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Dra. Daniela Soto Soto, frente a la polémica del spot televisivo de la Ley Integral: “Da cuenta de que todavía la lucha contra la violencia hacia las mujeres se ve como una ideología y no como un derecho humano, de vida o muerte”

En el programa radial Sin Pretexto, la Coordinadora del Eje de Liderazgo y Participación Femenina de Science Up analizó cómo este suceso evidencia el estado actual del tema en la sociedad chilena y las estrategias para superarlo.

La polémica por la negación del Consejo Nacional de Televisión (CNTV) a difundir la campaña sobre la Ley Integral contra la Violencia hacia las Mujeres —con motivo del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer— generó múltiples alertas. El CNTV argumentó campaña presidencial 2025, pero los cuestionamientos de diferentes organizaciones lograron revertir la decisión, sin borrar la discusión en la opinión pública.

En Sin Pretexto de Radio Universidad de Santiago de Chile (Usach), Mirna Schindler conversó con la Dra. Daniela Soto Soto —Directora VIME del Departamento de Matemática y Ciencia de la Computación Usach (DMCC) y Coordinadora del Eje de Liderazgo y Participación Femenina de Science Up— sobre cómo este hecho refleja el estado actual del tema en la sociedad y las claves para avanzar.

Entrevista

Mirna Schindler: Daniela, desde el lugar que tu ocupas, ¿cómo viste esta controversia que se generó con el spot por la Ley Integral de violencia contra las mujeres?

Daniela Soto Soto: Yo creo que esto es preocupante, al menos preocupante. Creo que esa idea de politizar la ley, nos da cuenta de que todavía la perspectiva de género y la lucha contra la violencia en las mujeres se ve como una ideología no como algo del ámbito de los derechos humanos y de la vida y muerte. Entonces, creo que esto nos pone una alerta, al menos, de cómo ciertos grupos están mirando este tipo de acciones que son fundamentales de desarrollar en nuestro país.

Mirna Schindler: Totalmente, y quiero comentarte que tal como muestra en este spot, se va detallando a través de varios ejemplos, usando nombres hipotéticos, se ilustra cómo esta normativa ofrece protección y apoyo en distintas situaciones, por ejemplo cuando hay una orden de alejamiento o cuando es delito por cierto compartir imágenes íntimas, aunque la mujer haya querido entregarlas voluntariamente a su pareja o expareja, o como contar una y otra vez lo que vivió cuando se revictimiza a mujeres y varios otros ámbitos. ¿Cómo ves tú la promulgación de esta ley que ya tiene un tiempo? ¿has visto efectos concretos?

Daniela Soto Soto: yo creo que esto es fundamental. Esta es una lucha social que emerge como un grito de la sociedad, de las mujeres en particular. Recordemos que esto tiene una historia larga. Desde el 2018, el Mayo Feminista, pone las alarmas de la importancia que como sociedad tenemos que abordarlo de una manera política e institucional. Yo creo que estamos desarrollando un camino importante dentro de la política nacional y dentro de las universidades también se están generando acciones, o sea, por ley 21.369 logramos dar un gran paso, o sea el poder exigir a las universidades y a los institutos de formación técnica tener una política integral con perspectiva de género dentro de las universidades para abordar todas las problemáticas que se estaban dando a relucir. 

Ahora, cuánto hemos avanzado, qué es lo que ha cambiado en nuestro sistema, es difícil. Tenemos una ley, está en el papel, sin embargo, eso que se haga carne y vida digamos en las personas es un cambio cultural. Creo que todas las acciones que hoy día está desarrollando el Estado, las instituciones y nosotros dentro de las universidades como académicos que pertenecemos a diferentes áreas, departamentos que estamos trabajando sobre este tema, lo estamos abordando de manera integral y para provocar realmente cambios culturales dentro de la sociedad. 

Mirna Schindler: Dijiste algo muy importante Daniela, que todavía se sigue viendo, o por un sector al menos, que lo relacionado con temas relativos a perspectiva de género te lleva directamente a una suerte de ideología o a algo que tiene que ver con un grupo específico o un nicho ideológico, cuando en realidad se refiere a lo que tú dices, cómo nos cuidamos y nos protegemos las mujeres y se protege a las mujeres también de una serie de violencias que hemos vivido a lo largo de nuestra historia. 

Desde ese punto de vista, tú mencionaste la ley N°21.369 que regula el acoso sexual violencia y la discriminación de género en la Educación Superior. ¿De qué forma esta ley ha venido a proteger a las mujeres en la función que realizan?

