Desde el 29 de julio al 2 de agosto, la Facultad de Ciencias de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso (PUCV) fue sede de diversas actividades organizadas por el Congreso Nacional de Estudiantes de Bioquímica y Carreras Afines (ANEB).
En este marco, el Consorcio Science Up y el Proyecto InES I+D de la PUCV organizaron el taller “Innovación y emprendimiento universitario”, que tuvo lugar en el Curauma Makerspace y contó con la participación de alrededor de 20 estudiantes de Bioquímica de diversas universidades nacionales, como la Universidad de Antofagasta, Universidad de Talca, Universidad de Concepción, Pontificia Universidad Católica de Chile y Universidad de Santiago de Chile.
Por su parte, Nicolás Mardones, coordinador del proyecto InES I+D, expuso las diversas fuentes de financiamiento con las que cuenta la PUCV para respaldar emprendimientos estudiantiles, así como las oportunidades de financiamiento a nivel nacional a las que pueden optar. Posterior a ello, se conformaron grupos de trabajo para completar el “Marshmallow Challenge”, un desafío que impulsa el pensamiento creativo, la generación de prototipos, la iteración y el trabajo en equipo.
“La experiencia fue muy buena, ya que nos dio la posibilidad de exponer de manera muy amplia las distintas temáticas asociadas a la innovación y el emprendimiento. Pudimos revisar el punto de vista ecosistémico, así como también el quehacer creativo y práctico con un enfoque colaborativo”, señaló Nicolás Mora, Gestor de Innovación y Creatividad de Science Up.
Continuó agregando que, “el principal objetivo era acercar a las y los estudiantes al ecosistema de innovación y emprendimiento universitario, además de exponerles un caso de éxito en la disciplina bioquímica; para ello, contamos con el apoyo de Antonella Henríquez del proyecto Keragelax”.
Sobre esta participación, Antonella Henríquez, cofundadora y CEO del emprendimiento de base científico-tecnológica, Keragelax, mencionó que: “Logré enseñarles los avances que hemos realizado junto a mis compañeros durante los años, así como la obtención del prototipo que tenemos. El mensaje que transmití se centró en la importancia de contar con un sólido equipo de trabajo a la hora de emprender, y conocer las diversas iniciativas otorgadas por las universidades para comenzar la ruta del emprendimiento”.
La búsqueda del cómo funciona ha marcado la carrera del investigador que ve la física en la biología, quien a lo largo de su carrera ha perseguido aportar a la ciencia aplicada desde la ciencia básica, impulsando hoy a sus estudiantes al mundo de la innovación.
Testigo del desarrollo de la carrera de Ingeniería Física de la Universidad de Santiago de Chile (Usach), el Dr. Roberto Bernal Valenzuela ha observado los desafíos que surgen en la unión de las ciencias duras con la industria. Egresado de la primera generación de esta carrera y primer físico experimental del Doctorado en Ciencias con mención en Física, luego de un postdoctorado en la Universidad de Harvard, se integró al cuerpo académico de su Alma Mater, asumiendo diversos roles hasta la fecha.
“Cuando llegué, se me pidió hacerme cargo de Ingeniería Física. Luego de todo un análisis, detectamos que el mayor valor que tienen nuestros egresados y egresadas es su capacidad de innovación. Su formación en física básica, tanto experimental como teórica, les permite explorar soluciones innovadoras y entablar conversaciones con equipos multidisciplinarios”, destaca el actual Coordinador del Eje de Vinculación con el Entorno Socioeconómico del Consorcio Science Up para la Facultad de Ciencia de la Usach.
Esta experiencia le permitió ver la formación de los y las estudiantes desde diferentes aristas, gracias al impacto de su desarrollo profesional en la sociedad. Hoy es ese aprendizaje el que está trasladando a las estrategias para fomentar la cultura de la innovación en la comunidad de su facultad, de la cual es actualmente el Vicedecano de Investigación y Postgrado.
