Saciar la inquietud de lograr algo más, es la senda que forjó el camino del egresado de la Universidad de Santiago de Chile y actual Senior Technical Program Manager en Microsoft.
Fue en una vitrina donde Pablo descubrió su pasión por la programación. En el trayecto a su colegio, día a día miraba una pantalla que mostraba una y otra vez un juego. La duda de si era posible que proyectara algo más lo llevó a entrar a esa tienda en los años ‘80. Así llegó a sus manos un manual de un lenguaje de programación creado por Microsoft, la misma empresa para la cual hoy supervisa a nivel mundial la implementación del hardware asociado a la nube, Azure.
Desde ese primer manual hasta la frontera del desarrollo tecnológico mundial, dio varios pasos, entre ellos la fundación de una startup chilena: MiningTag. En este camino, observó que el ‘problem solving’ yzel ‘pensamiento crítico’ son habilidades esenciales para su desarrollo profesional. Estas capacidades las ve patentes en el sello de la Universidad de Santiago de Chile, su alma mater. Las asignaturas como matemática, física, cálculo y las experiencias prácticas en los laboratorios, impulsaron su pensamiento crítico al enfrentar problemas reales y aplicar modelos teóricos al mundo tangible.
Luego de 10 años en el extranjero, visitó Chile. Hoy es parte del programa HOLA de Microsoft, el cual promueve la inclusión de la gente hispana en el mundo de la tecnología. En ese marco, dictó el 8 de mayo de 2024, en el auditorio del Departamento de Matemática y Ciencia de la Computación de la Facultad de Ciencia Usach, la charla orientada a estudiantes “Nuevas oportunidades profesionales que se abren en las big tech”, una presentación donde destacó el momento histórico que vive la humanidad gracias a la democratización de herramientas de ayuda a la creación de valor, tales como la IA generativa, en el cual la nube juega un rol fundamental.
¿Por qué es importante trabajar en una compañía que priorice la Diversidad e Inclusión?
Las grandes compañías tecnológicas, entre ellas Microsoft, necesitan y requieren diversidad porque sus productos se usan en todo el mundo. Por otro lado, que es algo todavía más bonito, se favorece la innovación. Como latino puedo aportar un punto de vista distinto que el que aporta alguien que viene desde China, Estados Unidos o India. Todos son válidos, no es uno más importante que el otro, pero la suma de eso es lo que aporta la riqueza.
Nuestro core es innovar y claramente el tener distintas perspectivas nos enriquece y hace mucho más entretenido trabajar. Ese es el escenario que quiere favorecer Microsoft a través de HOLA. Yo particularmente dije, ¿por qué no partir desde Chile? Es mi país, donde yo nací y ¿por qué no en la Usach? Donde yo estudié. Uno siente una necesidad, ahora ya no hablo como Microsoft, sino como Pablo Rivera, de hacer un give back, devolver a Chile un poco de lo que me dieron.
¿Por qué decidiste innovar?
Es una pregunta potente, porque por un lado estás siguiendo lo que te gusta, y cuando te gusta mucho algo, te entretienes tanto que en forma natural empiezas a hacerte preguntas. ¿Por qué funciona eso así? Yo logré hacer un juego muy simple, una especie de videojuego pong, y después dije, ¿pero cómo hacer que esto juegue más rápido?, ¿puedo cambiar los colores?, ¿puedo hacer más cosas? Se te empiezan a ocurrir cosas porque estás siguiendo algo que te gusta.
Es como si tu propia mente, tu cuerpo te dijera ok, ya lograste algo, ¿cómo puedo mejorarlo? Hay como un círculo virtuoso que te lleva a un desafío mayor. Le llaman dopamine-reward-system. De repente te das cuenta que, claro, que está ahí con unos desafíos increíbles. Y no te has dado cuenta cómo llegaste ahí. Te dejaste llevar.
¿Cómo fue el proceso para levantar tu emprendimiento MiningTag?
Las mejores ideas salen en momentos en los cuales uno está relajado. Tengo unos amigos que trabajan en la minería haciendo túneles. Estábamos haciendo un asado y me preguntaron qué estaba haciendo. Les dije que estaba trabajando en los tag para saber dónde está el auto, que funciona con antenas que captan emisiones. Desde ahí comenzamos a pensar donde más se podía ocupar.
