El Consorcio se ha comprometido a trabajar, con estrategias transversales a todos los ejes del proyecto, para incentivar y aumentar la participación femenina en sus facultades de ciencias, tanto en la comunidad universitaria como en roles de liderazgo.
El aumento de la participación y el liderazgo femenino en la ciencia y la tecnología es clave para superar los principales desafíos globales, ya que los equipos diversos en cuanto a género son más productivos, estables y aportan puntos de vista más sostenibles para el desarrollo de las comunidades. Sin embargo, a nivel mundial y nacional, las mujeres siguen subrepresentadas en las carreras denominadas STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas).
Según el Reporte de Participación Femenina realizado el año 2018 por la Comisión Nacional de Investigación Científica y Tecnológica de Chile (CONICYT), sólo un 20% de las adjudicaciones del Programa de Investigación Asociativa, en el área de ciencias naturales son lideradas por investigadoras. Desde esa línea, la doctora María Jesús Aguirre, académica de la Facultad de Química y Biología de la Universidad de Santiago de Chile, confirma que esta brecha se visibiliza mucho más en los estudios de postgrado:
“En el pregrado esta brecha prácticamente desaparece, pues ahora, a diferencia de 20 o 30 años antes, el ingreso de mujeres a carreras científicas del área de la química y la biología es cada vez más alto. Sin embargo, las jóvenes científicas que se están iniciando en el campo de la investigación y que su productividad es medida por los papers, aún tienen como desventaja la maternidad, puesto que todavía culturalmente es un asunto femenino, por lo que tienen menos tiempo, autonomía y oportunidades que sus colegas varones para dedicarse tiempo completo a postdoctorados, estadías de investigación y otros aspectos”, asegura la docente.
Por lo mismo, Science Up se ha comprometido a trabajar, con estrategias transversales a todos los ejes del proyecto, para incentivar y aumentar la participación femenina en sus facultades de ciencias, tanto en la comunidad universitaria como en roles de liderazgo. En ese sentido, entre otras iniciativas, se generarán protocolos de contrataciones del personal académico, profesional y funcionario, que incentiven una mayor participación femenina y se generarán espacios que favorezcan la reflexión y la sensibilización acerca de temáticas de género.
En esa misma línea, Joseline Tapia, profesora asociada de la Facultad de Ingeniería y Ciencias Geológicas de la Universidad Católica del Norte, asegura que es primordial generar protocolos de postnatal, que permitan equiparar la participación de mujeres. “Es fundamental, ya que eso impacta directamente en la productividad de las científicas. En vez de tener criterios de contratación relacionados directamente a la competitividad y a la producción, es necesario considerar otras aristas que son igual de importantes. Quizás las mujeres no publicamos más, pero lo hacemos en revistas de mejor índice, primamos la calidad ante la cantidad, hemos hecho más cátedras o tenemos experiencia en vinculación con el medio. Hay un montón de temas que a veces no se consideran en las contrataciones, por lo que tener un protocolo bien definido va a equiparar las competitividades”.
Paralelamente, Science Up también trabajará para visibilizar el trabajo de las académicas, investigadores y docentes, por lo que se difundirán permanentemente las contribuciones que han realizado las mujeres en las áreas científicas, de innovación y emprendimiento.
“Es necesario llevar científicas a los colegios para demostrar que las mujeres sí hacen ciencia y lideran proyectos. La visualización es una de las estrategias más potentes. La brecha de género viene desde la niñez, cuando los niños y niñas están en el colegio ya existe una diferencia y predisposición inequitativa, por lo que es importante que los profesores y profesoras les demuestran a las niñas que ellas también pueden y que en la ciencia participan hombres y mujeres”, opina María Argudo, profesora asociada del Instituto de Física de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso y presidenta de la Sociedad Chilena de Astronomía.
Por su parte, Paola Arias, profesora asociada del Departamento de Física de la Universidad de Santiago de Chile considera que, para disminuir la brecha, es necesario que los hombres también se comprometan: “Una cosa es realizar talleres con enfoque de género, pero otra muy diferente es que los hombres participen. Por ello, hay que motivarlos para que se interesen en conocer realidades y derribar mitos”. Asimismo, también destaca la labor de las iniciativas de mentoring: “es necesario incluir mujeres que ya han roto esta brecha, que son emprendedoras o académicas exitosas para que acompañen a otras mujeres en el proceso y no se sientan perdidas y tengan alguien a quien recurrir en caso de encontrar dificultades en el camino”, puntualiza.
De esta manera, Science Up seguirá impulsando capacidades de innovación, emprendimiento y transferencia tecnológica, motivando la participación femenina en sus facultades de ciencias de manera transversal, incorporando enfoque de género en la docencia, desarrollando proyectos de I+D+i+e encabezados por mujeres y vinculando a científicas líderes con stakeholders y el entorno socioeconómico.