“Hoy la pregunta es de dónde van a salir las nuevas innovaciones. En realidad, puede salir de cualquier lado, pero sobre todo de las ciencias básicas de donde surgen las nuevas tecnologías de base científica”, expresa.
Disfrutando el cómo
Un motor y un par de pilas. Eso fue lo que encontró el Dr. Bernal al desarmar un autito de juguete en su niñez. El cómo funcionaba era parte del juego, donde desarmar estaba permitido y volver a armar era el desafío. Ya en los 90’, la informática prometía otra forma de responder esta pregunta, pero tal era la cantidad de postulantes que optó por ingresar a Ingeniería Física, una carrera recién inaugurada en la Usach, para luego transferirse. Sin embargo, experimentar lo impulsó a quedarse.
“A pesar de que las primeras semanas en la universidad fueron de mucho cachorreo, recuerdo muy bien las clases de física experimental. Fue la primera vez que me expuse realmente a los laboratorios, donde pude ver cómo la modelación es capaz de predecir o confirmar lo que sucede en la naturaleza. Ahí dije, ya, esto es lo mío”, recuerda.
El profesor de esa clase era el Dr. Francisco Melo, quien acababa de incorporarse a la universidad. Él fue quien le dio el espacio para desarrollar sus habilidades libremente. “Al principio cosas simples, me entretenía soldando y diseñando, pero en la medida que iban pasando los años, se iba complejizando, se iba poniendo serio. Esa libertad de explorar fue lo que me marcó”, señala.
Viendo la física en las células
De forma natural siguió una carrera académica, pues quería seguir experimentando. Realizó su Doctorado en Ciencia con mención en Física en la misma universidad, donde estudió cuáles eran las fuerzas que ejercen las células cuando deforman superficies suaves. “Mis amigos me dicen que soy biólogo, no físico”, dice entre risas, “pero no es tan así. Veo la física en la biología”.
La distribución de fuerzas y cómo las neuronas resisten la deformación, dice en palabras simples, fueron los aspectos que abordó en su tesis doctoral, la cual fue inspirada por un artículo de Dennerll de fines de los 80’.
“En este artículo, neuritas eran deformadas como si se tratara de una cuerda de guitarra. Los autores mostraron que se deformaba como si fuese una especie de polímero viscoso y que en algunos casos las neuronas se resistían a ser deformadas. Eso es súper raro en física, porque los modelos de elasticidad no dan cuenta de eso. Entonces, cuando vimos este artículo donde, en algunos casos, las neuronas se retraían frente a una fuerza externa, no sabíamos el por qué, por lo que allí hay algo interesante que explorar”, recuerda.
Motivados por la necesidad de replicar y modernizar el experimento, junto a su equipo intervinieron un microscopio, le agregaron una microaguja de vidrio como sensor de fuerza, motores de control de movimiento y cámaras. Su idea era evaluar si la velocidad con la cual se aplicaba la fuerza podía influir. Así fue.
“Nos dimos cuenta de que si se aplica una fuerza, a una velocidad muy alta, la neurona se comportaba como chicle, elástico al principio y viscoso a tiempos largos, lo que se llama deformación de un sólido lineal. Sin embargo, cuando lo hacíamos más lento o con menos fuerza, la neurona se retraía, aplicaba fuerza en contra. Eso era lo nuevo, el ingrediente que le faltaba al investigador Dennerll en su artículo, lo que ahora se le llama física de la materia activa”, expresa.
Luego de tres días de defender su tesis, se sumó al equipo del Dr. Jacques Dumais, de la Universidad de Harvard. Después de dos años, se integró al Departamento de Física de la Usach, donde actualmente mide las fluctuaciones de la membrana de los glóbulos rojos, las que son contrastadas con casos en que los donantes presentan enfermedades como diabetes mellitus o anemia falciforme.