Uno de ellos dijo que las uñas de las grandes retroexcavadoras mineras se rompen, caen y se las lleva el camión. Significa que podemos rastrear el trayecto, parecido a las autopistas. Ahí comenzamos a pensar cómo ponerle un tag a la uña. Acá nos dijeron que no se podía hacer, así que fuimos a Europa a una empresa con experiencia en situaciones similares donde la ubicación de recursos es crítica por las rigurosas condiciones del mar del norte. Así partió el prediseño y con un prototipo fuimos a Codelco. Las conversaciones demoraron 1 año, y luego 6 meses para ver que funcionara.
Es todo un cuento desarrollar un producto. Nunca es un año, ni dos, son como tres años hasta que esté 100% listo. Así básicamente pasó. Luego dejé la empresa y me fui a Silicon Valley para saber de verdad cómo se diseñan y construyen dispositivos aún más complejos.
Una búsqueda que te llevó a ganar un premio por la creación de un dispositivo que optimiza la producción de microchips. Hoy trabajas para Microsoft, donde tienes un cargo de responsabilidad mundial con el proyecto Azure, asociado a la nube ¿Por qué crees que es tan importante?
Nunca en la historia ha existido una situación en que las herramientas para acelerar el progreso de la humanidad han estado tan democratizadas. Esta laptop y aplicaciones que yo tengo aquí no existen en lo físico, están en la nube y están disponibles para cada persona en todo el mundo.
A lo largo de nuestra existencia, el acceso ha estado circunscrito a ciertos círculos privilegiados. Por ejemplo, cuando Edison desarrolló el uso de la energía eléctrica era un círculo pequeño el que podía disfrutar los beneficios. Hoy el círculo se ha expandido, no solo de quienes pueden usar la tecnología, sino también de quienes además pueden desarrollarla,
Usando las herramientas de la nube puedes empezar a diseñar una app pequeñita, pero pensando que tal vez la escalarás al mundo entero, porque la nube te lo permite. Hay gente detrás que han desarrollado data centers y hay mucho hardware que está esperando ese escalamiento. Entonces, tu idea o emprendimiento crece en la medida que lo necesites, igual que los gastos.
Hay un empoderamiento. Estamos en un momento interesante de la humanidad, donde la nube democratiza la creación y por eso es capaz de empoderar a cada persona en este planeta para lograr más.
Bajo el título de “Phatima ka ti Nyeleti” (“brillo de las estrellas” en lengua changana), estudiantes de la Universidad de Santiago de Chile desarrollaron un proyecto de iluminación sostenible para zonas aisladas que persigue dos objetivos: reducir la brecha de electrificación y proteger el patrimonio astronómico de Mozambique.
“Proponemos un diseño ecológico e innovador de luminaria que funcione a base de energías renovables y esté hecha de materiales reciclables, reduciendo y previniendo así los efectos de la contaminación lumínica”, señala Amirah Luna Izidine, mozambiqueña que estudia Astrofísica con mención en Ciencia de Datos en la Usach, líder de este equipo en el cual participan también Nicholas Romero y Cristóbal Castro, estudiantes de la misma carrera.
Esta propuesta busca reducir la brecha de electrificación en Mozambique, donde solo el 44% de la población tiene acceso a electricidad, protegiendo al mismo tiempo su patrimonio astronómico, un tema que se abordará a nivel mundial en la próxima Asamblea General de la Unión Astronómica Internacional (IAU), que se realizará en agosto de 2024 en Sudáfrica. En este evento, el equipo de estudiantes presentará su proyecto.
“La conservación de los cielos oscuros es un tema que está relacionado con el estudio del Universo. Esta conferencia cuenta con una sesión que trata justamente esta temática, por lo que nuestra intención es presentar nuestro proyecto y generar el mayor interés de la comunidad internacional, especialmente considerando que se realizará en África por primera vez”, indica Amirah, cuyo proyecto es auspiciado por la Facultad de Ciencia de la Usach y patrocinado por Ciencia e Innovación para el 2030, Consorcio Science Up.
Concientizar sobre los efectos cotidianos del cambio climático en las mujeres, fue el centro de la charla dictada por la académica invitada por la Facultad de Química y Biología Usach, autora del Ensayo ganador del Concurso de Cultura para la Acción Ambiental.
