El pasado 24 de mayo, el Instituto Nacional de Propiedad Industrial (INAPI) le otorgó la concesión de la marca al emprendimiento de base científico-tecnológico “Campyair” del Doctor Arturo Levican, académico de la Facultad de Ciencias PUCV.
Este proceso contó con el apoyo de distintas instituciones de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso (PUCV), entre ellas, la Vicerrectoría de Investigación Creación e Innovación (VINCI) a través de su Dirección de Investigación y la Oficina de Transferencia y Licenciamiento (OTL), así como el Programa Rápida Implementación del Consorcio Science Up.
Por su parte, esta medida no solo garantiza la protección de los derechos asociados a la tecnología, sino que también abre las puertas para su posible comercialización en el futuro.
En conversación con el Dr. Levican, académico de la Escuela de Tecnología Médica PUCV y especialista en el área de la Microbiología, nos compartió cómo nació esta idea y de qué manera podría contribuir al ámbito del laboratorio clínico en Chile.
Nacimiento de Campyair
La idea de emprendimiento de “Campyair” nació en el año 2021, mientras el Dr. Arturo Levican se encontraba cursando su doctorado en Canadá. Sobre ello, relató que “ahí conocí al Dr. Arthur Hinton, investigador del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA), quién estaba muy interesado en conocer las características ideales para el crecimiento de Campylobacter, y ya había explorado la posibilidad de generar un medio de cultivo para su aislamiento sin el uso de microaerofilia a partir de muestras de alimentos”, explicó el académico.
A su regreso a Chile, el Dr. Levican inició una investigación con el objetivo de demostrar la importancia de Campylobacter en Chile. “La creación de un medio de cultivo con un costo menor y que simplifique el proceso, podría ayudar a mejorar los datos epidemiológicos de esta bacteria en nuestro país”, explicó el Dr. Levican. En ese contexto, y en colaboración con el Dr. Arthur Hinton, meses después, nació “Campyair”.
Registro de marca
En cuanto al reciente logro del registro de marca, el Dr. Levican expresó su satisfacción y alegría, considerándolo un hito tanto en su carrera profesional como personal.
“Me siento orgulloso de poder lograr este hito en mi carrera y agradezco a Science Up por financiar este proceso, ya que me hace sentir que hay un reconocimiento a mi trabajo, lo que no es fácil de conseguir (…) el medio “Campyair” es el producto de un proceso creativo exitoso y estoy seguro de que va a ser un medio muy utilizado en nuestro país y en el mundo”, destacó el experto.
Asimismo, el Dr. Levican advirtió que la idea de proteger el nombre “Campyair” surgió de la necesidad de demostrar que este desarrollo se produjo en la PUCV.
Apoyo de Instituciones
El desarrollo de esta tecnología ha sido respaldado por diversas instituciones, según indicó el Dr. Arturo Levican, entre ellas, la Escuela de Tecnología Médica de la Facultad de Ciencias PUCV, quienes le han facilitado el espacio para desarrollar los experimentos y actividades necesarias.
“Principalmente han aportado con financiamiento la DI y DIE a través de proyectos internos, la Oficina de Transferencia y Licenciamiento, a través de su constante motivación para desarrollar investigación aplicada. Finalmente, Science up ha financiado el proceso de inscripción de la marca CAMPYAIR”, mencionó.
En cuanto a las proyecciones que esta tecnología tendría a largo plazo, el académico indicó que “dada sus características diferenciadoras, espero que en el futuro este sea el medio de cultivo preferido por los laboratorios clínicos para el aislamiento de Campylobacter, y, por lo tanto, espero que se produzca y utilice masivamente tanto en Chile como en el mundo”, finalizó.
Por su parte, María José Henríquez, coordinadora general de Science Up, señaló sobre esta concesión que: “estamos muy felices de este logro, fruto del trabajo del profesor Arturo Levicán, con el que hemos podido contribuir desde el “Programa Rápida Implementación” de Science Up. Este Programa, tiene por objetivo, el apoyar las últimas etapas del proceso de transferencia al sector productivo, de tecnologías generadas por investigadores e investigadoras de la Facultad de Ciencias. En este contexto, consideramos que la concesión de la marca “Campyair” es un éxito y nos alegra que haya formado parte de nuestro Proyecto de Rápida Implementación, recibiendo apoyo financiero del Consorcio, además de trabajo sinérgico con la Oficina de Transferencia y Licenciamiento de la PUCV”.
Para la coordinadora de la OTL, Vania Badilla “Las patentes no son la única forma de protección intelectual. En este caso, la mejor estrategia fue crear una marca comercial que permita identificar y diferenciar la tecnología en el mercado. La concesión de la marca es muy importante, ya que muchos emprendedores e investigadores no realizan el registro, lo que les puede acarrear problemas en el futuro, como que otra persona registre la marca que usan desde hace tiempo o que no cumplan con la normativa al usar una marca ya registrada por otra persona. Por eso es fundamental asesorarse con la OTL, para apoyarlos en la ejecución de una correcta estrategia de propiedad intelectual.”