13%).
En conversación con las y los directores y directoras, estos destacaron el positivo feedback recibido por parte de las y los estudiantes, quienes valoraron especialmente las metodologías implementadas en sus asignaturas.
Asimismo, señalaron que estas iniciativas han contribuido a promover un aprendizaje más significativo, fortaleciendo la participación en el aula y el vínculo entre los contenidos teóricos y su aplicación práctica.
En la PUCV se adjudicaron 8 proyectos, lo cual representó un aumento de un 300% en comparación con las adjudicaciones alcanzadas los años anteriores. Entre ellos, la Dra. Diana Zakaryan, académica del Instituto de Matemática y directora del proyecto: “Simulación con IA de prácticas de aula en la formación de profesores de matemáticas”, implementó una innovación en estudiantes de la carrera de Pedagogía en Matemáticas.
“Consideramos importante incluir una metodología más activa para reducir la brecha identificada en la formación docente, relacionada con las escasas oportunidades que estos tienen para experimentar, reflexionar y recibir retroalimentación sobre sus decisiones pedagógicas en tiempo real”, mencionó la docente.
“La recepción del estudiantado fue positiva para experimentar esta nueva experiencia, implementaron con curiosidad la simulación con apoyo de la IA y recibimos una muy valiosa retroalimentación sobre sus limitaciones y potencialidades, con el fin de evaluar su pertinencia para las próximas implementaciones”, agregó la docente.
En la USACH se desarrollaron tres proyectos Innova en el Aula durante el segundo semestre de 2025, todos basados en la metodología de Aprendizaje Basado en Problemas (ABP).
El profesor Marcelo Alonso, académico de la Facultad de Química y Biología, propuso una simulación de sitio del suceso para que sus estudiantes comprendieran mejor problemas de la bioquímica forense y crearán equipos innovadores. Por su parte, el profesor Carlos Vanegas, académico del Departamento de Matemática y Ciencia de la Computación (DMCC), impulsó a sus alumnos del Magíster en Educación Educativa a realizar diagnósticos en colegios, identificando problemas reales para generar propuestas innovadoras. Finalmente, la Dra. Daniela Soto Soto, también académica del DMCC propuso el diseño e implementación de modelación matemática con Arduino, buscando fortalecer la innovación docente.
“El programa Innova en el Aula me parece muy interesante, porque nos lleva a la reflexión de cómo formar estudiantes innovadores y emprendedores. Mis estudiantes lo recibieron con entusiasmo, construyen diseños tecnológicos, aprenden pitch para promover sus ideas de modelación y talleres colaborativos. Ha sido una experiencia enriquecedora que nos abre al territorio de la innovación a nosotros como docentes y a ellos como profesores en matemática y computación”, expresó la Dra. Daniela Soto Soto.
En el caso de la Universidad Católica del Norte, cuatro académicos y académicas fueron adjudicados con fondos para implementar sus innovadores proyectos, específicamente dos en la Casa Central y dos en Campus Guayacán.
Entre ellos, Wai-Houng Chou Kam, Dr. en Ciencias Farmacéuticas, propuso el proyecto “Aplicando la realidad virtual para el diseño de nuevos fármacos”, el cual busca implementar el uso del programa de realidad virtual Nanome, para fortalecer el aprendizaje de los contenidos de la asignatura a través de la visualización de la estructura química de los fármacos en tres dimensiones y su interacción con los componentes biológicos.
El académico explica que su experiencia con el proyecto nació desde el desafío de innovar en una asignatura técnica como Farmacoquímica de la carrera Química y Farmacia. “A través del descubrimiento de la realidad aumentada y realidad virtual, y plataformas que integran los conocimientos de esta asignatura, he visto la oportunidad de aplicarlo para esta generación de estudiantes y ver cómo a partir de lo teórico, pueden poner sus conocimientos en práctica. Es una tecnología que justamente podrá ser una herramienta muy valiosa en los procesos de enseñanza y aprendizaje”, señaló.