A comienzos de junio, la especialista en Química Verde, Mg. Ana Laura Pino, dictó la charla “Mujeres y Cambio Climático”. En esta actividad realizada en el programa de visitas internacionales del proyecto USA 21991, la Dra. Iriux Almodovar, académica de la Facultad de Química y Biología de la Universidad de Santiago de Chile, buscó conmemorar el Día del Medio Ambiente incorporando la perspectiva de género, la cual fue patrocinada por el Eje de Liderazgo y Participación Femenina del proyecto Ciencia e Innovación para el 2030, Consorcio Science Up.
“El cambio climático nos afecta por cosas que podemos cambiar y por cosas que no podemos cambiar. Si dividimos la humanidad en mujeres y varones, somos la mitad, pero el Cambio Climático nos afecta más. No busco ser ‘colapsista’, porque la humanidad no va a colapsar, sino que cada día vamos a vivir peor, sobre todo las personas que menos tienen”, señaló la charlista.
El proyecto USA 21991 “Docencia e investigación, robusteciendo su articulación a través de una mirada de I+D+i”, de la Facultad de Química y Biología, invita a profesores y profesoras de distintas partes del mundo. En este participa la Dra. Iriux Almodovar Fajardo, quien ha buscado difundir los valores de la Química Verde y estrechar lazos con la comunidad latinoamericana.
“Las universidades son responsables de educar a las nuevas generaciones para que tengan una mirada de conservación del medio ambiente y respeto por la salud humana. Por eso enseñamos esto, para influir en su formación y que, posteriormente, cuando ellos hagan sus prácticas profesionales, se vea un impacto positivo y el mundo vaya mejorando cada vez más”, expresó la Dra. Almodovar.
Esta visita afianzó la relación de colaboración entre las académicas a través de estas instancias de intercambio de saberes, la cual actualmente buscan consolidar con la creación de un curso de participación internacional (Chile, Argentina y Colombia).
Ensayo ganador del Concurso Federal de Cultura para la Acción Ambiental en Argentina
¿Cuál es la situación de las mujeres ante el Cambio Climático? Es la pregunta que la expositora abordó en su ensayo ganador del Concurso Federal de Cultura para la Acción Ambiental en Argentina (2022), el cual plasmó en su presentación realizada en el Auditorio del Edificio de Investigación Rector Eduardo Morales Santos (REMS).
Desde sus características fisiológicas hasta aspectos socioeconómicos y educativos, son los que contribuyen a la vulnerabilidad de las mujeres. A estos factores se suma uno relevante para poder revertir la situación: su escasa participación en espacios de toma de decisiones.
Un relato que se sitúa en la provincia de Santa Fe (Argentina), donde además de estos eventos extremos, también visibiliza diversas iniciativas lideradas por mujeres de la región. Ejemplos de acciones que promueven cambios, demostrando que ellas pueden y son agentes de cambio.
“La igualdad de género y la justicia ambiental están entrelazadas, y empoderar a las mujeres en la toma de decisiones mejora la eficacia y sostenibilidad ambiental. Reconocer y fortalecer el papel de las mujeres es esencial para abordar los desafíos ambientales y construir un futuro más justo y sostenible”, destacó.
Durante el 26 y 27 de junio, el Casino Enjoy de Viña del Mar fue el lugar de encuentro de la séptima versión del “Summit Empresarial: Conectados 2024” de la Asociación de Empresas Región de Valparaíso (ASIVA), apoyada por el programa “Viraliza” de Corfo.
En ese contexto, el Consorcio Science Up, Proyecto Ciencia e Innovación para el 2030, participó con un stand, siendo parte de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso y sus distintas iniciativas relacionadas al ecosistema de innovación, emprendimiento y transferencia tecnológica, entre ellos; Red de Asistencia Digital Fortalece Pyme Valparaíso, Incubadora Chrysalis, Vicerrectoría de Investigación, Creación e Innovación PUCV, Formación Continua PUCV, la Oficina de Transferencia y Licenciamiento (OTL) PUCV y el Proyecto InES I+D PUCV.
Sofía Cuevas, gestora tecnológica del Eje de Vinculación con el Entorno Socioeconómico de Science Up, señaló que, lo que se persigue al participar en este evento es“principalmente dar a conocer nuestro quehacer dentro de la Facultad de Ciencias PUCV y así poder generar nuevos vínculos con empresas y entidades externas que se interesen en trabajar colaborativamente en proyectos realizados por el estudiantado o por docentes de la facultad”.