Daniela Soto Soto: Yo creo que hay que entender Mirna que este es un problema estructural, no es individual. Cuando hay un acoso, eso es una expresión cultural del machismo, del patriarcado, de la misoginia. Creo que esto no se va a solucionar solamente con una ley, ahora la ley tensiona a las universidades a desarrollar. El mismo CRUCH en el último documento que saca, “Más allá de la ley”, ellos señalan que el tema de género se venía trabajando desde mucho antes en las universidades. Creo que hay ahí un espíritu por abordar esta temática dentro de las universidades del CRUCH, incluso del CUECH. 

La Ley 21.369, principalmente, tensiona a la institución a prevenir, a investigar, a reparar y a sancionar el acoso sexual y la discriminación. Esto necesita que todo el aparato del Estado tiene que articularse para que realmente esto funcione. La ley mandata a las universidades a crear incluso direcciones de género, a hacerse cargo y desarrollar una política integral, pero también tiene que estar muy de la mano con los sistemas de acreditación, por ejemplo, entonces si el sistema de acreditación quienes van a estar mirando a las instituciones cómo cumplen la ley, no tiene dentro de sus indicadores la perspectiva de género, obviamente que se nos puede escapar de las manos. Ahora la CNA ya tiene dentro de sus indicadores la perspectiva de género.

Por eso es tan importante que haya todo un sistema articulado y que tiene que ser transversal.

Mirna Schindler: Daniela, te quiero preguntar lo siguiente, porque después del movimiento “me too”, hubo varios cambios en las universidades, entre ellos por ejemplo que un profesor no puede recibir a un alumna o alumno en una oficina a puerta cerrada, que es algo que ya se hacía hace mucho tiempo en universidades de países desarrollados. ¿Ese tipo de práctica, ese tipo de protocolos se están aplicando? 

Daniela Soto Soto: la verdad es que nosotros dentro de la política integral no tenemos como específicamente un punto que señale de esa manera. Lo que nosotros, más bien, hemos desarrollamos más bien es una sensibilización y una difusión de la importancia de tener el cuidado y el respeto suficiente, es decir, no creemos que de alguna manera poniendo una cláusula van a cambiar los aspectos de acoso o discriminación, sino más bien, que hay que formar y capacitar a los profesores y a los mismos estudiantes, entre ellos, porque el acoso a veces no solamente tiene que ver con una cosa de poder vertical, sino que también se dan en espacios horizontales. Entonces más bien lo que la comunidad académica y universitaria tiene que estar en constante reflexión sobre este aspecto. 

Mirna Schindler: vamos ahora a lo que a ti te compete directamente en tu rol como Coordinadora del Eje de Liderazgo y Participación Femenina del Consorcio Science Up, que tiene que ver con todas estas disciplinas científicas y tecnológicas, donde la presencia de las mujeres está en proporción menor que la de los hombres, ¿cómo han logrado ustedes como mujeres científicas, abrirse paso y lograr ir moviendo estas brechas de género, que son tan ingratas en definitiva? 

Daniela Soto Soto: Creo que es importante reflexionar sobre lo que significa violencia contra una mujer. Hay otros tipos de violencia más sutiles, violencias simbólicas, el no dejarte entrar, dejarte atrás y no ser parte, no citarte, no provocar liderazgos femeninos también es un tipo de violencia. Creo que desde ese punto de vista el Consorcio justamente ha generado un eje de liderazgo y participación femenina, porque sabemos la problemática que existe en las ciencias y sabemos la importancia de darle visibilización a las mujeres, también producir cambios en las formas de enseñanza o sea nosotros tenemos todo un eje de armonización curricular que es transversal a la perspectiva de género, por tanto estamos integrando dentro de nuestras mallas curriculares, la perspectiva de género, constantemente, estamos haciendo esa revisión. 

La formación de los docentes y el liderazgo y participación femenina, pero también poder mirarlo desde un punto de vista más comunitario, cómo fortalecemos esta participación femenina entre las propias mujeres. Ahí tenemos un programa bien bonito que se llama Mentoras. Creo que ha sido una experiencia relevante que provoca esta relación entre las mujeres de cómo construimos conocimientos en comunidad. 

Dentro de las disciplinas científicas, así como la matemática, la física, la química es importante preguntarnos sobre los paradigmas, las epistemologías que han fundamentado la construcción de conocimiento. Si todavía tenemos un paradigma androcéntrico, por supuesto que la mujer no va a tener cabida en la construcción de conocimientos. Si tú pones en primer lugar la competencia antes que la colaboración, como suele pasar en la ciencia, por supuesto que las dinámicas femeninas van a estar siempre discriminadas de alguna manera. El eje trata de hacer ese trabajo, de sensibilizar, de crear competencias, de formar al fin y al cabo. 

Mirna Schindler: Recordemos que como cada año, ayer se conmemoró el día internacional de la eliminación de la violencia contra la mujer, y estamos hablando de discriminaciones también que son formas de violencia que se vive muy fuertemente en el mundo científico y de hecho eso es lo que te quería preguntar también Daniela porque pese a las leyes, persiste el abuso, persiste la discriminación en la investigación científica y te lo pregunto también, porque muchas veces se sabe que a las mujeres científicas hasta no hace mucho se las obligaba a elegir, y a veces de manera bastante explícita, optar por la maternidad o por el trabajo en la ciencia.