“La típica imagen de un glóbulo rojo es de una especie de dona con su centro tapado, sin embargo, la forma que se puede ver en las personas con esferocitos es esférica. Estos glóbulos presentan problemas al pasar por algunos capilares del sistema circulatorio, pues son más sensibles, por lo que la probabilidad de que revienten es mayor”, describe, “como físico, busco aportar otras metodologías de análisis que revelen más detalles, que puedan servir para que desde otros campos, como la ingeniería genética, por ejemplo, surja la innovación”.
Estudiantes del lab al mercado
En el ámbito de la transferencia tecnológica, actualmente apoya el desarrollo del Dr. Fabián Martínez Gómez y del Dr. Carlos Silva, ambos de la Facultad de Química y Biología Usach. Ellos trabajan con membranas que ante la exposición de moléculas volátiles ambientales sufren cambios perceptibles a simple vista, una iniciativa en la cual el Dr. Bernal incorpora a estudiantes del Laboratorio de Mecánica Celular, apoyando sus ganas de participar en este tipo de proyectos, siguiendo los pasos de su guía.
“Es súper importante que las y los estudiantes tengan estos espacios para poder experimentar. Cada vez tienen más curiosidad, más ímpetu, más ganas de tomar sus ideas, desarrollarlas y proponer soluciones innovadoras. No quedarse solamente con un modelo, sino que empujarlo al mercado, a la sociedad. Hay que apoyar sus ganas”, sostiene.
En esta línea, destaca la remodelación del laboratorio Physalis, espacio que vio emerger en 2015 con impresoras 3D y otras maquinarias para el desarrollo de la física experimental, cuyo fin es fortalecer las ideas de las y los estudiantes, iniciativa que con el apoyo del Consorcio Science Up se transformó en un Maker Space.
“Hoy es súper evidente que los motores de la economía son la innovación en desarrollo y transferencia tecnológica. Aquí, el Consorcio Science Up es clave. El ecosistema y todos estamos esperando ver de dónde saldrán las nuevas propuestas disruptivas. Cuando eso pase, la idea es que el estudiantado esté listo para sacar provecho de eso, por lo es importante que comiencen a emprender desde la universidad, un espacio seguro en el cual pueden equivocarse y tratar nuevamente”, finaliza.
El pasado 24 de julio, el Consorcio Science Up a través de su Eje de Liderazgo y Participación Femenina, reconociendo la importancia de visibilizar el trabajo y la valiosa contribución de las mujeres en las Ciencias del Mar, organizó la exhibición “Trayectorias en las Ciencias del Mar”, en el marco del Aniversario de la Facultad de Ciencias del Mar de la Universidad Católica del Norte (UCN), Sede Coquimbo.
Esta representación destaca a mujeres que han jugado un papel fundamental en la investigación de la vida marina, formando parte del cuerpo académico de la Facultad de Ciencias del Mar de la UCN. Estas pioneras han abierto nuevos caminos, enfrentado desafíos, superado barreras y sesgos en una época en la que menos del 10% de la comunidad científica estaba compuesta por mujeres.
La profesional del Eje de Liderazgo y Participación Femenina del Consorcio Science Up UCN comentó que “fue un gran placer encabezar la misión de lograr traspasar a quien visite la exhibición los trabajos de investigación de estas destacadas mujeres referentes quienes marcan un precedente a las nuevas generaciones”.
La exhibición invita a descubrir las vidas y logros de destacadas científicas como Pilar Haye, Katherina Brokordt, Karin Lohrmann, Gloria Martínez y Elisabeth Von Brand. A través de relatos inéditos, el público será transportado a un mundo de descubrimiento y asombro, destacando la importancia del océano y su conservación. Esta muestra no solo celebra sus trayectorias, sino que también inspira a futuras generaciones a seguir sus pasos y a contribuir al conocimiento y protección de nuestros mares.
Hasta el 6 de septiembre se recibirán postulaciones para esta certificación orientada a estudiantes de carreras científicas de pregrado.
El Minor en Innovación y Emprendimiento, creado en conjunto por la Facultad de Ciencia y la Facultad de Química y Biología de la Universidad de Santiago de Chile, abrió su segundo proceso de postulaciones, con el objeto de fortalecer los conocimientos y entregar herramientas en el área de innovación y emprendimiento al estudiantado de carreras científicas, complementando la formación de sus respectivos planes de estudio.