Además, este evento regional reunió a más de 200 asistentes y contó con la participación de destacados referentes en emprendimiento, innovación y tecnología de España, Argentina, Colombia y Chile. Los ponentes abordaron nuevas prácticas, oportunidades y desafíos relacionados con el crecimiento empresarial sostenible.
Esta patente recientemente concedida, que surgió de un trabajo colaborativo entre académicos y académicas de la Universidad de Santiago de Chile y la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, ayudaría a las empresas a reducir las emisiones de dióxido de carbono.
Tras 5 años de tramitación, durante abril de 2024 el Instituto Nacional de Propiedad Intelectual (INAPI) le concedió la patente de invención a la tecnología denominada: “Procedimiento para estabilizar el polvo en suspensión proveniente de material particulado desde depósitos de relave”.
Esta tecnología es fruto de un proyecto de investigación desarrollado por académicas/os de la Usach; Claudia Ortiz Calderón, Jaime Pizarro Konczak y Daniel Barros Vásquez y académicas/os de PUCV; Pamela Valenzuela Toro y Juan Humberto Palma González, y que busca reducir la emisión de material particulado en depósitos de relaves del sector minero.
En conversaciones con Claudia Ortiz, doctora en Ciencia Biológicas, académica de la Facultad de Química y Biología de la Usach y del Eje de Liderazgo y Participación Femenina del Consorcio Science Up, relató que ha trabajado con estos profesionales del área de la geotecnia ambiental de la Escuela de Ingeniería en Construcción de la PUCV desde el año 2006, tanto en proyectos FONDEF como en otras iniciativas académicas.
En específico, esta patente es producto de un trabajo que comenzó en 2019, recibiendo apoyo de distintos organismos, entre ellos, de la Dirección de Gestión Tecnológica (DGT) Usach y la Oficina de Transferencia y Licenciamiento (OTL) PUCV, ambos colaborando con asesoría jurídica en las gestiones y trámites de patentamiento a nivel nacional e internacional,
De acuerdo a la académica, esta tecnología supondría un enorme cambio en la reputación de las empresas mineras, ya que les permitiría obtener la Licencia Social para Operar (LSO), permiso intangible que otorgan las comunidades a aquellas empresas que se desarrollan en su entorno, siendo más probable su obtención cuando se implementan tecnologías verdes que disminuyen el impacto ambiental de las faenas.
1. El primer trámite realizado fue en 2019, cinco años después, obtienen la patente de invención. ¿Qué ha significado para usted todo este proceso?
Ha sido un proceso en general bastante fluido, porque estamos trabajando con una empresa acá en la Universidad que se especializa en patentes. Esta es una de las patentes que tenemos, y por lo tanto es súper beneficioso, para nosotros como investigadoras, pero también es muy bueno para la Universidad, no solo para la cifra, sino que también esto tiene que ver con la posibilidad de que la Universidad se convierta en un referente en el desarrollo tecnológico para el país.
2. ¿Cómo ha sido trabajar con profesionales de áreas disciplinares, como la ingeniería?
La colaboración con la Católica del Valparaíso y el grupo particularmente de Geotecnia es de larga data, (…) esta interacción ha sido no sólo a través de los proyectos, de la investigación y el desarrollo, sino que también una interacción académica, y yo diría que también de amistad, porque llevamos muchos años trabajando en conjunto, ha sido una relación muy fructífera, y además nos ha tocado salir harto a terreno.
Son del área de la ingeniería, lo que evidentemente es un complemento a lo que nosotros hacemos y, por lo tanto, ha sido súper interesante, porque hemos aprendido muchísimo y a su vez nosotros también entregamos nuestra expertise hacia el área de la ingeniería.
3. ¿Cómo se vería en la práctica esta tecnología?
En la práctica, la tecnología se aplica sobre un depósito de relaves donde hay arenas que se pueden dispersar y que pueden generar un impacto ambiental hacia donde se depositan por el viento. Se aplica un supresor de polvo químico, orgánico o inorgánico y a continuación se plantan especies vegetales que son aptas para ser desarrolladas en ese sitio. Y mientras las plantas se desarrollan, entonces se mantiene este sitio sin emisión de material particulado. Eso se vería, si uno lo piensa visualmente como una duna, por ejemplo, cubierta con plantas.