Daniela Soto Soto: ese tipo de fenómenos cuando vemos lo material parece que eso no ocurriera, pero es que todo esto es muy sutil, no es que en realidad a ti te hagan optar, pero las mismas condiciones laborales son las que son tan exigentes, que realmente que la mujer se ve enfrentada a dos caminos, o sigo el camino de la maternidad o sigo el camino de un doctorado. Por eso es que al final entran muchas mujeres a estudiar ciencias, de hecho la Usach tiene digamos promedios mayores al promedio nacional de las universidades en cuanto a las mujeres que entran a las carreras STEM, sin embargo, se va produciendo como un embudo, con quienes entran a estudiar un magíster y quienes llegan a hacer un doctorado. Entonces ahí hay un muy mínimo porcentaje de mujeres que realmente se hacen científicas. Tiene que ver con todas las condiciones estructurales que no permiten que las mujeres al fin y al cabo puedan desarrollar una formación académica, una carrera académica en comparación con todo lo que viven los hombres. 

Mirna Schindler: hemos hablado en este programa sobre los estereotipos que existen respecto que las mujeres son buenas para el castellano, para el lenguaje, los hombres son buenos para las matemáticas, entonces con eso nos convencemos y así crecemos y terminamos con estas carreras que tienen mayoría de hombres. no. Desde tu perspectiva también personal, ¿cómo se rompe con esa herencia que ya lleva toda la historia de la humanidad?

Daniela Soto Soto: Creo que hay que atacar varios frentes. Varias autoras feministas han desarrollado ciertas líneas, desde las metodologías que se desarrollan, hasta el lenguaje inclusivo, cierto, pero yo en particular desde mi punto de vista, creo que hay que abordar la epistemología de base. 

El creer que la ciencia es neutra, este paradigma de la objetividad, ha hecho de alguna forma que la ciencia se transforme en un aparato discriminatorio, porque no tienen cabida todos los puntos de vista y ahí es donde existe un problema. Yo trabajo en didáctica de la matemática, así que nosotros abordamos mucho la enseñanza y el aprendizaje de las matemáticas y vemos cómo las niñas en quinto básico sufren una transformación. 

Las niñas pueden ser muy buenas en matemáticas y cambian cuando ingresan digamos al segundo ciclo de enseñanza básica. Uno debe preguntar por qué está pasando eso, qué provoca la enseñanza para que les deje de gustar la matemática. Ese es un punto relevante. Y bueno, ahí está la apuesta. 

Yo creo que justamente la centración en los sujetos matemáticos, en el álgebra, en la estructura objetiva de la matemática es la que hace perder no solo el interés, sino que simplemente te excluye.

Mirna Schindler: Es absolutamente así. Para ir cerrando, ¿cuáles son los desafíos futuros? Porque está el ciberacoso, los discursos de odio, los ataques hacia las mujeres periodistas, que también somos objeto de ataques en las redes sociales. Ante esto es también responsabilidad de los equipos orientar sus esfuerzos hacia estrategias más preventivas, dirías tú?

Daniela Soto Soto: por supuesto Mirna. Con la ley no basta. La ley nos da un poder importante, obliga a las universidades como te decía anteriormente hacerse cargo de este tema, a producir toda la institucionalidad que corresponde, a todo el aparataje institucional que corresponde y el financiamiento que esto requiere, sin embargo, este tema es un tema cultural y por tanto requerimos desde lo macro hasta micro. Las formas de enseñanza, de comunicarnos, de cómo resolvemos nuestros propios problemas dentro de la institución, es decir, cómo nos organizamos como comunidad para abordar los temas de acoso.

Te voy a contar un ejemplo que pueda ilustrar un poco esta idea. Teníamos un estudiante que en algunas ocasiones se insinuó a algunas niñas en algunas fiestas. Las chicas se organizaron y conversaron con él. Entonces cuando la comunidad está consciente, nosotros podemos prevenir el acoso. Cuando la comunidad lo conversa, lo dialoga, incluso pudieron llegar a conversar con él. Entonces no tenemos que llegar a ese punto. 

Creo que es importante el esfuerzo que estamos haciendo, creo que en la Universidad de Santiago de Chile hay un gran esfuerzo, tenemos una dirección de género, cada facultad también tiene sus propias unidades y eso nos permite estar en constante diálogo y haciendo reflexiones conjuntas sobre las acciones concretas que tenemos que desarrollar.

Conoce más del programa Sin Pretexto en https://www.diariousach.cl/programas-radio-usach/sin-pretexto