“Esta especialización es una gran oportunidad para los estudiantes de pregrado, ya que les permite adquirir determinados conocimientos y habilidades que fortalecerán su formación, además de relacionarse con estudiantes de otras facultades y carreras”, rescató la Dra. Brenda Modak Canobra, Vicedecana de Docencia y Extensión de la Facultad de Química y Biología.
Esta es una certificación intermedia diseñada en el marco del proyecto Ciencia e Innovación para el 2030, Consorcio Science Up, cuyo objetivo es proporcionar aprendizajes que les permitan detectar oportunidades innovadoras y gestionar proyectos científico-tecnológicos que resuelvan problemáticas de la industria o de la sociedad. Para esto, el programa contempla el fortalecimiento de habilidades como la creatividad, la comunicación, el trabajo en equipo, la capacidad emprendedora, el liderazgo y la negociación.
“Con todas estas competencias, (los y las estudiantes) podrán enfrentar desafíos integrando conocimientos teóricos y prácticos, con herramientas que les permitirán liderar procesos de innovación, ya sea en su entorno laboral o en su propio emprendimiento de base científica tecnológica”, destacó la profesora Galina García Mokina, Vicedecana de Docencia de la Facultad de Ciencia.
Las postulaciones a este segundo proceso cierran el viernes 6 de septiembre de 2024.
Más información: https://bit.ly/MinorScienceUp
En un esfuerzo por fomentar un ambiente inclusivo y propicio para el desarrollo pleno tanto de hombres como mujeres, el proyecto Ciencia e Innovación para el 2030, Science Up, gestó espacios de conversación.
Entre los desafíos de impulsar la perspectiva de género en ciencias, están las adecuaciones de las normativas a sus propias dinámicas. Para esto, el Eje de Liderazgo y Participación Femenina, del Consorcio Science Up, desarrolló una serie de espacios de consulta entre junio y julio de 2024, instancias orientadas a la comunidad docente de la Facultad de Ciencia y la Facultad de Química y Biología de la Universidad de Santiago de Chile.
“La experiencia fue muy interesante. Lo que pude percibir después de algunos focus realizados con docentes, es que los varones que participaron salieron con una sensación de que esto no es algo punitivo, sino que entendieron y se abrieron a comprender de qué se trataba de que ellos, desde sus lugares, pueden posibilitar cambios. Sus apreciaciones, sus miradas, son súper relevantes. Esto es el primer paso, pues las resistencias son fuertes y requieren de un trabajo mucho más profundo y permanente”, expresó la Dra. Pamela Caruncho, Asesora de Science Up en la Usach, quien implementó la iniciativa.
Esta serie de encuentros se desarrollaron bajo el nombre “Focus group sobre la Docencia con Perspectiva de Género”. Su objetivo fue hablar sobre cómo las dinámicas de género podían verse reflejadas en el aula, develando los sesgos implícitos normalizados que surgen de su experiencia docente, pero también reconociendo como cada participante aplicaba ya una docencia con perspectiva de género, sin saberlo.
“Lo que me motivó fue dar mi opinión sobre las cosas que se realizan en el aula y de la diversidad de temas con la que uno se encuentra, de género en este caso”, reflexionó uno de los participantes, algo que fue complementado por otra participante, valorando la existencia del espacio, pues apunta a la creación de documentos “que nos sean útiles a todos, desde la formación académica, pero especialmente la docente, la cual tiene un gran impacto”.
Impactar la cultura de la comunidad
Esta iniciativa es parte de un proyecto amplio, iniciado por la Dra. Pamela Caruncho Franco en 2023, quien es doctora en Estudios Interdisciplinares de Género por la Universidad Autónoma de Madrid. La consultoría fue solicitada por el Eje de Liderazgo y Participación Femenina en la Usach para generar tres productos, para los cuales se desarrolla un diagnóstico para diseñarlos con pertinencia a las culturas organizacionales de las facultades.