4. Desde su área de investigación, ¿cuál fue su aporte en esta tecnología?
Esta tecnología busca hacer uso de especies vegetales para controlar la emisión de material particulado, ya que a través de las raíces generan este efecto estabilizador. Entonces, toda la investigación biológica la llevamos nosotros en la Usach y toda la investigación desde el punto de vista de la dispersión de material particulado o la erosionabilidad del sitio, eso lo lleva el área de geotecnia de la PUCV.
5. Con la patente registrada, ¿cuál es el paso a seguir?
Nosotros somos autores y autoras de la patente, pero esta le pertenece a la Universidad, de manera que entra al banco de patentes que la Universidad tiene y, entonces, la Universidad la puede licenciar a empresas que quisieran hacer uso de esta tecnología. Y para eso, la estrategia que la Universidad está utilizando es impulsar la generación de spin-off.
6. ¿Actualmente hay alguna negociación en curso en torno a esta tecnología?
En torno a esta tecnología, no, porque está recientemente concedida, pero sí otras patentes que ya están concedidas hoy día están siendo licenciadas con exclusividad a la empresa REMA, una spin-off de la Usach. La idea es que REMA sea el canal para poder hacer la comercialización y el licenciamiento de esta patente.
7. ¿Hay alguna empresa minera que participó en el desarrollo de la tecnología?
En el proyecto trabajamos con una empresa de supresores de polvo y esa empresa aportó con su conocimiento para hacer las aplicaciones y también con los productos químicos de supresores de polvo. Y quienes participaron en esta propuesta fue SONAMI (Sociedad Nacional de Minería de Chile), quienes nos ayudaron mucho en la difusión, en la llegada con la tecnología a diferentes empresas mineras. Y la minera Nueva Pudahuel, La Africana, que no participó directamente en el desarrollo, pero sí nos cedieron los terrenos para hacer las pruebas.
8. ¿Cuáles son los beneficios de aplicar esta tecnología en el sector minero e industrial, y cómo se traduce en números?
Los beneficios están asociados a la mitigación de la emisión de material particulado y también la mejora ambiental y la reducción de emisiones de dióxido de carbono. Entonces, es difícil de cuantificar a priori porque va a depender de cada faena. Pero este beneficio se puede cuantificar para la empresa en ahorro en multas, por ejemplo, por emisión de material particulado. También es en la obtención de la Licencia Social para Operar (LSO), que no tiene un precio, pero hoy día es importante para que las empresas mineras operen sin que tengan problemas con las comunidades que van a ser impactadas por el proceso industrial.
La idea es que las especies vegetales, las plantas, absorban y capturen el dióxido de carbono. Entonces, utilizar ese tipo de tecnologías también es beneficioso para la imagen de la empresa.
9. En relación al patentamiento, tal vez muchos piensen que es un camino muy largo…
Hoy en día es mucho más expedito el proceso, es más corto. También las universidades tienen una estructura que considera el patentamiento como algo relevante y, por lo tanto, hay apoyo. Hoy día las personas que analizan las patentes son mucho más especializadas, entonces, por todas partes nos hemos modernizado, desde la INAPI, desde las universidades.
Yo creo que es importante pensar que no todo es patentable, que no siempre la patente es el mejor camino para proteger una tecnología. Hay otros caminos también. Pero nuevamente, esto pasa por la formación. Y yo sugeriría fuertemente que los cursos involucren este tipo de concepto en carreras científicas, cada vez fueran más, o que al menos se hablara de estos temas.
10. ¿Qué consejo le da a académicas y académicos que están comenzando el camino de la innovación y emprendimiento BCT?
Si están realmente convencidos y convencidas de que lo que se investiga es un aporte a la sociedad desde la ciencia, tenemos el deber de hacer un aporte sustantivo al desarrollo desde nuestras veredas y, por lo tanto, que sigan adelante.
Hoy día el ecosistema para el emprendimiento, para la innovación, es extraordinariamente más amable que lo que era hace diez años. Las condiciones están dadas, tenemos mucho financiamiento, apoyo, hay muchas organizaciones que están brindando también asesorías, por lo tanto, hay un camino bien preparado.
El pasado lunes 10 de junio concluyó la serie de talleres del Programa de incentivo al emprendimiento de base científico-tecnológico: “Growing Up: ¡Cuéntanos tu idea!”. Estos talleres, que se extendieron por cinco semanas, contaron con una alta participación de estudiantes de las facultades de ciencias de PUCV, Usach y UCN.