La primera herramienta metodológica utilizada fue una encuesta online, que buscó levantar las percepciones de la comunidad académica, las que permitieron aproximarse a las diversas experiencias. La segunda fueron los grupos focales, que ayudan a develar los sesgos que no son tan evidentes.
En la ciencia, las mujeres están subrepresentadas, según estudios recientes, indica. Estos espacios buscan rescatar la información sobre el impacto que esta situación ha tenido en las personas que conforman las facultades. Aunque la Facultad de Química y Biología muestra una participación mucho más paritaria en comparación con la Facultad de Ciencia, se han detectado ciertos sesgos inconscientes en la evaluación de competencias y habilidades.
Existe la percepción de que los estándares de evaluación constituyen un trato justo. No obstante, se argumenta que, en la práctica, las mujeres deben adaptarse a estos estándares y asumir los costos asociados, mientras que para los hombres surge la percepción de que las actividades consideradas feminizadas afectan su productividad.
Esto se evidencia en estudios internacionales que muestran que, durante la pandemia, los hombres aumentaron su índice de publicación. Una de las suposiciones es que tenían menos tareas relacionadas con la cotidianidad, mientras que el índice de publicación de las mujeres disminuyó, lo cual se asocia a un aumento en sus labores de cuidado.
“La maternidad, el cuidado y todas las actividades asociadas, entre comillas, al rol de mujer en la sociedad actual están cambiando. Aunque hay hombres que están transitando hacia un rol más equitativo, suelen ser vilipendiados y en la academia se les exige una alta producción sin tener en cuenta estos cambios”, destaca la especialista, quien señala que las medidas que se buscan proponer apuntan a cambios estructurales que le den oportunidades a ambos géneros a desarrollarse.
Otro grupo relevante en esta indagación es la comunidad estudiantil. Ambos son fundamentales, señala la especialista, pues la primera permite que, a nivel sistémico, se integre un sentido de pertenencia y que estos temas penetren en la estructura institucional, mientras que la comunidad estudiantil puede orientar cómo incorporar estas cuestiones de manera pertinente a sus necesidades.
“Existe el prejuicio de que el estudiantado está más avanzado en las temáticas de género. Puede ser cierto o no, por eso es interesante conversar al respecto. La pandemia trajo consigo muchas problemáticas de salud mental, como depresión y ansiedad. Hablar con este grupo permite integrar su perspectiva: ¿cómo podemos avanzar sin perjudicar su tránsito académico?”, expresa la especialista.
Este último grupo es de particular interés, ya que retener a las estudiantes representa un desafío importante. Los estudios indican que un porcentaje significativo abandona o no desarrolla una carrera profesional o académica. Para abordar esta problemática, se están desarrollando estrategias para mejorar el contacto con ellas, para agudizar la mirada.
Tras esta fase de diagnóstico, la especialista elaborará tres productos: un Manual de Buenas Prácticas sobre Género y Docencia Universitaria, el diseño y procedimiento para la implementación de un plan formativo en docencia universitaria con perspectiva de género, y una propuesta de protocolos y normativas con perspectiva de género para la Facultad de Ciencia y la Facultad de Química y Biología de la Usach.
“No es lo mismo la comunidad de humanidades o de derecho que la de estas facultades. Por eso, este protocolo se basa en sus dinámicas específicas, pero también se alinea con el protocolo de la Dirección de Género, Diversidad y Equidad de la universidad (DGDE). El diagnóstico hoy es un primer impulso, que puede ser percibido como un paso lento, pero que creo que como actividad del Eje, como bien lo dice la palabra, está moviendo cosas”, concluyó.
Nueva fase: Consultas a la comunidad funcionaria
Desde fines de julio de 2024, comenzaron los focus groups orientados al estamento administrativo. Para el Eje de Liderazgo y Participación Femenina, es muy importante que la mayor cantidad de funcionarias y funcionarios sean parte de estas conversaciones, por lo que se les convoca a sumarse a la discusión.