Daniel Troncoso, gestor tecnológico de la UCN, se refirió a este ciclo de talleres, indicando que: “son estudiantes cada vez más motivados y con ánimos de participar, el nivel y cantidad de preguntas fue aumentando por cada taller, así como también su actitud hacia la innovación. Considero que el objetivo de cada taller se cumplió con creces”.
Por parte de los estudiantes, Catalina Olate, estudiante de bioquímica Usach, destacó la importancia de aprender a trabajar en equipo y de forma colaborativa, señalando, además, que “en general este ciclo de talleres fue una experiencia que me introdujo a muchos conceptos del emprendimiento y la innovación que desconocía, los cuales me causaron bastante interés y me dejaron con ganas de aprender más al respecto”.
Benjamín Chávez, estudiante de bioquímica PUCV mencionó que, “me parecieron bastante completos los talleres además de claros. Los principales aprendizajes con los que me quedo una vez finalizados es que es necesario tener un buen equipo y una gran red de contactos”.
Finalmente, Felipe Silva, estudiante de biología marina UCN señaló que, “los talleres me parecieron buenos (…) me quedo con la idea de qué son los modelos de negocios y cómo crear/aplicar un modelo de negocio para iniciar un proyecto a futuro”.
Hasta el 30 de junio se extiende el plazo para que los y las estudiantes envíen la primera versión del formulario de postulación a la segunda etapa del Programa “Growing Up: Ejecuta tu Idea”.
Estrategias para abordar la brecha de género, fortalecer la vinculación con actores externos y la orientación a la investigación y la calidad fueron algunas de las temáticas abordadas en el Consejo de Facultad Ampliado de la Facultad de Ciencia.
En 2023 se formalizó la creación de la Dirección de Aseguramiento de Calidad y Acreditación de la Universidad de Santiago de Chile, el mismo año en que se aprobó el reglamento sobre las nuevas dimensiones que evaluarán el sistema universitario. Sobre estos cambios se trató la charla del director de esta unidad, Dr. Marcelo Noel López, realizada el pasado 30 de abril de 2024 en el Consejo de Facultad Ampliado de la Facultad de Ciencia Usach.
“Este es el primer Consejo de Facultad Ampliado de la Facultad de Ciencia, Consejos con los cuales queremos conversar con las autoridades del Gobierno Central sobre los cambios institucionales que se quieren realizar, antes de que estos se implementen. En particular, iniciamos con el Dr. Marcelo Noel López, quien nos habló de los nuevos criterios de acreditación de la CNA-Chile. Como Facultad de Ciencia estamos implementando un sistema de aseguramiento de la calidad interno, que se inicia con la llegada de la profesional Jessenia Fuentes Aspée, quien viene a reforzar nuestro compromiso con la excelencia académica y la mejora continua”, expresó el Decano de la Facultad de Ciencia, Dr. Juan Escrig Murúa.
En su presentación, el Dr. Noel abordó los 14 nuevos criterios de acreditación de CNA-Chile, los cuales se agrupan bajo cinco dimensiones: 1) Docencia y resultados del proceso formativo; 2) Gestión estratégica y recursos institucionales; 3) Aseguramiento interno de la calidad; 4) Vinculación con el medio; y 5) Investigación, creación y/o innovación.
A modo introductorio, planteó la evolución de la matrícula en la última década (2013-2023), un panorama que mostró un 17% de crecimiento en pregrado y un 15% de crecimiento en postgrado en las Universidades Estatales CRUCH, contrastado con un crecimiento de 27% en pregrado y 54% en postgrado a nivel global. Este análisis también mostró que el 51% de la matrícula total de pregrado corresponde a mujeres, cifra que baja a un 41% en postgrado.
Los desafíos presentados a través de este análisis dieron paso a la descripción del Sistema Interno de Aseguramiento de la Calidad en la Usach. En este, planteó los avances, como por ejemplo, el 100% de las carreras obligatorias, los programas de doctorado y magíster académicos acreditados. Por supuesto, aún existen desafíos pendientes, como son avanzar en la acreditación de los programas de magíster profesionales y especialidades médicas.
Sobre los nuevos criterios de acreditación, destacó siete novedades y énfasis que guían este proceso: equidad de género; compromiso de la comunidad y vinculación con los egresados; vinculación con actores externos; evidencia de uso de resultados para la gestión; orientación a la investigación; orientación hacia la calidad; y asociación y colaboración nacional e internacional. Muchos de estos aspectos son abordados por el proyecto Ciencia e Innovación para el 2030, Consorcio Science Up, en el cual participa la Facultad de Ciencia.