Al igual que en los espacios organizados para los docentes, para participar es preciso inscribirse previamente, lo cual se puede realizar en los siguientes enlaces:
Facultad de Química y Biología: https://forms.gle/83sgzjVC8wioVFHe8
Facultad de Ciencia: https://forms.gle/JcsMSwzKSsPSuFux5
Los proyectos que se adjudiquen el Programa podrán acceder a un presupuesto de hasta $3.000.000 de pesos para utilizar durante el periodo de ejecución de siete meses.
Desde hoy hasta el 8 de septiembre se encuentran abiertas las postulaciones a la versión 2024 del Programa “VincuLAB” del Consorcio Science Up, integrado por la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso (PUCV), Universidad Católica del Norte (UCN) y Universidad Santiago de Chile (Usach).
Este Programa, busca fomentar y fortalecer la vinculación entre académicas y académicos con una entidad colaboradora; ya sea pública o privada, a través del desarrollo de proyectos innovadores o de investigación aplicada, y que busquen generar un impacto social y/o económico en el ecosistema donde se implementan.
Esta vinculación se establece a través de dos líneas temáticas:
Beneficios del programa
Esta iniciativa contempla la entrega de un presupuesto de $2.500.000 de pesos para el periodo de ejecución de siete meses.
Asimismo, con el objetivo de fortalecer las competencias de creatividad, innovación y/o emprendimiento en estudiantes de pre y postgrado, aquellos proyectos que incorporen una pasantía estudiantil en la entidad colaboradora, podrán optar a un aumento de $500.000 pesos como tope máximo de subsidio (máximo $3.000.000).
¿Cuáles son los requisitos?
¿Cómo postular?
Quienes estén interesadas o interesados en participar deberán completar el siguiente formulario de postulación aquí, en el cual deberán detallar:
Selección y período de ejecución
La evaluación y adjudicación de los proyectos se realizará entre el 2 y el 30 de septiembre de 2024. En consecuencia, la ejecución de los proyectos comenzará el 1 de octubre de 2024 y se extenderá hasta el 30 de abril de 2025.
¿Quiénes pueden participar?
La convocatoria está dirigida a académicas y académicos que integren las siguientes facultades:
Revisa las bases del Programa a continuación:
El pasado 24 de julio se realizó la inauguración del laboratorio “Biomaker” de la Facultad de Ciencias del Mar, iniciativa impulsada por el Consorcio Science Up, integrado por la Universidad Católica del Norte (UCN), la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso (PUCV) y la Universidad de Santiago de Chile (Usach) en conjunto con la Facultad de Ciencias del Mar en Coquimbo.
Science Up, con el objetivo de fomentar la creatividad, la innovación y el emprendimiento de base científica y tecnológica, ha implementado el Laboratorio Biomaker, el cual cuenta con equipos de alta gama. En su primera fase, este laboratorio permitirá desarrollar proyectos en diseño e impresión 3D, creación de biomateriales y reciclaje. Además, se podrán realizar trabajos con sensores electrónicos y arduino, y próximamente se incorporará tecnología de realidad virtual para experimentación, modelamiento y simulaciones, ampliando así las posibilidades de investigación y desarrollo.
Sobre esta inauguración, el Dr. Luis del Campo Conejeros, Director del Consorcio Science Up en UCN y Decano de la Facultad de Ciencias en Antofagasta, explicó los detalles del proyecto: “esperamos que, con la implementación de este laboratorio, podamos contribuir al desarrollo de investigaciones aplicadas dentro del quehacer de la Facultad de Ciencias del Mar, las posibles transferencias tecnológicas que emanan de estas investigaciones y la creación de nuevas oportunidades en este ámbito”.
Por otra parte, la Decana de la Facultad de Ciencias del Mar y miembro del Directorio Estratégico de Science Up, Niris Cortés Pizarro, comentó que: “con la implementación de este laboratorio no solo se fortalecerá nuestra comprensión de los ecosistemas marinos, sino que también tendrá un impacto significativo en la región de Coquimbo, promoviendo el desarrollo sostenible, la conservación de los recursos marinos y la economía local”.
En dicha inauguración también estuvo presente Pilar Gómez, Project Manager de Science Up UCN; Daniel Troncoso, profesional del Eje de Vinculación con el Entorno socioeconómico de UCN; Madeline Martínez, Gestora de Innovación de Science Up UCN y Roberto Andueza, Director de Biomaker.
El pasado 2 de julio, la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo (ANID) del Ministerio de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación aprobó la continuidad del segundo período (2024-2026) correspondiente a la Etapa de Implementación (2021-2026) del Consorcio Science Up, lo que constituye un hito del Plan Estratégico de este Proyecto Ciencia e Innovación para el 2030, integrado por las facultades de ciencias de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso (PUCV), Universidad de Santiago de Chile (Usach) y Universidad Católica del Norte (UCN).
“Debo destacar el incansable trabajo de María José Henríquez, coordinadora general del proyecto, quién desde la PUCV ha logrado junto a su equipo y el de las universidades en consorcio, UCN y Usach, alcanzar todos los resultados propuestos. Ahora que se ha aprobado el informe de sub-etapa y se ha asegurado la llegada de recursos desde la ANID para continuar hasta el año 2026, nos permite continuar con firmeza en la instalación de capacidades en innovación y emprendimiento con base científica-tecnológica en estudiantes y académicos/as de la Facultad de Ciencias, y su rebase a toda la universidad”, destacó Luis Mercado, Director Ejecutivo de Science Up y Vicerrector de Investigación, Innovación y Creación (VINCI) de la PUCV.
El objetivo de esta segunda etapa, es continuar con la transformación de las facultades de ciencias, fortaleciendo la I+D, transferencia tecnológica, innovación y emprendimiento de base científico-tecnológica, a través de la participación de sus académicos, académicas, investigadores y estudiantes de pre y postgrado.
Sobre la aprobación de continuidad del proyecto, María José Henríquez, Coordinadora General de Science Up destacó este importante hito: “Estamos muy conformes con la aprobación emitida por la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo, la que nos permite dar inicio al segundo período de la etapa de implementación del Plan Estratégico de Science Up. Los evaluadores internacionales de ANID han considerado que, en estos tres años de ejecución, hemos dado cumplimiento a los compromisos asumidos por las tres universidades y, además, que el plan de trabajo propuesto para enfrentar el período 2024-2026, acoge de manera satisfactoria los desafíos a enfrentar para el logro de los resultados esperados en el proyecto”.
“Este es un reconocimiento al trabajo realizado y, al mismo tiempo, una oportunidad para profundizar en los esfuerzos de impulso a la innovación, el emprendimiento y la incorporación de perspectiva de género en las comunidades de nuestras facultades,” relevó Adolfo Ocaña, Project Manager de Science Up Usach.
Por su parte, Pilar Gomez Yoma, Project Manager de Science Up UCN señaló que: “Es muy importante recibir esta aprobación, ya que nos permitirá continuar de manera eficiente y eficaz con todas las iniciativas clave que deben implementarse en esta segunda etapa, con el objetivo de integrarnos en el quehacer de las facultades de ciencias del Consorcio, que es uno de los desafíos que tenemos por cumplir”.
Plan de trabajo 2024-2026
Este importante hito incluye la aprobación del plan de trabajo y presupuesto para el período 2024-2026, que presenta nuevos desafíos para los ejes estratégicos de Science Up: Armonización Curricular; Vinculación con el Entorno Socioeconómico; y Liderazgo y Participación Femenina.
Armonización Curricular redoblará sus esfuerzos para incorporar competencias de innovación y emprendimiento en los programas de estudios. Para ello, el Programa “Innova en el Aula” es clave, avanzando en la selección de metodologías para incorporarlas en asignaturas impartidas en las facultades.