¿Cuál es el límite entre la liberación de los datos de investigación y la protección de los resultados que podrían transformarse en innovaciones científicas? Este y otros temas fueron abordados por el proyecto InES Ciencia Abierta en la Facultad de Ciencia Usach.
Las nuevas políticas de la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo (ANID) en torno al acceso abierto al conocimiento aún generan interrogantes en la comunidad. Con la finalidad de resolverlas, el Vicedecanato de Investigación y Postgrado de la Facultad de Ciencia de la Universidad de Santiago de Chile invitó a InES Ciencia Abierta a dictar una charla el 9 de mayo de 2024 en el Departamento de Matemática y Ciencia de la Computación (DMCC).
“En la Facultad de Ciencia estamos preocupados mayoritariamente por la generación de conocimiento básico y, en los últimos años, en la aplicación de este. Es ahí donde surge el desafío con esta nueva política: ¿cómo tener acceso abierto a los datos y a las publicaciones resguardando el conocimiento que podría eventualmente generar innovación tecnológica?”, señaló el Vicedecano de Investigación y Postgrado de la Facultad de Ciencia de la Usach, Dr. Roberto Bernal Valenzuela, actual Coordinador de la Facultad de Ciencia en el Eje de Vinculación con el Entorno Socioeconómico del Consorcio Science Up.
La charla “Prácticas de investigación para la apertura de las publicaciones y datos de investigación”, fue dictada por Tania Aldunate Gangas y Daniela Tamayo Yáñez, bibliotecarias del proyecto InES Ciencia Abierta. En esta plantearon diversos aspectos de la Política de Acceso Abierto a la información científica y datos de investigación financiados con fondos públicos de la ANID, publicada en 2022, y los mecanismos de implementación en la Usach.
Esta normativa indica que los instrumentos/concursos financiados por ANID deben publicar en acceso abierto las publicaciones y los datos de investigación, los cuales deberán depositarse en un repositorio institucional, ya sea de la ANID u otro, una exigencia que, en el caso de los datos de investigación, debe cumplirse a más tardar un año después de rendir el informe.
El proyecto también insta a que, a partir de licencias, se dé autorización al uso de estos datos, lo que planteó dudas sobre su efecto ante posibles patentes. A esto las profesionales respondieron que ese tipo de datos están dentro de los que se excluyen de lo solicitado por ANID, junto con los relativos Ley de Protección de la Vida Privada, los sometidos a acuerdos de confidencialidad y otros datos que la agencia ponderará si corresponde o no difundirlos.
“Sí se desea gestionar algún derecho de propiedad industrial o se tiene algún acuerdo con un tercero que no permita la apertura de los datos de investigación, se deberá informar a la ANID para que evalúe la solicitud. De igual forma, la política menciona que se deben publicar los metadatos y que una vez cesada esta excepción, se deberán publicar en acceso abierto”, señaló Tania Aldunate Gangas.
Frente a la exigencia de los cuadernos de laboratorio, donde se alberga el know-how que podría señalar cómo se llegó al resultado que dio origen a la innovación, Daniela Tamayo Yáñez señaló que, “al ser una práctica, no se demanda que los cuadernos de laboratorio se compartan en un repositorio de datos. Sin embargo, su inclusión puede proporcionar un contexto valioso y detalles específicos que enriquezcan los datos que se disponibilicen”, destacó.
Más información en la Guía Introductoria de Ciencia Abierta, de VRIIC Usach: https://www.usach.cl/news/usach-publica-guia-aborda-mecanismos-para-realizar-investigaciones-mas-accesibles#:~:text=Descarga%20la%20gu%C3%ADa%20aqu%C3%AD
El pasado 24 de mayo, el Instituto Nacional de Propiedad Industrial (INAPI) le otorgó la concesión de la marca al emprendimiento de base científico-tecnológico “Campyair” del Doctor Arturo Levican, académico de la Facultad de Ciencias PUCV.
Este proceso contó con el apoyo de distintas instituciones de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso (PUCV), entre ellas, la Vicerrectoría de Investigación Creación e Innovación (VINCI) a través de su Dirección de Investigación y la Oficina de Transferencia y Licenciamiento (OTL), así como el Programa Rápida Implementación del Consorcio Science Up.
Por su parte, esta medida no solo garantiza la protección de los derechos asociados a la tecnología, sino que también abre las puertas para su posible comercialización en el futuro.