Por su parte, Vinculación con el Entorno Socioeconómico potenciará la cultura de la innovación en las facultades desde lo extracurricular, generando también incentivos orientados a que la comunidad investigadora establezca vínculos con el entorno.
En estrecha colaboración con los otros ejes, Liderazgo y Participación Femenina lanzará un concurso de I+D aplicada orientado especialmente a investigadoras. A su vez, seguirá trabajando para modificar políticas y normativas, abordando de manera activa las brechas existentes e impulsando sistémicamente la perspectiva de género en las instituciones.
Estos cursos serán dictados en Campus Curauma a partir del segundo semestre de 2024. Las y los estudiantes interesados pueden pre-inscribir estos ramos hasta el 23 de julio.
A partir del segundo semestre académico se comenzarán a dictar tres nuevas asignaturas de Formación Fundamental de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso (PUCV), iniciativa impulsada por el Eje de Armonización Curricular (AC) del Consorcio Science Up, proyecto Ciencia e Innovación para el 2023.
Esta propuesta surge a partir de uno de los objetivos del Eje AC, el que apunta a implementar cambios curriculares y extracurriculares en los programas de formación de estudiantes de pregrado de las facultades de ciencias del Consorcio, en este caso, en la Facultad de Ciencias PUCV.
En esa línea, estos tres nuevos cursos se suman a la oferta actual de asignaturas del Minor de Innovación y Emprendimiento PUCV, las cuales serán dictadas de forma presencial en el Campus Curauma.
El objetivo de estas asignaturas es profundizar en distintas áreas relacionadas con el ecosistema de innovación y emprendimiento, incorporando nuevas temáticas como propiedad intelectual, prototipado, financiamiento y formulación de proyectos.
Conoce los nuevos FOFU a continuación:
La preinscripción de estos cursos se realiza a través del Navegador Académico, plazo extendido hasta el martes 23 de julio.
Accede al formulario de consultas que hemos habilitado para que puedas resolver cualquier duda que tengas sobre el Minor de Innovación y Emprendimiento PUCV y la preinscripción de las asignaturas Science Up disponibles.
Para más información, les invitamos a visitar https://minors.pucv.cl/.
Science Up participó en la primera jornada junto al stand de la Vicerrectoría de Investigación, Creación e Innovación de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso (PUCV).
Durante el 10, 11 y 12 de julio se realizó el encuentro “SmartCity Summit: 30 ideas para el cambio”, apoyado por CORFO, el cual congregó a distintos expertos internacionales y nacionales, representantes de los municipios de la Región de Valparaíso, empresarios, emprendedores y miembros de la academia.
En ese contexto, el Consorcio Science Up fue parte del stand de difusión organizado por la Vicerrectoría de Investigación, Creación e Innovación de la PUCV, instancia que contó con la participación del Proyecto InES I+D, la Oficina de Transferencia y Tecnología (OTL) y el Centro de Nuevas Tecnologías (CNT); laboratorio estudiantil de la Facultad de Ingeniería PUCV, además del Consorcio Science Up.
Cristóbal Balada, postdoctorado y miembro del equipo del Eje de Vinculación con el Entorno Socioeconómico de la PUCV, destacó la participación en esta instancia, indicando que fue una excelente oportunidad para generar redes. “El objetivo de Science Up es poder vincularnos con distintas empresas que quieran afrontar los problemas que conlleva el cambio climático de forma innovadora y tecnológica, y de esta forma, transformar a Viña del Mar y Valparaíso en ciudades del futuro”, indicó el profesional PUCV.
“Distintos empresarios y emprendedores pueden relacionarse a Science Up a través del programa VincuLAB, el cual tiene como objetivo generar y fortalecer los niveles de investigación aplicada y la colaboración entre las facultades de ciencias de las universidades que forman parte del Consorcio Science Up y el sector productivo, ya sea privado o público”, complementó Balada, adelantando que durante las próximas semanas se abrirán las postulaciones al Programa VincuLAB de Science Up.