En conversación con el Dr. Levican, académico de la Escuela de Tecnología Médica PUCV y especialista en el área de la Microbiología, nos compartió cómo nació esta idea y de qué manera podría contribuir al ámbito del laboratorio clínico en Chile.
Nacimiento de Campyair
La idea de emprendimiento de “Campyair” nació en el año 2021, mientras el Dr. Arturo Levican se encontraba cursando su doctorado en Canadá. Sobre ello, relató que “ahí conocí al Dr. Arthur Hinton, investigador del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA), quién estaba muy interesado en conocer las características ideales para el crecimiento de Campylobacter, y ya había explorado la posibilidad de generar un medio de cultivo para su aislamiento sin el uso de microaerofilia a partir de muestras de alimentos”, explicó el académico.
A su regreso a Chile, el Dr. Levican inició una investigación con el objetivo de demostrar la importancia de Campylobacter en Chile. “La creación de un medio de cultivo con un costo menor y que simplifique el proceso, podría ayudar a mejorar los datos epidemiológicos de esta bacteria en nuestro país”, explicó el Dr. Levican. En ese contexto, y en colaboración con el Dr. Arthur Hinton, meses después, nació “Campyair”.
Registro de marca
En cuanto al reciente logro del registro de marca, el Dr. Levican expresó su satisfacción y alegría, considerándolo un hito tanto en su carrera profesional como personal.
“Me siento orgulloso de poder lograr este hito en mi carrera y agradezco a Science Up por financiar este proceso, ya que me hace sentir que hay un reconocimiento a mi trabajo, lo que no es fácil de conseguir (…) el medio “Campyair” es el producto de un proceso creativo exitoso y estoy seguro de que va a ser un medio muy utilizado en nuestro país y en el mundo”, destacó el experto.
Asimismo, el Dr. Levican advirtió que la idea de proteger el nombre “Campyair” surgió de la necesidad de demostrar que este desarrollo se produjo en la PUCV.
Apoyo de Instituciones
El desarrollo de esta tecnología ha sido respaldado por diversas instituciones, según indicó el Dr. Arturo Levican, entre ellas, la Escuela de Tecnología Médica de la Facultad de Ciencias PUCV, quienes le han facilitado el espacio para desarrollar los experimentos y actividades necesarias.
“Principalmente han aportado con financiamiento la DI y DIE a través de proyectos internos, la Oficina de Transferencia y Licenciamiento, a través de su constante motivación para desarrollar investigación aplicada. Finalmente, Science up ha financiado el proceso de inscripción de la marca CAMPYAIR”, mencionó.
En cuanto a las proyecciones que esta tecnología tendría a largo plazo, el académico indicó que “dada sus características diferenciadoras, espero que en el futuro este sea el medio de cultivo preferido por los laboratorios clínicos para el aislamiento de Campylobacter, y, por lo tanto, espero que se produzca y utilice masivamente tanto en Chile como en el mundo”, finalizó.
Por su parte, María José Henríquez, coordinadora general de Science Up, señaló sobre esta concesión que: “estamos muy felices de este logro, fruto del trabajo del profesor Arturo Levicán, con el que hemos podido contribuir desde el “Programa Rápida Implementación” de Science Up. Este Programa, tiene por objetivo, el apoyar las últimas etapas del proceso de transferencia al sector productivo, de tecnologías generadas por investigadores e investigadoras de la Facultad de Ciencias. En este contexto, consideramos que la concesión de la marca “Campyair” es un éxito y nos alegra que haya formado parte de nuestro Proyecto de Rápida Implementación, recibiendo apoyo financiero del Consorcio, además de trabajo sinérgico con la Oficina de Transferencia y Licenciamiento de la PUCV”.
Para la coordinadora de la OTL, Vania Badilla “Las patentes no son la única forma de protección intelectual. En este caso, la mejor estrategia fue crear una marca comercial que permita identificar y diferenciar la tecnología en el mercado. La concesión de la marca es muy importante, ya que muchos emprendedores e investigadores no realizan el registro, lo que les puede acarrear problemas en el futuro, como que otra persona registre la marca que usan desde hace tiempo o que no cumplan con la normativa al usar una marca ya registrada por otra persona. Por eso es fundamental asesorarse con la OTL, para apoyarlos en la ejecución de una correcta estrategia de propiedad intelectual.”